Las l¨¢grimas de un soldado iraqu¨ª
En su peri¨®dico del 25 de febrero de 1991, en las p¨¢ginas 17 y 18, Fusi y V¨¢zquez Rial equiparan de una forma u otra la defensa del pueblo palestino -y la consiguiente cr¨ªtica a Israel- con debilidad de las convicciones democr¨¢ticas (el art¨ªculo de Fusi) y con el antisemitismo fascista (V¨¢zquez).Deseo manifestar claramente que mis convicciones son abiertamente democr¨¢ticas, y estoy lejos de considerarme un fascista antisemita y, sin embargo, yo soy propalestino.
Lo soy, en primer lugar, porque me parece una tremenda injusticia hist¨®rica el despojo de la tierra y de las instituciones a que se vieron sometidos los palestinos con la creaci¨®n del Estado del Israel.
En este sentido, s¨®lo puedo tomar por una iron¨ªa grotesca que Fusi considere que fue culpa del pueblo palestino el haberse opuesto en 1947 a la participaci¨®n de su propio pa¨ªs, el no haber renunciado a las casas, las tierras, los pueblos de casi la mitad de su territorio, que pasaban a pertenecer, seg¨²n mandato de la ONU, a otro Estado, confesional y culturalmente ajeno a ellos; ?a qu¨¦ pueblo se le podr¨ªa pedir pasividad ante esto?
Soy propalestino, en segundo lugar, porque me parece abominable el trato que recibe la mayor parte de los habitantes no jud¨ªos de la antigua Palestina, especialmente en los territorios ocupados. Porque no necesito ser antisemita para escandalizarme por el cierre de colegios y universidades durante a?os, de las restricciones en las libertades de expresi¨®n, residencia y movimiento, de la expropiaci¨®n forzosa de tierras para proceder a su entrega a otras gentes s¨®lo porque pertenecen al mismo grupo religioso y cultural de los gobernantes.
Finalmente, puedo proclamar que soy propalestino a fuer de no antisemita y por las mismas razones por las que no soy antisemita. Porque admiro enormemente las aportaciones intelectuales, pasadas y presentes, del pueblo jud¨ªo, y me duele enormemente que los que se llaman herederos de los padres del antibi¨®tico y el psicoan¨¢lisis encierren durante semanas en sus casas a millones de personas sin posibilidad de comprar alimentos ni recibir atenci¨®n m¨¦dica, porque los que se reclaman de la estirpe de Marx sometan a un despojo sistem¨¢tico y a una explotaci¨®n econ¨®mica brutal a todo un pueblo, que se ve reducido a la servidumbre; porque, para acabar, deseo ver al pueblo jud¨ªo libre de la infamia hist¨®rica que est¨¢ contrayendo con el comportamiento racista e inmoral del Estado de Israel.-
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