'Yihad' contra sentidos y deseos
Los 200.000 musulmanes residentes en Espa?a iniciaron el domingo el mes de 'Ramad¨¢n'
Deseos, ego¨ªsmo y agresividad deben tomarse vacaciones, tal como prescribe el Cor¨¢n, durante el mes de ramad¨¢n, que comenz¨® el pasado domingo en los pa¨ªses del Magreb y de Europa Occidental. Muchos de los 200.000 musulmanes -la mayor¨ªa marroquies e ilegales- residentes en Espa?a se han sumado a esta yihad (guerra santa) contra los sentidos. No comen, ni beben, ni fuman, ni mantienen relaciones sexuales durante el d¨ªa. La tabla rasa concluye cuando, como cada d¨ªa, asoma la luna.
Naci¨® en 1956 en Chaouen. Las puertas te?idas de a?il y las fachadas encaladas de esa poblaci¨®n del Rif marroqu¨ª no guardan ninguna similitud con las de la vivienda que Mohamed Chahman ocupa ahora en una localidad de nombre cristiano: Sant Vicenc, dels Horts, en el cintur¨®n industrial de Barcelona. Es un peque?o Marruecos que crece an¨¢rquico en las empinadas calles de los barrios de Sant Josep y La Gu¨¢rdia,"El jefe dice que trabajamos m¨¢s nosotros con el est¨®mago vac¨ªo que otros con el est¨®mago lleno", asegura un vecino del barrio de La Guardia mientras toma un t¨¦ en la mezquita gestionada por los marroqu¨ªes de Sant Vicen?. A ese oratorio acude habitualmente Mohamed Chahman. Lleg¨® a Espa?a en 1979, no tiene los papeles en regla y desde hace tres a?os viven con ¨¦l su esposa, Zadila, y sus hijos, Kamal y Shamira; asegura que en Espa?a no hay problemas de xenofobia o racismo, sino ¨²nicamente "problemas de papeles". Chahman trabaja en un vivero ocho horas al d¨ªa por un jornal de 3.000 pesetas. No se queja: "El jefe es bueno, me da unos minutos para rezar cada d¨ªa si no hay mucho trabajo".
Dios no mata?l, que cumple con el precepto de Ramad¨¢n desde la edad de 12 a?os, asegura que el mes de ascesis no es caluroso este a?o y, debido a ello, no hay necesidad, por duro que sea el trabajo, ni siquiera de beber agua. "Dios no nos revela su voluntad para matarnos, sino para el bien del cuerpo", dice Mohamed Azouz, que vive del comercio. "Por eso", a?ade, "si tienes que beber, bebes, y luego recuperas ese d¨ªa de ayuno". Est¨¢n exentos de observar estas reglas quienes no han llegado a la pubertad, las embarazadas, las mujeres que amamantan a sus hijos, los soldados en guerra y los viajeros.
El mes de ascesis de cuerpo y alma concluye con la Noche del Poder o del Deseo, Lailatu-I-Qadr, en la que se afirma que el ¨¢ngel Gabriel dict¨® a Mahoma el primer vers¨ªculo del Cor¨¢n. Esa noche todos pueden formular sus deseos y "como est¨¢s limpio, Al¨¢ te escucha", dice Azouz. Quiz¨¢ Ibrahim, un joven marroqu¨ª que tambi¨¦n vive en Sant Vicen? dels Horts, no tuvo mucha suerte al formular su deseo el a?o pasado. Fue detenido y expulsado a Marruecos. Hace unas semanas ha vuelto, despu¨¦s de cruzar el estrecho de Gibraltar clandestinamente.
"Los j¨®venes no hacen el Ramad¨¢n porque est¨¢n fuera del pa¨ªs; si est¨¢n en Marruecos s¨ª que lo hacen", afirma Mohamed Ramzi, nacido en Casablanca hace 45 a?os. Ramz1 tendr¨ªa dif¨ªcil el ayuno, en caso de que as¨ª lo decidiera. Trabaja de cocinero en el restaurante Par¨ªs, de Barcelona. "En la cocina es duro hacer Ramad¨¢n: tienes que probar la comida para ver si est¨¢ bien condimentada". ?l es uno de los pocos afortunados que tiene los papeles en regla, despu¨¦s de 20 a?os de intentos.
"Aqu¨ª lo hacen quienes tienen familia; de esta manera dan ejemplo a sus hijos, es el control familiar el que hace que se cumpla el ayuno", agrega Ramzi. "El contexto, en cambio, es poco favorable a que se haga el Ramad¨¢n", dice. "SI un obrero marroqu¨ª va a comer habitualmente con sus compa?eros, no dejar¨¢ de hacerlo, normalmente, durante este mes de ayuno", asegura Rarriz1 . Agrega que para ¨¦l es muy dif¨ªcil cumplir los preceptos cor¨¢nicos en lo que a comida se refiere, "porque la carne, por ejemplo, que habitualmente se consume no est¨¢ sacrificada con la cabeza del animal orientada hacia La Meca y dejando desangrar al animal, tras degollarlo".
Ramzi no forma parte de ese sector que la islam¨®loga Teresa Losada denomina "Islam tranquilo". ?l asegura haber perdido sus v¨ªnculos con la religi¨®n sociol¨®gica. Es el reverso de la medalla de muchos de sus compatriotas, que viven con Ilusi¨®n el v¨ªnculo comunitario del Ramad¨¢n, narra Emilio Galindo, especialista en temas isl¨¢micos.
Ricos y pobres
Las comidas en familia o los iftares, organizados por las sociedades y administraciones, permiten, seg¨²n Galindo, que patronos y obreros compartan el mismo pan. Esta dimensi¨®n comunitaria alcanza su hito en la beneficencia, en el zakat-alfitr, dice el islam¨®logo.
El islam obliga a sus seguidores a dar el 2,5% de sus bienes a los pobres al concluir el Ramad¨¢n. No es una limosna, afirma Galindo, sino una deducci¨®n sobre unos bienes que, en realidad, pertenecen a Dios. Los ricos muestran de esta manera su solidaridad con los pobres, de quienes deber¨ªan haber aprendido, gracias al ayuno, su dura experiencia de vida diaria.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.