Shevardnadze afirma que piensa igual que Gorbachov
EL PA?S Edvard Shevardnadze, el ex ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores que puso de manifiesto las dificultades de la perestroika cuando dimiti¨® inesperadamente, el pasado 20 de diciembre, ha concedido una amplia entrevista a Eugenio Scalfari, director del diario italiano La Repubblica, en la que expresa su confianza y sinton¨ªa actual con Mijail Gorbachov, al tiempo que se muestra poco partidario de encabezar ning¨²n nuevo movimiento pol¨ªtico en la URSS. Lo que sigue es un resumen de las declaraciones de Shevardnadze.
"Somos viejos amigos, y no s¨®lo amigos: pensamos del mismo modo. Tambi¨¦n creo que mientras contin¨²e defendiendo los ideales de la perestroika seguiremos siendo amigos. En cambio, si hubiera una renuncia por su parte a los principios sobre los que fundamos nuestra revoluci¨®n, resultar¨ªa dif¨ªcil continuar hablando de una amistad verdadera", afirma Shevardnadze refiri¨¦ndose al presidente de la URSS. "Pero no creo que Gorbachov pueda cancelar todo lo que se ha hecho en estos a?os Hoy es preciso considerar que el presidente tiene dificultades, que en la sociedad hay un enfrentamiento muy ¨¢spero y que ¨¦l se encuentra ante desaf¨ªos dram¨¢ticos", a?ade.El dimisionario ministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores se niega, por otra parte, a convertirse en un polo pol¨ªtico intermedio entre Gorbachov y el radicalismo de Bor¨ªs Yeltsin. "La situaci¨®n es muy compleja", dice. "No opino que crear un nuevo polo pol¨ªtico ayudara a resolver los problemas del pa¨ªs. El primer objetivo que debemos proponer hoy es que los dos presidentes se sienten a la misma mesa y busquen puntos de encuentro. M¨¢s que una tercera fuerza pol¨ªtica, en esta fase es necesario que se consolide el proceso de clarificaci¨®n pol¨ªtica, la definici¨®n de una plataforma com¨²n de los dem¨®cratas -y hablo de los verdaderos-, que todav¨ªa no existe".
En otro momento, Shevardnadze explica que no pretendi¨® hacer de su dimisi¨®n una se?al de desconfianza hacia la perestroika: "MI dimisi¨®n tuvo un objetivo bien preciso: llamar la atenci¨®n de toda la sociedad sobre los peligros que hubiera implicado la puesta en discusi¨®n de los pasos dados por la URSS en el campo internacional, sobre todo los acuerdos con Am¨¦rica, el tratado con Alemania, el nuevo cuadro de las relaciones con Europa oriental. Y creo que mi dimisi¨®n contribuy¨® parad¨®jicamente a que el S¨®viet Supremo ratificara la reunificaci¨®n alemana".
El lastre econ¨®mico
"La impresi¨®n que muchos hemos tenido en estos a?os es que, mientras en pol¨ªtica exterior hab¨ªa una l¨ªnea muy precisa y concreta, no existi¨® una lucidez de dise?o an¨¢loga en pol¨ªtica interior ni en econom¨ªa. ?Por qu¨¦7, pregunta Eugenio Scalfari.
Responde Shevardnadze: "Reformar la econom¨ªa es m¨¢s dif¨ªcil que reformar la pol¨ªtica. Para cambiar las estructuras econ¨®micas se necesitan a?os, incluso d¨¦cadas, y nosotros hab¨ªamos pensado hacerlo en dos o tres a?os. Hubimos de darnos cuenta de la tenacidad de los viejos h¨¢bitos y de las viejas estructuras. Lo he dicho ya en otra ocasi¨®n: tuvimos que descontar la herencia pesad¨ªsima del pasado. Esto no quita que hayamos cometido errores de fechas, de programas, de la oportunidad de las decisiones. Por ejemplo, creo que debimos movernos mucho m¨¢s r¨¢pidamente hacia el mercado, aunque la tarea hubiera resultado extraordinariamente dif¨ªcil. Si en los primeros a?os -me refiero al 87-88- hubi¨¦ramos tenido m¨¢s coraje, habr¨ªamos recogido un cr¨¦dito de confianza mucho m¨¢s amplio y tal vez hoy estar¨ªamos en una situaci¨®n distinta. Es un error que yo tambi¨¦n comet¨ª, sobre todo porque en relaci¨®n con mis otros colegas del Gobierno ten¨ªa una experiencia bastante rica en el campo econ¨®mico".
El ex ministro de Exteriores describe as¨ª el proceso social vivido en la URSS durante los ¨²ltimos a?os: "Las ideas maestras de la perestroika son ya un patrimonio nacional colectivo. Al principio, todos se daban cuenta de que era imposible seguir como antes. Pero el proceso se ha diluido demasiado y ha terminado por desatar tensiones sociales. En este contexto, resulta dif¨ªcil individualizar a un grupo m¨¢s interesado que otros en la perestroika. Veamos un ejemplo. Un sector como el complejo militar-industrial -y en un pa¨ªs militarizado como el nuestro se trata de empresas enormes- era al principio favorable a la perestroika y constitu¨ªa una base seria de apoyo. Pero la crisis econ¨®mica, las convulsiones estructurales han producido contragolpes y hoy es dif¨ªcil decir que sea entusiasta de la perestroika. Otro caso es el de los pensionistas. Son 50 millones. Eran, sin duda, una base social de la perestroika, porque esperaban una vida mejor y m¨¢s libertad. Pero cuando han llegado a faltar mercanc¨ªas en los comercios, incluso las m¨¢s necesarias, han dejado de aplaudir".
Autodeterminaci¨®n
En relaci¨®n con las fuerzas centr¨ªpetas que amenazan con desmembrar a la URSS, Shevardnadze afirma: "Debemos tener el valor de afrontar el problema de la autodeterminaci¨®n de la nacionalidad, es un principio irrenunciable. En otro caso, ?qu¨¦ dem¨®cratas ser¨ªamos? Pero ese objetivo debe ser alcanzado con medios pol¨ªticos, a trav¨¦s del di¨¢logo".
Sobre la situaci¨®n del PCUS y la posici¨®n de Gorbachov en el partido, el ex ministro de Exteriores opina lo siguiente: "En las organizaciones de base hay numerosos dem¨®cratas, pero talvez ¨¦stos sean menos en las instancias superiores del PCUS. Hemos revocado el art¨ªculo 6 de la Constituci¨®n, que sancionaba el monopolio pol¨ªtico del partido, pero no soy tan ingenuo como para pensar que eso sea ya una realidad. Creo que dentro de alg¨²n tiempo m¨¢s se plantear¨¢, y con gran crudeza, el problema de la despolitizaci¨®n de las estructuras estatales, del Ej¨¦rcito y de otras instituciones, porque ¨¦se es un requisito esencial del pluralismo pol¨ªtico. Sin embargo, no hay duda de que la posici¨®n de Gorbachov en el partido se ha debilitado con la salida de un cierto grupo de personas".
"Sin duda, el presidente tiene alg¨²n margen de maniobra, pero ning¨²n dirigente pol¨ªtico puede avanzar sin una base real de apoyo", dice en otro momento Shevardnadze. "Los conservadores son m¨¢s compactos. ( ... ) Pienso que el presidente debe apoyar activamente el proceso de reforzamiento [de los dem¨®cratas]".
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