La amnesia del arzobispo
El arzobispo de Valladolid, en unas recientes declaraciones a los medios de comunicaci¨®n, asegur¨® que la Iglesia se hab¨ªa opuesto al franquismo. Declara Delicado Baeza que los que no recuerdan tal oposici¨®n sufren de cierta amnesia.Mi opini¨®n particular es que la Iglesia jam¨¢s se opuso al franquismo, pienso que siempre estuvo del mismo lado, es decir, del poder.
En los 40 a?os famosos nunca la Iglesia le hizo frente a Franco, sino todo lo contrario. Participaba con ¨¦l en movidas, manifestaciones de todo tipo, bendiciones de efigies y obeliscos, inauguraciones. concentraciones en el Valle de los Ca¨ªdos, etc¨¦tera. Daba la Iglesia la comuni¨®n -no la excomuni¨®n- al general como si tal cosa.
En todas las iglesias de Espa?a y en el momento de alzar -no del Alzamiento- se invocaba a la oraci¨®n "por nuestro caudillo Francisco". Los retratos de Franco y Jos¨¦ Antonio figuraban a ambos lados de Cristo -como una repetici¨®n del Calvario- en paredes de aulas, centros oficiales, salas de reuniones, paraninfos, etc¨¦tera, y por si no fuese suficiente, la Iglesia era consentidora de que el dictador se albergara bajo palio, algo que estaba reservado a la hostia consagrada, creo recordar que as¨ª dec¨ªa el catecismo del padre Astete Vilari?o, que de ni?os nos hac¨ªan "conocer de memoria".
De chavales no comprend¨ªamos -al menos yo no lo entend¨ªa- c¨®mo semejante personaje se pudiera cobijar bajo un s¨ªmbolo tan signiflicativo dentro de la Iglesia. En tono jocoso se dec¨ªa que la Iglesia admit¨ªa que el general fuese bajo palio porque era la rehostia.
En la actual dad figuran en las fachadas de buen n¨²mero de iglesias espa?olas la lista de los ca¨ªdos por Dios y por Espa?a. y, c¨®mo no, con el yugo y las flechas en primer t¨¦rmino .
Curiosa forma de enfrentarse al franquismo ha tenido la Iglesia. Supongo que al final, cuando el general chocheaba, y cuando solamente Figuraba en el anverso de las monedas, con aquella singular leyenda "caudillo de Espa?a por la gracia de Dios", pudo la Iglesia haber dicho algo, que no borra -ni con la amnesia del arzobispo- el buen comportamiento que tuvo siempre con el general y con el poder.-
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