Situaci¨®n dram¨¢tica en Brindisi por el hacinamiento de 20.000 albaneses
ENVIADO ESPECIAL, La situaci¨®n de los m¨¢s de 20.000 refugiados albaneses en Brindisi alcanz¨® ayer un grado de dramatismo que hace temer la proliferaci¨®n de incidentes si el Estado italiano no reacciona. Las declaraciones de los m¨¢ximos dirigentes desde Roma adquirieron ayer un tono claramente disuasorio para los albaneses que sue?en a¨²n con acceder al para¨ªso capitalista, a tan pocas millas de la frontera occidental albanesa. Las promesas de mayor ayuda econ¨®mica a Albania se mezclan con lamentaciones sobre la "sorpresa" con que ha recibido Italia esta avalancha, que, como se?alaba el director del diario romano La Repubblica, era todo menos imprevisible.
(Italia no expulsar¨¢ a los miles de pr¨®fugos albaneses ya desembarcados en el pa¨ªs. La decisi¨®n no ha sido a¨²n tomada oficialmente pero la adelant¨® ayer el ministro de Asuntos Exteriores, Gianni de Michelis, tras una conversaci¨®n con el jefe del Gobierno, Giulio Andreotti. Italia impone la condici¨®n, seg¨²n el ministro, de que el Gobierno de Albania env¨ªe por escrito a Andreotti una petici¨®n en aquel sentido y solicite a la Comunidad Europea y a la ONU que ayuden a Italia a resolver la emergencia. El Gobierno alban¨¦s deber¨¢ comprometerse tambi¨¦n a que no llegar¨¢n nuevos pr¨®fugos a Italia, informa Juan Arias.)Mientras se confirma en Brindisi que, frente a anteriores fugas masivas de este pa¨ªs adri¨¢tico, el nivel cultural y social de aquellos que huyen de Albania es cada vez m¨¢s bajo, algunos de los m¨¢s informados entre ellos sugieren que Albania ha fomentado esta oleada de fugitivos para forzar a Roma a conceder una ayuda econ¨®mica a Tirana que parec¨ªa congelada ante el giro represivo adoptado por el r¨¦gimen de Ramiz Alia.
Pese a la masiva, generosa y en ocasiones conmovedora ayuda de la poblaci¨®n de esta regi¨®n suroriental italiana, miles de albaneses en la m¨¢s absoluta indigencia han puesto a Brindisi al borde del colapso y la han convertido en una ciudad en estado de excepci¨®n no declarado.
Esfuerzo in¨²til
Los esfuerzos de las autoridades locales para dar cobijo a los fugitivos fueron ayer tan denodados como bald¨ªos en su mayor¨ªa. Fuertes e insistentes aguaceros que comenzaron a primera hora de la tarde hicieron a¨²n m¨¢s insostenible la situaci¨®n de los albaneses llegados durante la semana en los barcos ahora requisados por las autoridades.Miles de albaneses rondan por las calles de la ciudad pidiendo limosna y arrastrando bolsas de pl¨¢stico con sus mis¨¦rrimas pertenencias. Una gran mayor¨ªa tuvo que pasar de nuevo la noche en las instalaciones portuarias, en las que la polic¨ªa y los miembros de organizaciones caritativas ya no entran sin mascarillas por el peligro de epidemias.
Basura esparcida por todos los edificios del puerto, un penetrante hedor a orina y sudor en las naves y colegios p¨²blicos que albergan a los albaneses y la amenaza de epidemias han creado un ambiente de alarma y desesperaci¨®n que hace temer des¨®rdenes. Las autoridades italianas han decidido, pese a reticencias iniciales, trasladar unidades del Ej¨¦rcito a Brindisi.
Ayer no lleg¨® ning¨²n buque con refugiados, ya sea por la publicidad dada por Radio Tirana a la grave situaci¨®n de sus compatriotas en Italia y el control militar en los puertos albaneses, ya por el bloqueo impuesto por la Marina italiana en el estrecho de Otranto, punto m¨¢s cercano entre ambas costas.
En Brindisi se palpa la indignaci¨®n de la poblaci¨®n por lo que consideran dejaci¨®n absoluta de los deberes del Estado dirigido desde Roma. Ayuntamientos cercanos, bloques de viviendas de trabajadores, comerciantes y particulares suministran material m¨¦dico, alimentos, ropa usada y mantas a los albaneses, en su mayor¨ªa j¨®venes, que carecen de todo y duermen entre basuras en la terminal del puerto.
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