Corrientes de amor
"T¨² y yo nos queremos, y eso es lo que cuenta", le dice Nathalie Baye a su padre enfermo en Una semana de vacaciones (1980), primera colaboraci¨®n entre Bertrand Tavernier y la que entonces era su esposa, la guionista inglesa Colo O'Hagan. "He sido un mal padre", se lamenta un no menos enfermo Dirk Bogarde en Dadd Nostalgie. Y Jane Birkin, y que nunca antes ha estado mejor en sus comparecencias cinematogr¨¢ficas, le murmura entre la admiraci¨®n y la certeza de la p¨¦rdida: "Horrible. Pero me has hecho re¨ªr y so?ar". Estas confesiones entre dos seres unidos por la complicidad parecen ser el resumen ¨²ltimo que una escritora, la O'Hagan, hace de su propia vida: ambos filmes -m¨¢s ¨¦ste que aqu¨¦l- se dir¨ªan la respuesta, desde la creaci¨®n art¨ªstica, a una pregunta tan fundamental como generadora de argumentos admirables desde Manrique hasta hoy: ?con qu¨¦ l¨¢grimas es l¨ªcito llorar la muerte de quien nos ha engendrado?
Daddy Nostalgie
Director: Bertrand Tavernier. Gui¨®n: Colo O'Hagan. Fotografia: Denis Lenoir. M¨²sica: Antoine Duhamel. Producci¨®n: Adolphe Viezzi. Francia, 1990. Int¨¦rpretes: Dirk Bogarde, Jane Birkin, Odette Laure, Emmanuelle Bataille, Michele Minns. Estreno en Madrid: cine Renoir (V. O.).
Homenaje
Bertrand Tavernier ha construido buena parte de su cine sobre la, idea del homenaje a quienes le dieron vida, no s¨®lo en un sentido biol¨®gico -su primera pel¨ªcula, El relojero de Sain Paul, era ya un retrato idealizado de padre con problemas-, sino desde una m¨¢s amplia perspectiv¨ªa cultural: la pintura impresionista -Un domingo en el campo, con gui¨®n de O'Hagan-, la m¨²sica americana -el jazz en Alrededor de la medianoche, la herencia r¨ªtmica negra en general en Mississipi Blues-, la literatura surrealista -su fecunda colaboraci¨®n con Jean Aurenche y Pierre Bost, dos antiguos miembros de la cofrad¨ªa de Breton; un largo documental sobre el poeta Philippe Soupault, in¨¦dito en Espa?a-.Ahora, con la memoria reciente de su padre Ren¨¦, escritor muerto hace pocos meses -tambi¨¦n de muerte hablan siempre sus filmes-, Tavernier vuelve sobre el pasado, las relaciones filliales, pero lo hace con la humildad suficiente como para ponerse al servicio de su ex mujer, cuya historia es la que realmente est¨¢ narrando. El resultado es un filme de c¨¢mara, una sonata para tres personajes narrada con contenci¨®n y con un pudor alejado de toda tentaci¨®n grandilocuente.
Como en Un domingo en el campo, filme con el que Daddy forma un voluntario d¨ªptico, Tavernier busca aqu¨ª el toque oto?al, melanc¨®lico de una paleta crom¨¢tica hecha de suaves dorados, para envolver con un rnanto de tristeza a unos actores cuyo trabajo, soberbio por parte de los tres protagonistas -aunque superlativo en el caso de Dirk Bogarde, en triunfal regreso tras permanecer alejado del cine en los ¨²ltimos 13 a?os- da al matiz, a una gestualidad contenida, todo el peso expresivo. Lo hace, adem¨¢s, en formato scope, como si temiera que el lirismo de lo que cuenta pudiese escaparse de la pantalla corivencional, como si todo el arrepentimiento por no estar all¨ª donde era preciso estar no cupiese en el rect¨¢ngulo habitual de la sala. "La dulzura de vivir es terriblemente fr¨¢gil": con Proust, Tavernier y O'Hagan saben que s¨®lo la creaci¨®n redime al artista de sus remordimientos, del olvido. Que no otra cosa es la muerte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.