Los afectados de sida, contra su aislamiento en los hospitales

El I Congreso nacional sobre el sida, clausurado anoche por Iroshi Nakajima, director general de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) y Jul¨ªan Garc¨ªa Vargas, ministro de Sanidad y Consumo, ha puesto de manifiesto la disparidad de criterios que hay entre m¨¦dicos, enfermeras y colectivos de afectados. As¨ª, mientras ¨¦stos ¨²ltimos consideran que las unidades especiales en los hospitales aumenta su marginaci¨®n, los sanitarios afirman que ofrecen mejor calidad asistencial.Esas unidades no existen formalmente, pero funcionan de hecho en los centros sanitarios que cuentan con facultativos especializados en el tratamiento del sida. Para Pilar Est¨¦banez, miembro del comit¨¦ de la Sociedad Espa?ola Interdisciplinar de Sida (Seisida), que ha organizado el encuentro, presentan la ventaja de ofrecer "mejor calidad enlos cuidados que proporciona a los enfermos". Sin embargo, H¨¦ctor Anabitarte, miembro del mismo comit¨¦, se muestra. contrario a ellas porque presentan el "riesgo de convertirse en un gueto". John Green, sic¨®logo en el St. Mary's Hospital, de Londres, se?ala entre los aspectos positivos de estas unidades que "al paciente les gusta socializarse y contactar con enfermos como ¨¦l y no con gente que no conoce su dolencia."

Gueto legalizado

"Aceptar las unidades especiales es legalizar la marginaci¨®n. De hecho, se est¨¢ asumiendo sin querer reconocerlo expresamente que hay un rechazo entre el personal sanitario al sida. Es cierto que hay enfermos de ciudades pequenas, como ?vila, que piden el traslado a Madrid porque creen que se les va a cuidar mejor, pero tambi¨¦n porque all¨ª no hay m¨¦dicos que les quieran atender. En Madrid, por ejemplo, hay cuatro o cinco dentistas condenados a no tener m¨¢s pacientes que los de sida, porque s¨®lo ellos les atienden. Corremos el riesgo de que se cree un fen¨®meno similar al del aborto: s¨®lo unos pocos centros se hacen cargo de la asistencia. Se crea un gueto que puede colapsar el hospital", dice Anabitarte.Las discrepancias se han puesto de manifiesto tambi¨¦n en otros terrenos, como la asistencia domiciliaria. "El ayuntamiento de Madrid ha pedido al Comit¨¦ Ciudadano Anti-sida que se haga cargo de esa asistencia, pero nos hemos negado porque hay servicios municipales con infraestructura para ocuparse de ella. Adem¨¢s, subsiste un problema de lenguaje. La OMS ya no se refiere a los enfermos de sida dividi¨¦ndoles por grupos d¨¦ riesgo, pero los m¨¦dicos a¨²n utilizan esa expresi¨®n, estigmatizando as¨ª a los enfermos", dice Anabitarte.

Entre las aportaciones positivas del encuentro, Pilar Est¨¦banez se?ala dos estudios que reflejan los cambios de h¨¢bitos producidos entre los toxic¨®manos por v¨ªa intravenosa y las prostitutas. Seg¨²n un estudio de la CEen el que ha participado Espa?a, actualmente cerca de la mitad de los toxic¨®manos no comparten jeringuillas, frente al 98% que s¨ª las compart¨ªan a principios de los a?os ochenta. El estudio tarribi¨¦n descubre que ¨¦ste colectivo es reacio al uso de preservativos. Sobre las prostitutas, una encuesta realizada entre 1.200 profeslonales de 22 provincias espa?olas revela que el 48% usa condones con sus clientes. Seg¨²n datos de la OMS, 334.215 personas padecen sida en el mundo.