La nueva OTAN encalla en Europa
Estados Unidos quiere un pilar defensivo europeo s¨®lo para intervenir fuera del continente
La nueva OTAN tiene el reloj parado. El cambio de estrategia militar para adaptarla al fin de la guerra fr¨ªa est¨¢ pendiente de "algunos factores que ensombrecen el panorama", y "los embajadores aliados no terminan de cuajar el marco pol¨ªtico", afirman fuentes de la Alianza Atl¨¢ntica. La clave del problema est¨¢ en definir la pol¨ªtica de seguridad europea. Los aliados de la CE est¨¢n divididos en cuanto al objetivo, y Estados Unidos quiere un pilar europeo s¨®lo para que intervenga en los conflictos fuera de Europa. "La cumbre de jefes de Estado y de Gobierno aliados prevista para junio ser¨¢ retrasada hasta fin de a?o, a menos que el presidente Bush decida apretar el acelerador", afirma un embajador europeo ante la OTAN. Los trabajos para definir la Alianza Atl¨¢ntica del futuro no avanzan. No hay consenso en los puntos b¨¢sicos.
El 6 de julio de 1990, en la cumbre de Londres, los l¨ªderes aliados tendieron la mano de amistad a la URSS y acordaron revisar la estrategia de la disuasi¨®n para adaptarse a los nuevos tiempos. La respuesta flexible (el uso del arma nuclear como respuesta posible a cualquier ataque) se convertir¨ªa en un ¨²ltimo recurso. La disminuci¨®n de la amenaza sovi¨¦tica se traducir¨ªa en desarme progresivo. Para responder a las hip¨®tesis optimistas del momento, los 16 aliados se dieron el plazo de un a?o.En paralelo, los 12 pa¨ªses de la CE asumieron el principio de que su proyecto de pol¨ªtica exterior com¨²n ten¨ªa que incluir como elemento esencial la seguridad y la defensa. En el qu¨¦, el c¨®mo y el cu¨¢ndo de este objetivo radican las diferencias. Nadie entre los Doce, haciendo abstracci¨®n de la neutral Irlanda, pone en cuesti¨®n la preeminencia en materia de seguridad de la Alianza Atl¨¢ntica.
El pilar europeo es el nombre que recibe la futura pol¨ªtica de seguridad de Europa dentro de la OTAN. Para los pa¨ªses de la CE, "la dificultad es intentar vender un producto que no existe, que s¨®lo est¨¢ esbozado", apunta un experto aliado. Pero el principal escollo est¨¢ en las divergencias internas.
Francia, Alemania, Espa?a, Italia y B¨¦lgica apuestan por una dimensi¨®n de seguridad propia, y eventualmente de defensa, aunque sin poner en cuesti¨®n las relaciones transatl¨¢nticas. Esa identidad europea necesita dotarse de estructuras, y se ha pensado en integrar la UEO en la CE -en el horizonte de 1998- para cumplir ese papel.
Dinamarca acepta el principio de seguridad, pero rechaza hablar de defensa europea. El Reino Unido quiere a la UEO fuera, como un puente entre la CE y la OTAN. Anclada en su conciencia de isla, Gran Breta?a no quiere integrarse demasiado con el resto de Europa. Holanda, en una pirueta espectacular, ha cambiado de bando e intenta sobrepasar a los brit¨¢nicos en su fidelidad a Estados Unidos. Los otros tres aliados continentales -Turqu¨ªa, Noruega e Island¨ªa- rechazan un pilar europeo sin su presencia.
Otros riesgos
Antes, la OTAN s¨®lo estaba pendiente de la URSS, el enemigo del que pod¨ªa venir una invasi¨®n. "Rebajada la tensi¨®n, ahora tiene que mirar a todas partes para prevenir los riesgos que ya no puede resolver la guerra fr¨ªa" comenta un embajador europeo. La guerra del Golfo es el primer ejemplo.En Estados Unidos se empieza a hablar de que los soldados desplazados al Golfo ya no volver¨¢n a Europa, y que la presencia militar quedar¨¢ reducida a 100.000 hombres de los m¨¢s de 300.000 aqu¨ª instalados. El recorte obedece a motivos presupuestarios y, sobre todo, al reparto de la carga para que sean los europeos los que empiecen a asumir la responsabilidad de su defensa. Todo ello sin perder el liderazgo norteamericano.
William Taft, el embajador estadounidense ante la OTAN, desarroll¨® hace unos d¨ªas la idea americana del pilar europeo. Europa tiene derecho a concertarse para tener una sola voz, e incluso podr¨ªa asumir un mayor papel si lo respalda con medios militares, pero la CE no puede en absoluto "debilitar la relaci¨®n transatl¨¢ntica" o "la cohesi¨®n aliada". Tambi¨¦n hay que evitar a toda costa duplicidades entre las organizaciones. En el dise?o norteamericano, la UEO y la pol¨ªtica de seguridad de la CE pueden ser el instrumento para la intervenci¨®n fuera de zona, dado que Francia y Espa?a se niegan a que ¨¦sta sea una competencia a?adida a la OTAN.
