P¨¦rdida de influencia del guerrismo y derrota parcial del 'clan de Chamart¨ªn'
El avance de Carlos Solchaga, la semiderrota del grupo de Chamart¨ªn y la p¨¦rdida de influencia del guerrismo constituyen los principales resultados del cambio de ministros resuelto por Felipe Gonz¨¢lez. El jefe del Gobierno ha destituido a algunos adversarios de Guerra y ha distribuido el poder de su ex vicepresidente entre los que combatieron al otrora n¨²mero dos: el resultado es un escenario de transici¨®n y el predominio de hombres moderados.
El ministro de Econom¨ªa, Carlos Solchaga que dio en vano su primera batalla de cara al 32? Congreso del PSOE, sale reforzado la crisis. No s¨®lo por su propia continuidad -frente a la ausencia de Alfonso Guerra- sino por la permanencia de Claudio Aranzadi como ministro de Industria, con poderes incrementados, al hacerle tambi¨¦n respoonsable de Comercio, lo cual indica el escaso impacto de las cr¨ªticas del guerrismo contra este ministro. Solchaga ha sugerido tambi¨¦n el nombre de Pedro Solbes como responsable de Agricultura y acepta -aunque no sea de su equipo- a Juli¨¢n Garc¨ªa Valverde en Sanidad.El guerrismo pierde tambi¨¦n el control que ejerc¨ªa sobre el Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo -un departamento clave en el gasto del dinero estatal-, al quedar fuera del Ejecutivo el hasta ahora titular de dicho departamento, Javier S¨¢enz Cosculluela.
Las competencias de este ¨²ltimo pasan al departamento de Obras P¨²blicas y Transportes, para el que se nombra a Jos¨¦ llorrell. Si es discutible que Borrell pueda considerarse, al 100%, "un hombre de Solchaga", es indiscutible la antipat¨ªa de que goza entre los guerristas.
Lo ¨²nico que Felipe Gonz¨¢lez no ha concedido a su ministro de Econom¨ªa es el ascenso a vicepresidente, sea por no agraviar en exceso a Guerra o m¨¢s bien para demostrar que nadie puede presionar hasta ese extremo.
En cuanto a la pugna entre guerristas y el clan de Chamart¨ªn -el grupo que ha defendido a Joaqu¨ªn Leguina en la batalla del socialismo madrile?o- el resultado es confuso. Del Gobierno salen dos personas de este sector: Jos¨¦ Barrionuevo y Joaqu¨ªn Almunia. ?ste es el m¨¢s significativo. La historia reciente de Almunia es la de un ministro enfrentado al aparato del PSOE en la gesti¨®n del Ministerio de AdmInistraciones P¨²blicas. El nombre de Juan Manuel Eguiagaray para sustituirle sugiere el de una persona de la completa confianza de Txiki Benegas, jefe emergente del aparato socialista desde el declive de Guerra.
Almunia procede de la ejecutiva del PSOE y tiene el perfil de un hombre de aparato: pero no forma parte del que actualmente dirige el partido socialista. Es m¨¢s: los que est¨¢n ah¨ª le creen capaz de organizar una alternativa. Felipe Gonz¨¢lez ha tenido que prescindir de uno de sus m¨¢s fieles ayudantes de otros tiempos, porque para dar batallas internas a la vista del p¨²blico y no salir defenestrado hay que llamarse, por lo menos, Carlos Solchaga.
Los mi¨¦rcoles, reuni¨®n
Los guerristas han atacado menos a Javier Solana, figura importante del grupo de Chamart¨ªn, que ha jugado m¨¢s sabiamente a la ambig¨¹edad. Solana se mantiene, pero no progresa: ni logra una vicepresidencia, ni tampoco una cartera m¨¢s lucida.Jos¨¦ Borrell mantiene relaciones con el clan de Chamart¨ªn y asiste con frecuencia a las reuniones que este grupo realiza todos los mi¨¦rcoles, con un pretexto acad¨¦mico, pero eso no implica que Borrell sea un hombre "del grupo de Chamart¨ªn". Como tampoco la salida de Carlos Romero implica que el clan haya perdido a uno de los suyos, aunque haya existido cierta relaci¨®n previa.
La soledad pol¨ªtica de Solana en el Gabinete podr¨ªa haber sido menor con la presencia de Jos¨¦ Mar¨ªa Maravall. Pero ¨¦ste ¨²ltimo ya rechaz¨® hace un a?o una sugerencia de Felipe Gonz¨¢lez para convertirse en su secretario pol¨ªtico en la Moncloa -el antiguo puesto de Julio Feo- y ahora ha vuelto a decir que no.
Un caso aparte es el de Jorge Sempr¨²n, punta de lanza en la crisis del Gobierno. Sus malas relaciones con Guerra le han costado salir del Ejecutivo.
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