Los 'seis de Birmingham', declarados inocentes tras pasar 16 a?os en la c¨¢rcel
Los seis de Birmingham, detenidos en noviembre de 1974 bajo la acusaci¨®n de haber sido los autores del doble atentado del IRA que cost¨® 21 vidas y provoc¨® casi 200 heridos en esa ciudad inglesa, y condenados en 1975 a cadena perpetua, fueron puestos ayer en litiertad tras pasar 16 a?os largos en la c¨¢rcel. El juez presidente del tiribunal de apelaci¨®n decidi¨® que no hab¨ªa razones para seguir con la Pena y decret¨® su libertad en medio de escenas cargadas de j¨²bilo y ernoci¨®n en la sala, repleta de familiares de los apelantes.
El Gobierno anunci¨® inmediatamente la apertura de una investigaci¨®n sobre el funcionamiento del sistema de justicia penal. La suerte de la apelaci¨®n estaba echada desde el momento en que la fiscal¨ªa declarara, antes de que se abriera la vista a principios de la semana pasada, que las bases en que se sustentaba su caso no ten¨ªan cr¨¦dito.La apelaci¨®n ha demostrado que las declaraciones autoinculpatorias de 1974 -que los acusado siempre han sostenido les fueron extra¨ªdas a golpes- fueron manipuladas por la polic¨ªa y que las pruebas qu¨ªmicas forenses que parec¨ªan demostrar que dos de ellos hab¨ªan manipulado explosivos eran t¨¦cnicamente repudiables: el mismo resultado se obten¨ªa del contacto con detergente o con cigarrillos. Lord Lloyd, presidente del tribunal declar¨® que en vista de las pruebas presentadas en la apelaci¨®n los seis quedaban en libertad. La sentencia ser¨¢ publicada dentro de unos d¨ªas.
Las palabras del juez fueron acogidas con gritos de euforia, l¨¢grimas de emoci¨®n abrazos entre los acusados y en la tribuna del p¨²blico. Frente al edificio del tribunal, en Old Bailey, donde cientos de simpatizantes estaban esperando ese momento, la noticia provoc¨® un estremecimiento elevado hasta el paroxismo cuando, casi media hora despu¨¦s, tras completar las formalidades, los seis aparecieron en la calle.
Ventear el odio
El griter¨ªo que recibi¨® a estos seis hombres de edades comprendidas entre los 44 a?os de Gerry Hunter y los 60 de Hugh Callaghan, aunque todos cen aspecto de m¨¢s edad, fue tremendo. Inmediatamente se dirigieron a unos micr¨®fonos desde donde, en desorganizada confusi¨®n, ventearon su odio a un sistema que, seg¨²n dijo uno de ellos, sab¨ªa desde el primer momento que eran inocentes.La ira por la injusticia de que hab¨ªan sido v¨ªctimas llev¨® a uno a pronunciar el equivalente al refr¨¢n "A todo cerdo le llega su San Mart¨ªn", en alusi¨®n a las responsabilidades incurridas por quienes fabricaron las pruebas y quienes se negaron a creer su protesta de inocencia. Tambi¨¦n agradecieron el apoyo de quienes hab¨ªan luchado por su causa, el m¨¢s importante de los cuales ha sido el parlamentario laborista Chris Mull¨ªn, autor del libro Error of Judgement (Error Judicial) en el que desmonta las acusaciones de culpabilidad y dice haber hablado con los autores de las atrocidades de Birmingham, el atentado m¨¢s sangriento del IRA en Gran Breta?a. Dos programas de televisi¨®n tambien han servido para mantener el caso en candelero.
Los atentados se produjeron en el curso de una intensa campa?a terrorista del IRA que desat¨® una profunda fob¨ªa antiirlandesas en las islas. El juicio de 1975 se celebr¨® sin que hubiera cedido esa atm¨®sfera y el juez dijo que les condenaba a cadena perpetua tras haber visto las pruebas m¨¢s abrumadaras de su carrera contra unos acusados. Sucesivas apelaciones, la ¨²ltima en 1988, confirmaron el juicio original.
La puesta en libertad de los seis constituye un inapelable veredicto de culpabilidad sobre el sistema policial y judicial brit¨¢nicos.
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