Tercera derrota consecutiva de la selecci¨®n
Espa?a disput¨® ante Rumania un partido de torneo de verano en plena primavera extreme?a. El encuentro permiti¨® homenajear a Manolo, cuya carrera futbol¨ªstica se inici¨® en el Cacere?o. Fue una de las pocas justificaciones que se pueden en contrar a este choque a estas alturas de la temporada, cuando los jugadores del Atl¨¦tico de Madrid y del Barcelona, representaci¨®n mayoritaria en la selecci¨®n, piensan m¨¢s en la recta final de la Liga, en la que se juegan el t¨ªtulo de campe¨®n. El partido s¨®lo sirvi¨® para acumular una derrota m¨¢s que agudiza los problemas de Luis Su¨¢rez al frente del equipo naci¨®nal: Espa?a ha perdido sus tres ¨²ltimos encuentros (Francia, Hungr¨ªa y Rumania). El presidente de la federaci¨®n, Angel Villar, tiene previsto reunirse ma?ana con sus m¨¢ximos colaboradores para tratar la continuidad de Su¨¢rez.El baile de sustituciones, permitido por el car¨¢cter festivalero del encuentro, desorganiz¨® el equipo espa?ol en la segunda parte. El temprano gol rumano, cuando apenas se hab¨ªa cumplido el minuto de ese periodo, acab¨® por completar la hecatombe espa?ola, que oli¨® a sentencia definitiva cuando Rumania obtuvo su segundo tanto, obra del jugador del Burgos, Balint.
Los hombres de Su¨¢rez vivieron un calvario en la segunda parte, en la que s¨®lo cabe destacar una jugada fabricada por Manolo que acab¨® con su disparo rechazado por el poste.
El resto de la segunda parte fue un desastre en todos los sentidos. El equipo, que hab¨ªa jugador con tensi¨®n en el primer periodo, perdi¨® la br¨²jula y coloc¨® a su t¨¦cnico en una situaci¨®n desairada. Su¨¢rez se encontr¨® adem¨¢s con un problema log¨ªstico. Hab¨ªa convocado a cuatro centrocampistas, frente a una plaga de delanteros y defensas. La lesi¨®n de Eusebio le oblig¨® a situar a Juan Carlos en la banda derecha, en, una posici¨®n adelantada, con resultados nefastos.
La presencia de Eusebio durante todo el primer tiempo permiti¨® a Espa?a imponer en este periodo su orden, su ritmo y su dominio. Rumania, en esta primera parte, represent¨® a la perfecci¨®n el papel de invitado en un partido de preparaci¨®n para el equipo nacional. Una justificaci¨®n que nadie comprende cuando Espa?a no tiene compromiso oficial alguno hasta dentro de varios meses, cuando llegue la pr¨®xima temporada en septiembre.
La selecci¨®n espa?ola mereci¨® mejor resultado en la primera parte. Cre¨® ocasiones para marcar. A los 18 minutos un defensa rumano sac¨® el bal¨®n en la misma l¨ªnea de gol a disparo de Michel, superado ya su portero. Espa?a intensific¨® su dominio en los ¨²ltimos minutos de esta parte, en la que Eusebio brill¨® con luz propia y cuya actuaci¨®n pudo remachar con el gol que impidi¨® la defensa rival al desviar a corner un disparo dirigido a la porter¨ªa rumana.
En la segunda parte, Espa?a perdi¨® el dominio del partido; no encontr¨® el ritmo en ning¨²n momento. A los hombres de Su¨¢rez les falt¨® ganas para presionar a los rivales. El carrusel de sustituciones favoreci¨® los despistes, todo ello complicado con la mejor¨ªa que los rumanos imprimieron a su juego. Espa?a en este periodo fue el caos. La mayor¨ªa de los jugadores parecieron ajenos a este partldo, con el pensamiento puesto en otros compromisos, quiz¨¢s en los de sus respectivos equipos.
El encuentro permiti¨® tambi¨¦n el deb¨² internacional de cinco jugadores: Juan Carlos, Solozabal, Cleanda, Giner y Luis Enrique, quienes, salvo los dos primeros, apenas contaron con tiempo suficiente para demostrar por qu¨¦ han llegado a esta categor¨ªa. Caminero fue el ¨²nico que no tuvo esa oportunidad, al no saltar al terreno de juego.
El partido solo fue rentable para la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, que antes de iniciarse el partido, ya ten¨ªa asegurados 100 millones de pesetas de ingresos.
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