Un miembro del Frente Atl¨¦tico estuvo ocho d¨ªas en la UVI tras ser agredido por presuntos Ultrasur
Eduardo Zarcedo Gallego, de 17 a?os, miembro del Frente Atl¨¦tico, pe?a ultra del Atl¨¦tico de Madrid, permaneci¨® ocho d¨ªas ingresado en la Unidad de Vigilancia Intensiva del hospital G¨®mez Ulla de Madrid a consecuencia de la paliza que recibi¨® de presuntos integrantes de los Ultrasur, colectivo de violentos hinchas del Real Madrid. La salud del herido mejora lentamente, sin que hasta el momento haya podido recuperar el habla. Los hechos se produjeron el pasado d¨ªa 3, horas despu¨¦s del encuentro Atl¨¦tico de Madrid-Athletic de Bilbao. Las investigaciones de la polic¨ªa, que apuntan al citado grupo de fan¨¢ticos madridistas, no han permitido identificar a los autores de la fechor¨ªa.
Eduardo Zarcedo acudi¨® el domingo d¨ªa 3 al Vicente Calder¨®n como cada 15 d¨ªas. All¨ª se reuni¨® con sus amigos del Frente Atl¨¦tico, pe?a ultra de la que es socio desde inicios de esta temporada, y disfrut¨® de la victoria de su equipo ante el Athletic de Bilbao (2-0). Despu¨¦s, decidi¨® celebrarlo en la discoteca Nacional, en la carretera de Extremadura. All¨ª, la bufanda rojiblanca que luc¨ªa estuvo a punto de costarle la vida.
El Yuyu, apodo por el que se conoce a Eduardo en el Frente Atl¨¦tico, respondi¨® a la provocaci¨®n de varios individuos que pretend¨ªan arrebatarle la simb¨®lica prenda. Del insulto al desaf¨ªo, del desaf¨ªo a la violencia. Eduardo abandon¨® el local solo, dispuesto a partirse la cara all¨ª donde su adversario le hab¨ªa citado. Nada m¨¢s se supo de ¨¦l hasta pasado un buen rato, cuando fue encontrado sin sentido, sangrando por los o¨ªdos, en un callej¨®n alejado de la discoteca.
"Eduardo deb¨ªa ir algo bebido, porque, aunque es algo novato, seguro que no habr¨ªa salido solo. Lo que est¨¢ claro es que los que le pegaron son de los Ultrasur, porque un camarero de la discoteca que es del Frente nos lo dijo", coment¨® uno de los dirigentes de la pe?a ultra rojiblanca.
Golpes en la cabeza
Cuando Eduardo Zarcedo fue ingresado en la Unidad de Vigilancia Intensiva del hospital G¨®mez Ulla s¨®lo su cabeza presentaba s¨ªntomas de violencia El resto del cuerpo, no. Tres fuertes golpes, presumiblemente asestados con una barra de hierro, bastaron para provocarle una edema cerebral y una grave hemorragia. Los agresores, adem¨¢s, orinaron sobre su v¨ªctima, aunque este extremo no ha sido confirmado por la polic¨ªa. Los traumatismos arrebataron al herido el habla, la coordinaci¨®n de movimientos (no pod¨ªa comer por s¨ª solo) y la memoria. Ni a sus amigos reconoc¨ªa.
Durante ocho d¨ªas, desde la noche del 3 hasta la ma?ana, del 11, el joven permaneci¨® en la UVI, en estado de extrema gravedad. Despu¨¦s, fue trasladado a otro hospital, el Doce de Octubre, establecimiento que abandon¨® el pasado 16. En estos momentos se encuentra en pleno proceso de rehabilitaci¨®n, con serios problemas piara articular las palabras.
"Est¨¢ mucho mejor y confiamos en que vuelva a hablar con normalidad. Sin embargo el m¨¦dico nos ha advertido que por las lesiones sufridas podr¨ªa padecer ataques epil¨¦pticos; en el futuro", coment¨® la madre del muchacho a EL PA?S, que confirm¨® que la bufanda de su hijo desapareci¨® durante la agresi¨®n.
La Brigada de Seguridad Ciudadana de Madrid dirigi¨® sus investigaciones hacia los Ultrasur, presuntamente implicadas en otras agresiones de similares caracter¨ªsticas. Sin embargo, hasta el momento, ninguna pista ni indicio ha permitido aclarar la identidad de los agresores.
En el Frente Atl¨¦tico se palpa una contenida indignaci¨®n. "Nos est¨¢ costando frenar a la gente, porque alguno quiere venganza. Queremos demostrar que no somos violentos y que tanto el club como la polic¨ªa pueden confiar en nosotros. Sin embargo, ya empezamos a estar hartos de que sean siempre los del Madrid lo que pegan y nosotros los que recibimos", coment¨® Rafael B., presidente del Frente Atl¨¦tico.
Familia humilde
El Atl¨¦tico de Madrid, que mantiene un fluido contacto con sus ultras, est¨¢ al corriente de todo. El club no descarta hacerse cargo de los gastos de rehabilitaci¨®n del joven, si ¨¦ste requiere un tratamiento costoso, por tratarse de una familia de origen humilde, afincada en el popular barrio de San Ferm¨ªn. De momento, el joven acude al centro de rehabilitaci¨®n del hospital Doce de Octubre, de la Seguridad Social.
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