Drogodependientes
Con toda raz¨®n, el editorial de EL PA?S del 27 de enero de 1991 (Riesgos y riesgos) apoya la decisi¨®n del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid de recurrir la pol¨¦mica sentencia por la que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha decidido el cierre de uno de los escasos centros madrile?os de atenci¨®n a drogodependientes (CAD).Pero con la misma raz¨®n hay que recordar que hace tan s¨®lo dos a?os fue el propio Ayuntamiento de Madrid (si bien con el anterior equipo de gobierno, tambi¨¦n con la anuencia de los partidos hoy gobernantes) el que antes de fallarse judicialmente una denuncia semejante contra el ya totalmente instalado CAD de Chamart¨ªn (con un coste de 100 millones de pesetas):se apresur¨® a renunciar al proyecto de talleres asistidos, para ceder gratuitamente los locales a la Fundaci¨®n de Ayuda a la Drogodependencia (FAD), para improvisar un centro de documentaci¨®n que, evidentemente, se pod¨ªa poner en otro local equipado al efecto, sin necesidad de desmontar (destruir) los talleres que ni siquiera fueron estrenados.
Una cesi¨®n que se realiz¨® a pesar de la campa?a en pro del CAD de una coordinadora de movimientos sociales de la zona (integrada por Madres Unidas Contra la Droga, asociaciones de vecinos, asociaciones de j¨®venes, asociaciones de padres de alumnos, C¨¢ritas Espa?ola, comunidades religiosas, etc¨¦tera) y que demuestra que sin una defensa absolutamente decidida de los CAD por parte de los ¨®rganos del Estado y de todas las instancias sociales, sigue siendo inviable una pol¨ªtica real de asistencia a los drogodependientes.-
presidenta de la Asociaci¨®n de Vecinos de Prosperidad.
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