La revuelta del hambre resurge en Bielorrusia
La revuelta del hambre resurgi¨® ayer en Minsk, cuando decenas de miles de obreros paralizaron la industria de la capital de Bielorrusia y tomaron las calles para luego congregarse en la plaza central de Lenin, donde se realiz¨® un mitin. El mi¨¦rcoles expiraba el plazo dado al Gobierno por los trabajadores bielorrusos para que cumplieran sus reivindicaciones, entre las que figuran una subida de los sueldos en un 100%, la eliminaci¨®n del impuesto a la compraventa del 5%, y el cese del jefe del Gobierno y del Parlamento bielorrusos y del presidente sovi¨¦tico, Mija¨ªl Gorbachov, como responsables de la pol¨ªtica antipopular que se est¨¢ aplicando en la URSS.
Una semana antes, el mi¨¦rcoles 3 de abril, en Minsk comenzaron huelgas espont¨¢neas como reacci¨®n a la subida de los precios hasta en un 300'/o de los productos b¨¢sicos, que se hab¨ªa hecho efectiva el d¨ªa anterior. Al d¨ªa siguiente, el jueves, la gente sali¨® a la calle gritando "?Dadnos pan!" y, present¨® un conjunto de reivindicaciones al Gobierno, al que dio un ultim¨¢tum de una semana para cumplirlo. De lo contrario, comenzar¨ªa la huelga general, advirtieron entonces los obreros.El martes 9, un d¨ªa antes de que se cumpliera el plazo dado por los trabajadores, los diarios bielorrusos publicaron la resoluci¨®n gubernamental "sobre las medidas suplementarias para la defensa social de la poblaci¨®n de Bielorrusia en relaci¨®n con la subida de los precios al consumidor". Esta resoluci¨®n no satisfizo a los trabajadores, y el mismo martes 12 empresas hicieron una huelga de advertencia de tres horas.
Ayer, la huelga general en la otrora m¨¢s tranquila rep¨²blica federada de la URSS era una realidad y, seg¨²n los comit¨¦s de trabajadores, continuar¨ªa "hasta la apertura de conversaciones". La poblaci¨®n bielorrusa soport¨® las mentiras sobre la contaminaci¨®n de Chern¨®bil, que afect¨® a la cuarta parte del territorio bielorruso, y la persecusi¨®n a los dem¨®cratas y al Frente Popular, que hasta el d¨ªa de hoy no ha podido ser registrado oficialmente, pero la subida de precios y la ausencia de productos colm¨® la paciencia de los obreros. En Minsk no trabajaban ayer las 50 empresas m¨¢s importantes, y la mayor¨ªa de las grandes f¨¢bricas de las otras ciudades bielorrusas tambi¨¦n hab¨ªan sido paralizadas por la huelga general. Los obreros que participaron en el mitin formaron una delegaci¨®n que se dirigi¨® a la Casa de Gobierno para exigir la convocatoria a una sesi¨®n extraordinaria del S¨®viet Supremo republicano.
Medios insuficientes
El vicepresidente del Parlamento bielorruso habl¨® ante los manifestantes y dijo que el Gobierno hab¨ªa cumplido una serie de reivindicaciones de los obreros, concretamente la derogaci¨®n del impuesto del 5% sobre las mercanc¨ªas que se producen en la rep¨²blica y sobre los productos alimenticios, as¨ª como compensaciones extras para los ni?os. Sin embargo, el Gobierno republicano no dispone de medios suficientes para cumplir todas las reivindicaciones econ¨®micas de los huelguistas, declar¨® el diputado Guennadi Kozlov, quien, al mismo tiempo, culp¨® al poder central de la URSS de no permitir u?a soluci¨®n basada en el trueque de mercanc¨ªas con otros pa¨ªses.
Una representante del centro de prensa del Frente Popular de Bielorrusia explic¨® que los traba jadores no estaban satisfechos con las concesiones hechas por el Gobierno, ya que ellas no se hicieron a cargo del presupuesto estatal sino de los fondos sociales de las empresas. ?stas pueden subir los sueldos y subvencionar las comidas de los obreros pero con los medios (le los programas sociales fabriles, es decir, que con ello quedar¨¢ menos dinero, entre otras cosas, para construir viviendas para los trabajadores y financiar sus policl¨ªnicas.
El silencio de Bor¨ªs Yeltsin
La huelga del carb¨®n contin¨²a, a pesar de que la victoria de Bor¨ªs Yeltsin en el reciente Congreso Extraordiarlo de Diputados de Rusia permit¨ªa confiar en que los mineros se reintegrar¨ªan al trabajo para permitir la aplicaci¨®n del programa anticrisis del l¨ªder ruso.Muchos comentaristas sostuvieron despu¨¦s de que Yeltsin obtuvo poderes extraordinarios que, en realidad, los diputados al final le hab¨ªan apoyado sorpresivamente porque ¨¦ste era el ¨²nico pol¨ªtico que pod¨ªa terminar con las huelgas y estabilizar la situaci¨®n.
La mayor¨ªa de los parlamentar"os dem¨®cratas cre¨ªa que Yeltsin pedir¨ªa a los mineros que suspendieran la huelga, y as¨ª lo insinu¨® el l¨ªder ruso cuando anunci¨® la creaci¨®n de una comisi¨®n interrepublicar¨ªa para negociar con los huelguistas y su disposici¨®n a hacer un llamamiento directo a los trabajadores si era necesario.
De la comisi¨®n interrepublicana no se sabe nada, y Yeltsin calla, pues se ha ido "de vacaciones" y ni siquiera se ha dignado asistir a la importante reuni¨®n del Consejo de la Federaci¨®n celebrada el martes.
Los observadores dan dos explicaciones de la conducta del l¨ªder ruso: o bien se ha visto que en realidad no est¨¢ en condiciones de lograr el cese de la huelga, o bien ha decidido, como lo aconsejaba el dirigente de Rusia Democr¨¢tica, Lev Ponomariov, "no apresurarse" y mantener la presi¨®n de los huelguistas sobre el presidente Mija¨ªl Gorbachov.
El problema es que ahora la posici¨®n de Gorbachov es realmente d¨¦bil, y no est¨¢ claro que la dimisi¨®n del presidente, que exigen tanto los huelguistas como los conservadores del grupo Soyuz, beneficie a Yeltsin.
El ex ministro de Exteriores Edvard Shevardnadze aseguraba en una entrevista publicada ayer por Literat¨²rnaya Gazeta que si no se rescata la figura de Gorbachov, si no se llega a un entendimiento entre ¨¦ste y Yelts¨ªn, "no se podr¨¢ salvar nuestra reci¨¦n nacida democracia ni los logros de la perestroika ", pues al poder llegar¨¢ una "tercera fuerza", una dictadura reaccionaria.
El apoyo del pueblo que tiene Yeltsin y la experiencia de Gorbachov deber¨ªan unirse, opinan algunos observadores, para sacar al pa¨ªs de la crisis.
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