?Qu¨¦ apoyar¨ªa Bertrand Russell?
En la serie de art¨ªculos que el peri¨®dico que usted dirige est¨¢ publicando sobre la guerra del Golfo son ya varios los colaboradores que recurren a la autoridad intelectual de pensadores desaparecidos para justificar su apoyo al bombardeo sistem¨¢tico y a la ofensiva terrestre contra Irak.Bertrand Russell es uno de los m¨¢s citados, entre otros, por Juan Luis Cebri¨¢n y Fernando Savater. ?ste ¨²ltimo (EL PA?S del 19 de febrero de 1991) llega a decir incluso que el fil¨®sofo brit¨¢nico nunca fue partidarlo de que Estados Unidos renunciara a sus armas nucleares, lo cual es absolutamente falso, como deber¨ªa saber alguien m¨ªnimamente conocedor de la trayectoria personal de Bertrand Russell. Por eso recomiendo a Savater que se lea (?o relea?), por ejemplo, dos discursos significa,tivos de este pensador, uno sobre la pol¨ªtica exterior del Partido Laborista y otro titulado Paz mediante resistencia al imperialismo americano, de octubre de 1965 y enero de 1966, respectivamente. En ellos podr¨¢ observar que su condena del complejo militar-industrial y nuclear de Estados Unidos, as¨ª como su apoyo al pueblo de Vietnam, le condujeron a dejar de militar en el laborismo, al que acus¨® de tibieza, a criticar a la URSS por su limitado apoyo a las luchas de liberaci¨®n nacional y a constituir un tribunal internacional contra los cr¨ªmenes de guerra.
En realidad, la evoluci¨®n de Bertrand Russell le fue conduciendo desde su original pacifismo liberal a otro que, como ya observ¨® Manuel Sacrist¨¢n, fue cada vez m¨¢s radicalmente antiimperialista y socialista, hasta el punto de ver en la. resistencia de los pueblos el ¨²nico medio de hacer renunciar a Estados Unidos a usar sus armas nucleares.
Estoy convencido de que Russell no apoyar¨ªa a Sadam Husein, pero tampoco lo har¨ªa a unas fuerzas multinacionales dirigidas por una superpotencia militar a la que consideraba "una aut¨¦ntica amenaza a la paz y un peligro real de guerra nuclear mundial".
Por eso mismo es completamente abusivo pretender apoyarse en aqu¨¦l para intentar justificar la barbarie que est¨¢n cometiendo los defensores del mundo libre. Mejor ser¨¢ que Savater reflexione de nuevo sobre la validez de sus propios argumentos y los de quienes nos oponemos a la guerra, sin pretender darnos una lecci¨®n de historia que se apoya en la mutilaci¨®n interesada de las opiniones de un cl¨¢sico del pacifismo.-
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