Mensaje estremecedor
La lectura del artículo 'Guernica', el cuadro ultrajado, de Günter Grass, aparecido en EL PA?S el pasado día 12, ha activado mi recuerdo de hechos de imposible olvido. El 26 de abril de 1937, día del horroroso experimento bélico sobre Gernika. yo tenía 12 a?os y vivía los horrores de la guerra civil en una ciudad de nuestro territorio que no hay por qué mencionar. Tiene razón el se?or Grass cuando dice que no se deben olvidar determinados hechos contra el género humano, por terribles que hayan sido.Se ha discutido mucho acerca de dónde debiera estar el famoso cuadro de Picasso, si el lugar más adecuado es Gernika o el Museo del Prado. No puedo ocultar que sentimentalmente me gustaría verlo en Gernika, pero la repercusión de lo que simboliza es mayor en su actual emplazamiento, y esta segunda consideración es primordial en mi escala de valoración del hecho en sí, ya que es de todo punto imprescindible que esta pintura sea un permanente recordatorio de lo tremenda que es una guerra: su mensaje es estremecedor y no es permisible escatimar medios cuando se puede ayudar a difundir una conciencia antibelicista.
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