La ¨®pera 'Rinaldo' se estrena esta noche con la soprano Mar¨ªa Bayo
Ros Marb¨¢ y Pier Luigi Pizzi dirigen la c¨¦lebre obra de Haendel
Con Rinaldo (1711), Haendel cautiv¨® a Londres: las representaciones se suced¨ªan, el entusiasmo era contagioso. Doscientos ochenta a?os despu¨¦s, Rinaldo se estrena esta tarde en Madrid, tras un trabajo musical concienzudo de Antoni Ros Marb¨¢ y con una puesta en escena de Pier Luigi Pizzi de las que hacen historia. Entre el equilibrado reparto vocal destaca la presencia de la joven soprano Mar¨ªa Bayo, uno de los valores m¨¢s firmes aparecidos en la l¨ªrica espa?ola en muchos a?os.
Ros Marb¨¢ ha trabajado la orquestaci¨®n tratando de obtener con instrumentos modernos resultados cercanos al esp¨ªritu de la ¨¦poca en que la obra fue escrita. "He cuidado que los golpes de arco se efect¨²en como en el siglo XVlll. En los pasajes mel¨®dicos he prestado especial atenci¨®n a la articulaci¨®n, fundamental en el barroco. La orquesta es reducida, no llega a 40 instrumentistas, Tiene un solo contrabajo para que no pese la parte grave, pero est¨¢ bien compensada. En el continuo, adem¨¢s del clave y del violonchelo, hay una viola de gamba y una tiorba e incluso utilizo el fagot de doble leng¨¹eta en un obligado de dos oboes. En el aria de los p¨¢jaros introduzco tres flautas de pico para conseguir un color m¨¢s rico y sugerente que con las flautas traveseras modernas", manifest¨® ayer el maestro catal¨¢n, cuya experiencia de 12 a?os al frente de una orquesta de c¨¢mara en Holanda le hizo familiarizarse con este repertorio y con el estudio de instrumentos y sonidos originales.La producci¨®n de Pier Luigi Pizzi que se presenta esta tarde en el teatro de la Zarzuela fue estrenada inicialmente en el teatro R¨®molo Valli de Reggio-Emilia en 1985, represent¨¢ndose posteriormente en el teatro Chatelep, la Fenice de Venecia el Sao Carlo de Lisboa. Deslumbrante en belleza pl¨¢stica y preciso en la indagaci¨®n de los artificios del barroco, tanto en el concepto te¨®rico como en el desarrollo formal, el trabajo de Pizzi constituye un punto de referencia en la aproximaci¨®n visual a las ¨®peras de este periodo hist¨®rico contempladas desde hoy.
Sobre su planteamiento, Pizzi escribi¨® en Lavant sc¨¨ne op¨¦ra: "La m¨²sica barroca est¨¢ inscrita en una estructura precisa, an¨¢loga a la arquitectura barroca: simetr¨ªa, simetr¨ªa de lo asim¨¦trico, circularidad, espirales, figuras helicoidales. Estos elementos se vuelven a encontrar en la m¨²sica barroca, por ejemplo en la simetr¨ªa de las arias (ABA). Se puede traducir este movimiento en el gesto, pero adem¨¢s es necesario encontrar para cada figura una ret¨®rica visual que no se limite a la ilustraci¨®n sino que desarrolle un movimiento propio, teatral".
Un conjuntado equipo de 22 mimos (cuatro italianos, cinco portugueses, 13 espa?oles), traslada a los personajes sobre caballos o barcas de cart¨®n y airea continuamente sus capas al viento. La composici¨®n de las figuras, de los conjuntos, es estiliza da. La seducci¨®n de las convenciones sobre el espectador es permanente. Movimiento, color y luces se integran en un juego cuya magia no obstaculiza los aspectos reflexivos; al contrario, los estimula. "Se tiene la costumbre de considerar las obras de Haendel como est¨¢ticas. Es un error. El estatismo procede de los libretos".
No cantar¨¢, como estaba anunciado en un principio, Teresa Berganza la funci¨®n (le esta tarde por una inoportuna. indisposici¨®n, aunque no se han perdido las esperanzas de que pueda hacerlo en representaciones posteriores. Su sustituta, la mezzosoprano norteamericana de color Cynthia Clarey, intervino en el estreno de esta misma producci¨®n en Reggio-Emilia en 1985. Adem¨¢s de Clarey y Bayo, figuran en el reparto vocal Lillian Watson, Natale de Carolis y Thomas Randdle.
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