Ay, Electra...
Fue pat¨¦tico. Caball¨¦ acababa de cantar el aria de bravura D'Oreste e d'Aiace con dureza de emisi¨®n cercana al grito y libertades estil¨ªsticas que encubr¨ªan la insuficiencia.Es un momento en que los teatros se llenan de aplausos y bravos. El p¨²blico, que anteriormente hab¨ªa ovacionado intervenciones aisladas de Winbergh, Montag¨¹e y Robson, guard¨® un piadoso silencio. Estremecedor.
No est¨¢ envejeciendo bien Montserrat Caball¨¦. La que en su d¨ªa fue una de las voces m¨¢s bellas de toda la historia de la ¨®pera est¨¢ obstinada en desempe?ar una serie de papeles dram¨¢ticos nada adecuados a su actual momento vocal e interpretativo. ?Planteamiento art¨ªstico equivocado? ?Inconsciencia? ?Soberbia? A Montserrat Caball¨¦ se la tiene en Madrid un gran respeto, un enorme cari?o.
Idomeneo
Partitura de Wolfgang AmadeusMozart. Int¨¦rpretes: Montserrat Caball¨¦ (Electra), Gosta Winbergh (ldomeneo), Diana Montag¨¹e (Idamante), Isabel Rey (llia) y Nigel Robson (Arbace). Direcci¨®n musical Michael Sch¨®nwandt. Direcci¨®n de escena: Emilio Sagi. Orquesta Sinf¨®nica de Madrid. Teatro de la Zarzuela. Madrid, 19 de febrero.
La soprano catalana deber¨ªa reflexionar sobre las voces del silencio de un p¨²blico que ha estado -que hemos estado- siempre entregados a su generosa aportaci¨®n art¨ªstica.
Hasta ese momento, la representaci¨®n de Idomeneo hab¨ªa transcurrido de una forma en general bastante anodina. S¨®lo la salvaban algunos chispazos de excelente musicalidad, sobre todo en la composici¨®n de los personajes, a cargo de Diana Montag¨¹e (que una vez, m¨¢s estuvo extraordinaria), Gosta V¨ªunbergh (que exhibi¨® una gran belleza de timbre, unida a un fraseo c¨¢lido) y Nigel Robson.
Desajustes
La orquesta Sinf¨®nica de Madrid, dirigida por Michael Sch?rtwandt, tuvo continuos desajustes con el coro y los solistas en el primer acto.Sin embargo, m¨¢s tarde se enton¨® y su prestaci¨®n acab¨® por ser notable, aunque siempre a falta de un punto de vivacidad y contrastes.
Por otro lado, no contribuy¨® el planteamiento esc¨¦nico a un acercamiento a la obra. Sobre una arquitectura de columnas sugerente, se abus¨® en lo referente al vestuario y asimismo en los movimientos (tanto de grupo como individuales) de una cursiler¨ªa pr¨®xima al amaneramiento y tambi¨¦n se not¨® una cierta pretenciosidad.
La sensaci¨®n de frialdad, de lejan¨ªa, traspasaba la sala. La energ¨ªa de la m¨²sica quedaba difuminada en el aburrimiento.
Debutaba Isabel Rey en un papel importante de ¨®pera en Madrid. Le vino grande. Su l¨ªnea de canto es insulsa, limitada de expresi¨®n, delicada y sensible, pero algo angelical. El coro, correcto. No fue, una gran noche, aun contando con algunas fases de gran calidad. Idomeneo era una apuesta ambiciosa, llena de riesgos. El punto de desilusi¨®n de los resultados globales no impide la valoraci¨®n del intento.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.