En las reuniones semanales que, desde hace meses, mantienen los embajadores aliados en el Consejo Atl¨¢ntico, la identidad europea se ha convertido en el monotema del futuro de la Alianza Atl¨¢ntica. "El objetivo es contar alg¨²n d¨ªa con una estructura militar europea, combinada con la presencia militar norteamericana", seg¨²n un alto responsable de la Alianza. Si esa puerta se abre, "Francia estar¨ªa dispuesta a integrarse en la estructura militar integrada de la OTAN, aunque s¨®lo en lo que respecta a fuerzas convencionales". Espa?a, seg¨²n fuentes del Gobierno, har¨ªa lo mismo, y Alemania podr¨ªa revisar su Constituci¨®n para participar en el dispositivo de actuaci¨®n fuera de zona. ?Y si todo quedara en buenas palabras? "Nosotros seguir¨ªamos con los acuerdos de cooperaci¨®n, simplemente", responde un representante espa?ol.
El flanco sur
El papel multidireccional que asumir¨¢ la OTAN se centra, adem¨¢s de en la URSS, en el flanco sur, en una estrategia de prevenci¨®n de conflictos. Para Europa, Oriente Pr¨®ximo y el Magreb ser¨ªan los campos de defensa de intereses vitales, pues, en opini¨®n de fuentes aliadas, no se contempla ni por asomo la posibilidad de un protagonismo compartido con Estados Unidos en Asia o en Am¨¦rica Latina.La seguridad europea tendr¨¢ un precio. Ante el proyecto te¨®rico, la realidad es que Europa carece de capacidad de respuesta militar, de tecnolog¨ªa b¨¦lica, de medios de movilizaci¨®n y de un mercado com¨²n de armamento. Muchos de los proyectos conjuntos, como el avi¨®n de combate europeo, est¨¢n abandonados.
Frente al protagonismo pol¨ªtico, Estados Unidos resalta la. debilidad militar de Europa con varias hip¨®tesis cuya probabilidad se agudiza por la crisis de los pa¨ªses del Este y ¨¦l azaroso futuro de la perestroika. ?S¨®lo nos vais a llamar para garantizar el equilibrio estrat¨¦gico frente a la URSS?, preguntan los norteamericanos. O, en caso de crisis en Yugoslavia u otro pa¨ªs, ?ser¨ªais capaces de controlarla solos, incluso aunque no se produjera una intervenci¨®n sovi¨¦tica?
Manfred Woerner, el secretario general de la OTAN, y algunos portavoces tienen una visi¨®n m¨¢s optimista del futuro de la Alianza Atl¨¢ntica. "Existe ya un amplio consenso", afirman. Algunos embajadores europeos critican en privado que los comunicados oficiales est¨¦n tan sesgados hacia el punto de vista de brit¨¢nicos y norteamericanos.
Los pa¨ªses del Este
Tambi¨¦n ponen en duda la oportunidad del insistente mensaje de Woerner de presentar la OTAN como ¨²nica garant¨ªa de la seguridad europea. Eso significa olvidar la CSCE como proceso paneuropeo, o incluso el Consejo de Europa. "No es momento para prometer mecanismos de asociaci¨®n a los pa¨ªses del Este, en los que crece la inestabilidad una vez desmontada la estructura militar del Pacto de Varsovia". El presidente checoslovaco, Vaclav Havel, llegar¨¢ el d¨ªa 21 a Bruselas para pedir el ingreso en la OTAN. "Se le va a decir que no es posible, y acaso no lo sea nunca, aunque los pa¨ªses del Este necesitan protecci¨®n de todo tipo", afirma un diplom¨¢tico.El optimismo de Woerner se explica en parte porque, en lo que respecta a la revisi¨®n de la estrategia militar, existe un acuerdo sobre las l¨ªneas fundamentales. Habr¨¢ menos fuerzas, pero ser¨¢n mucho m¨¢s m¨®viles. Se crear¨¢n divisiones multinacionales e imperar¨¢ la flexibilidad.
El Comit¨¦ de Planes de Defensa tiene el mandato de dejar cerrado este cap¨ªtulo en la reuni¨®n ministerial de finales de mayo. Como "los factores que ensombrecen el panorama" aumentan tanto en el Este como en el Sur, acaso habr¨¢ que dejar la definici¨®n de la nueva estrategia entre par¨¦ntesis hasta que el Consejo Atl¨¢ntico se ponga de acuerdo en el marco pol¨ªtico. Fuentes oficiales de la OTAN no ocultan su preocupaci¨®n por los camuflajes sovi¨¦ticos para evitar parte de la reducci¨®n de tanques y tropas fijada en el acuerdo CFE. Los militares de la URSS quieren corregir "los errores diplom¨¢ticos de la negociaci¨®n", y temen las consecuencias de perder el colch¨®n d¨¦ seguridad que formaban sus pa¨ªses sat¨¦lites del Este. El freno al proceso de desarme condicionar¨¢ sin duda la nueva doctrina militar aliada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.