El Papa modifica el recorrido tradicional del v¨ªa crucis

JUAN ARIAS, Juan Pablo II, que celebra el Viernes Santo el tradicional v¨ªa crucis en el Coliseo de Roma en recuerdo de los primeros m¨¢rtires cristianos arrojados a las fieras, como se lleva haciendo desde 1741, ha preparado una sorpresa que podr¨ªa escandalizar a los fieles m¨¢s tradicionales: se ha inventado un v¨ªa crucis, o mejor ha corregido el antiqu¨ªsimo haciendo desparecer algunas de las estaciones y a?adiendo otras nuevas.

Desaparecen cuatro estaciones de las m¨¢s populares y sentimentales: la Ver¨®nica enjuga el rostro de Jes¨²s; el encuentro de Cristo con su madre, Mar¨ªa, mientras sube hacia el Calvario, y dos de las ca¨ªdas con la cruz. Jes¨²s, en el nuevo v¨ªa crucis del papa Wojtyla, se cae s¨®lo una vez. Las cuatro estaciones eliminadas ser¨¢n sustituidas por otras cuatro: Jes¨²s suda sangre en el huerto de los Olivos, Pedro reniega tres veces de Cristo, la tralci¨®n de Judas y la promesa del cielo al buen ladr¨®n.

El jueves, el diario oficioso vaticano L'Osservatore Romano, a traves de Piero Marini, maestro de ceremonias pontificias, explic¨® por qu¨¦ el papa Juan Pablo II ha querido cambiar una tradici¨®n tan enraizada en el cristianismo. El motivo alegado es que el Papa ha querido eliminar del v¨ªa crucis aquellos pasos que "no tienen un fundamento b¨ªblico", es decir, de los que no se habla en los Evangelios. Y esto podr¨ªa crear ahora problemas con las reliquias, ya que el famoso velo con el que la Ver¨®nica enjug¨® el rostro de Jes¨²s era una de las reliquias m¨¢s populares, al mismo tiempo que las Ver¨®nicas se han quedado sin santa. Lo mismo que el encuentro con su madre, Mar¨ªa, era una de las estaciones de mayor intensidad piadosa. Por lo que se refiere a las tres ca¨ªdas bajo la cruz camino del G¨®lgota, dos de las cuales han desaparecido; parece ser que, adem¨¢s de no tener fundamento en los Evangelios, presentaban a un Jes¨²s demasiado "d¨¦bil". El v¨ªa crucis nuevo ha hecho recordar a los romanos que, en la antig¨¹edad, a dicha ceremonia p¨²blica acud¨ªan todos: nobles, cardenales, gente del pueblo y las prostitutas romanas, que el Viernes Santo cerraban todos los prost¨ªbulos para no perderse el v¨ªa crucis del Papa, y que volv¨ªan a abrirlos el S¨¢bado Santo "para celebrar la resurreccion de Jes¨²s", como narran las cr¨®nicas de aquel tiempo. Seg¨²n el Vaticano, los fieles que pref¨ªeran seguir haciendo el v¨ªa crucis tradicional podr¨¢n hacerlo sin ser tachados de herejes, aunque Roma preferir¨ªa que los cat¨®licos optaran ahora por el nuevo.