Pa¨ªs Vasco y Catalu?a conectar¨¢n a la vez con el TAV franc¨¦s si la CE aporta fondos

El Gobierno no tiene previsto, antes de 1992, tomar ninguna decisi¨®n sobre qu¨¦ l¨ªnea ferroviaria conectar¨¢ primero con la frontera francesa y por tanto con el TAV europeo, seg¨²n el Ministerio de Transportes. La posici¨®n formal ser¨¢ hasta entonces que tanto la l¨ªnea de Hendaya como la de La Jonquera se construir¨¢n; y al mismo tiempo, si se dispone de fondos. En este punto, se considera fundamental la financiaci¨®n de la CE. S¨®lo as¨ª se podr¨ªa acometer el doble proyecto.

Sin que exista un pronunciamiento claro, oficiosamente sin embargo, en Transportes admiten que la opci¨®n mediterr¨¢nea tiene m¨¢s puntos que la atl¨¢ntica si las dificultades presupuestarias aconsejan dar prioridad a una en detrimento de la otra. Los planes franceses, tambi¨¦n sin declaraci¨®n expl¨ªcita, apuntan a una cierta preferencia por el enlace por Catalu?a.La pr¨®xima cumbre hispano-francesa, prevista para la primavera puede arrojar alguna luz sobre la pol¨¦mica del enlace ferroviario con Francia. En cualquier caso, tal y como se puso de manifiesto en la reciente visita del ministro franc¨¦s de Transportes a Espa?a, Louiss Besson, la construcci¨®n de la primera l¨ªnea de enlace, sin acontecimientos excepcionales, tiene un horizonte que limita con el nuevo siglo.

"Se har¨¢n las dos l¨ªneas. ?Cu¨¢ndo? No se sabe", precisa el portavoz de Transportes. El Ejecutivo parte de la premisa de que hasta el a?o que viene no podr¨¢ saber de qu¨¦ fondos dispondr¨¢ para acometer la obra y no vale la pena por tanto adelantar una decisi¨®n que puede provocar el enfado de unos u otros.

Dos trenes r¨¢pidos

En una reciente visita a Barcelona, el ministro de Transportes, Jos¨¦ Barrionuevo, rehuy¨® pronunciarse sobre cu¨¢l de los dos enlaces principales tendr¨¢ prioridad: "Son dos trenes r¨¢pidos, que van a la misma velocidad", dijo el ministro.Una velocidad, que, en cualquier caso, es menor que la que afecta al cruce de argumentos en apoyo de una u otra opci¨®n. Hace dos a?os, el Gobierno Aut¨®nomo Vasco present¨® un informe en el que enumeraba las ventajas del enlace por Guip¨²zcoa sobre el de Gerona. Entre dichas ventajas se enumeraban las de horario, conexi¨®n con las l¨ªneas interiores de la pen¨ªnsula y transporte de mercanc¨ªas.

Seg¨²n manifest¨® en su d¨ªa un representante del Gobierno Vasco (Juan Ram¨®n Guevara), el tr¨¢fico de mercanc¨ªas a trav¨¦s de Ir¨²n, que cifr¨® en un 60% del total, es ya un motivo suficiente para atender la opci¨®n de Ir¨²n. En el Pa¨ªs Vasco se maneja adem¨¢s como un argumento de peso que el enlace de Guip¨²zcoa su pone para Francia una conexi¨®n ferroviaria m¨¢s f¨¢cil con otro pa¨ªs comunitario: Portugal.

Por supuesto, todos y cada uno de los argumentos de los especialistas vascos son rebatidos a menudo con pasi¨®n, en Catalu?a. El argumento de m¨¢s peso de la Generalitat es que la l¨ªnea que conectar¨¢ Barcelona y la frontera francesa -con un tr¨¢fico actual de 30 millones de viajeros al a?o-, "se paga a s¨ª misma". Espa?a confia en que, en 1992, se sepa si la CE acepta la propuesta de crear un fondo espec¨ªfico para financiar las grandes obras de infraestructura de inter¨¦s europeo en los pa¨ªses pobres de la Comunidad.

El Reino Unido y Alemania se oponen, pero Espa?a espera que Francia, a¨²n dubitativa, se incline a favor de la creaci¨®n del fondo. Si esta financiaci¨®n comunitaria existiera podr¨ªa acometerse al mismo tiempo la construcci¨®n de ambas l¨ªneas, precisan en Transportes.

El trazado Madrid-Barcelona se calcula que costar¨¢ 500.000 millones de pesetas y 125.000 m¨¢s el tramo Barcelona-La Jonquera. El pasado d¨ªa 15, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, obtuvo del ministro franc¨¦s de Transportes, Louiss Besson, el anuncio de que en el plazo de un mes el Gobierno galo aprobar¨¢ el proyecto de trazado del TGV entre la localidad de Montpellier y la frontera espa?ola de La Jonquera.

El ministro franc¨¦s reafirm¨® la intenci¨®n de su Gobierno de impulsar la construcci¨®n de esta v¨ªa, en detrimento de la opci¨®n atl¨¢ntica. Formalmente al menos, esta preferencia francesa no condiciona la opci¨®n espa?ola.