El ¨²ltimo de los cl¨¢sicos
Los profesionales del cine con frecuencia sol¨ªan considerarlo uno de los mejores, un maestro, incluso el maestro por excelencia. Entre los cin¨¦filos, en cambio, aunque su figura era respetada, David Lean no sol¨ªa despertar tanto entusiasmo, y se le catalogaba m¨¢s entre los c?neastas de oficio que entre los cineastas de talento, lo que no es justo, ni exacto.Es cierto que algunas de sus pel¨ªculas han sido da?adas por el tiempo, pero tambi¨¦n es cierto que otras se han beneficiado de ¨¦l. Por ejemplo Grandes esperanzas y Lawrence de Arabia, que son dos obras entre s¨ª antit¨¦ticas y sin embargo se percibe en ellas una intensa continuidad formal, pese a las d¨¦cadas que las separan. Hab¨ªa en Lean una pronunciada voluntad de estilo, y en ocasiones esta voluntad logr¨® instantes de parad¨®jica originalidad, pues ven¨ªan de un cineasta cl¨¢sico, que buscaba ante todo la transparencia.
Otras pel¨ªculas suyas, que como todas fueron enormes ¨¦xitos de taquilla, erosionadas por el paso del tiempo, son Breve encuentro, El doctor Zhivago y El puente sobre el r¨ªo Kwai. Pero nadie puede negarles una extraordinaria brillantez.
Y es esa rara combinaci¨®n entre el narrador ortodoxo y el estilista -recordemos la escena del cementerio en Grandes esperanzas; la del pozo del desierto y la del Yunque del Sol de Lawrence de Arabia; y la formidable actuaci¨®n de Katherine Hepbum en Locuras de verano- el rasgo que mejor describe la maestr¨ªa de este cineasta, tal vez el ¨²ltimo de los cl¨¢sicos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.