Euskera, a la fuerza

No se hab¨ªa formado el nuevo Gobierno vasco y ya el documento firmado por PNV y EE hab¨ªa originado notable malestar en gran n¨²mero de vascos. Los cap¨ªtulos sobre pol¨ªtica educativa y ling¨¹¨ªstica eran los que m¨¢s circulaban (fotocopiados) y los que suscitan mayor preocupaci¨®n.No era nada la que se nos avecinaba: euskaldunizaci¨®n masiva y, compulsiva de docentes y funcionarios, supresi¨®n del modelo A (educaci¨®n en castellano, con el vascuence como lengua obligatoria), impulso institucional a la sustituci¨®n del castellano por el euskera en las relaciones cotidianas, familiares y de amistad, etc¨¦tera.

Pero lo peor son las ideas que inspiran y respaldan esta normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica (sic). Recuperando la rancia ideolog¨ªa nacionalista, los del tripartita convierten la lengua vasca, esencia del pueblo eterno, en sujeto de derechos, por encima de los de las personas y, llegado el caso, no dudan en inmolar los derechos individuales en el sagrado altar de la identidad colectiva.

Ante esta situaci¨®n somos muchos los que levantamos la antorcha de la tan denostada -por los nacionalistas que ahora van a detentar el poder en exclusiva- "pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica liberal". O sea, su mundo al rev¨¦s: el derecho individual del ciudadano por encima de los presuntos derechos de la lengua. La minor¨ªa (25% de euskaldunes), reconociendo el hecho objetivo de la existencia de una mayor¨ªa de castellanohablantes. La sociedad -y el Estado-, protegiendo los derechos de los habitantes de la lengua minoritaria.

Principios tan simples y tan liberales seguramente har¨¢n m¨¢s por la convivencia y, a la postre, por un euskera lozano que los fantasmas de imposiciones y coacciones que algunos est¨¢n empe?ados en desenterrar.-