El Bar?a reafirma su liderato en Burgos
El Barcelona le gui?¨® ayer un ojo a la Liga. Los azulgrana refrendaron_ un liderato exhibido durante medio a?o y cuestionado las dos ¨²ltimas semanas con un triunfo en un campo solvente. El Plant¨ªo ha sido siempre un feudo fatalista en el discurrir barcelon¨ªsta (ah¨ª fall¨® Cruyff su primer penalti, se gest¨® el despido de Marcial y la escapada de Rexach con B¨¢rbara Rey), y el Burgos, un contrario inaccesible este a?o para los que gobiernan el campeonato o se le suponen cartas para ello (le empat¨® los dos partidos al Atl¨¦tico, le gan¨® los dos al Madrid y sac¨® uno de los dos puntos que se han esfumado del Camp Nou).El escenario y el rival parec¨ªan una plaza ¨²nica para medir la magnitud de la crisis azulgrana. El Atl¨¦tico incluso crey¨® adivinar que su rival era v¨ªct¨ªma de una depresi¨®n. La r¨¦plica del Barcelona no admiti¨® puntualizaciones en el marcador y s¨ª muchas inatizaciones en el juego. La presi¨®n vuelve a estar hoy en manos del grupo de Gil.
El Burgos sali¨® al campo rezando un padrenuestro y el Barcelona se encontr¨® en el cielo Novoa trat¨® de sorprender al equipo de Charly en una jaula (el campo es uno de los m¨¢s peque ?os de Primera Divisi¨®n) con una defensa adelantada. La zona burgalesa fue destrozada con el mismo rigor que en su d¨ªa cay¨® el Valladolid de Maturana.
El Barcelona volvi¨® a sus or¨ªgenes despu¨¦s de haber fracasado en su intento de retocar el m¨¦todo frente al Atl¨¦tico. Rexach hizo'lo mismo, que Cruyff cuando la Liga arnariec¨ªa y el cuadro azulgrana ya oteaba a sus perseguidores. Coloc¨® a Koeman de 4 y lo arrop¨® con dos marcadores (Narldo y Serna) mientras incrustaba a un marcador (Ferrer) en la primera l¨ªnea de medios para maniatar al conductor del juego contrario (Ayukar). Laudrup, Begiristam y Bakero, mieritras, quedaban como segunda l¨ªnea de choque, intercambiando constantemente sus posiciones, para crear huecos a beneficio de Stoichkov. El b¨²lgaro, situado como ¨²nica punta adelantada, crucific¨® a la retaguardia burgalesa con sus arrancadas a lo ancho del campo y bajo la protecci¨®n del ¨¢rbitro.
Stoichkov est¨¢ hecho para jugar al galope y al filo de la l¨ªnea de fuera de juego, y no para hacerle compa?¨ªa al juez de l¨ªnea. La velocidad del ariete rompi¨® el partido: marc¨® el primer gol, fue objeto del penalti que signific¨® el segundo y proporcion¨® el tercero. La sol¨ªdaridad del grupo azulgrana y la trascendencia del partido quedaron plasmadas en estos tres lances: siempre remat¨® el mejor colocado, y el penalt¨ª fue ejecutado por el infalible Koeman y no qued¨® en manos de un aspirante al Pichichi como Stoichkov, demasiado temperamental en acciones que requieren la mente despejada.
El azar acab¨® por ayudar al despegue forastero. El Barcelona marc¨® a los cuatro minutos y respondi¨® al empate con un segundo gol fulgurante. El tercero sirvi¨® para cambiar el discurso del encuentro. El Burgos se parti¨® la cara en ataque y el Barcelona trabaj¨® a destajo en defensa (Soler acab¨® sustituyendo a Stoichkov, y Recarte, a Laudrup). Los castellanos llegaron a tener hasta cuatro remates francos y contabilizaron 10 c¨®meres, por ninguno de los catalanes, pero el gol se les neg¨®. El bal¨®n fue taca?o con el Burgos y generoso con el Barcelona.
El p¨²blico acab¨® abroncando al l¨ªder por su descaro en defender un resultado c¨®modo (1-3), pero el Barcelona no estaba dispuesto a correr ning¨²n riesgo en el ¨²ltimo partido de Rexach como m¨¢ximo responsable. El Barcelona ftie en esta segunda parte el reflejo del miedo de N¨²?ez, de la tensi¨®n del vestuario por las interferencias externas y por la agon¨ªa de la afici¨®n azulgrana.
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