Burocracia y humor negro

Aunque parezca una historia de ciencia-ficci¨®n, prometo que les hablo de un caso totalmente real. El d¨ªa 3 del presente mes de marzo falleci¨®, a los 89 a?os de edad, un t¨ªo m¨ªo, que para m¨ª era como mi padre, ya que fue ¨¦l quien me educ¨® y cri¨®. Su esposa, ya tambi¨¦n persona mayor (tiene 74 a?os), queda sola, y tuve que ayudarla a efectuar todas las innumerables gestiones que tienen que realizarse en estos casos. Entre esas gestiones se encuentra la reclamaci¨®n de la pensi¨®n de viudedad que por dere cho le corresponde. Mi t¨ªo era funcionario jubilado del Cuerpo T¨¦cnico de Telecomunicaciones; bueno, en definitiva, funcionario del Estado jubilado.

Acudimos al habilitado de clases pasivas a trav¨¦s del cual mi t¨ªo cobraba su pensi¨®n, y nos dice que debemos aportar certificados literales de defunci¨®n y de matrimonio, que ¨ªnmediatamente solicito del juzgado y que ya he entregado al habilitado a los tres d¨ªas.

Pero a continuaci¨®n paso a describir el incomprensible desarrollo de la tramitaci¨®n. Nos comunica el habilitado que, a partir del env¨ªo de documentaci¨®n a Madrid, a la Direcci¨®n General de Costes del Personal y Pensiones P¨²blicas del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda, pasar¨¢n entre nueve meses y un a?o hasta que se pueda cobrar la pensi¨®n de viudedad.

Tambi¨¦n nos dice que la Seguridad Social tarda menos de dos meses en hacerlo, normalmente 23 d¨ªas.

?Es posible que en un pa¨ªs que se precia de democr¨¢tico, con un Gobierno socialista que pregona la igualdad entre los espa?oles, por otra parte manifiesta en la Carta Magna de nuestra Constituci¨®n, se pueda dejar este tiernpo a una viuda sin cobrar una pensi¨®n leg¨ªtimamente adquirida?, ?de qu¨¦ va a vivir este tiempo esta se?ora?, ?tendr¨¢ que mendigar", ?vivir¨¢"...

Adem¨¢s, tarribi¨¦n nos comunican que el importe de la pensi¨®n que percibir¨¢ se ver¨¢ reducido a menos de la mitad del que percib¨ªa el fallecido hasta ahora. ?Por qu¨¦? Acaso no tendr¨¢ los mismos gastos, si exceptuamos que habr¨¢ una boca menos que alimentar.

Seguir¨ªa exponiendo muchas m¨¢s cosas, pero mis palabras no ser¨ªan lo correctas como he procurado que sean hasta ahora.

Propongo a los partidos de la oposici¨®n que aprovechen este escrito para incorporar en sus programas electorales una mayor celeridad en este tipo de tr¨¢mites, que son los que la gente de la calle que ha pasado, pasa o, tristemente, como ley de vida que es, tendr¨¢ que pasar, siente como suyas. -