El se?or Guerra

Desde joven, mis padres me ense?aron que uno de los pilares en los que descansa la convivencia en sociedad es el resi )eto hawi ios dem¨¢s. Respetando al pr¨®jimo, me dec¨ªan, comienza el respeto de los dem¨¢s hacia ti, y ante todo, el respeto por uno mismo.El pasado d¨ªa 10, Alfonso Guerra y Txiki Benegas, representantes del pueblo espa?ol, protagonizaron uno de los hechos m¨¢s vergonzosos e irrespetuosos de los ¨²ltimos a?os, en lo que se refiere a las relaciones entre Estados amigos.

Por ello me pregunto, qui¨¦n se ha cre¨ªdo el se?or Guerra que es, pero, sobre todo, qu¨¦ significa para ¨¦l representar al pueblo espa?ol como parlamentario que es. Me terno que, observando el comportamiento del ex vicepresidente del Gobierno, las respuestas nos disgustar¨ªan a la mayor¨ªa.

El poder adquirido durante los a?os de mandato del PSOE; la influencia que ejerce sobre un gran sector de la sociedad espa?ola o el temor que provoca, sobre todo, en la mayor¨ªa socialista, no da derecho al se?or Guerra a dejarnos en rid¨ªculo ante el pueblo chileno y su presidente.

Este hecho, que no es m¨¢s que la continuaci¨®n de otros ocurridos en los ¨²ltimos a?os -entre los que figuran la utilizaci¨®n del Myst¨¨re para no llegar tarde a los toros, el desconocimiento de los negocios de su hermano Juan, las malas formas en cuantas campa?as electorales ha intervenido (llegando incluso al insulto personal)-, no es m¨¢s que el colof¨®n a una carrera pol¨ªtica pre?ada de prepotencia, falta de educaci¨®n y malos modos. Este hecho, es, por tanto, una prueba de la suerte que hemos tenido de que el se?or guerra dimitiera meses atr¨¢s como vicepresidente del Gobierno.

Por ¨²ltimo, pido disculpas al se?or Aylwin y a todo el pueblo chileno por el comportamiento de estos se?ores, al mismo tiempo que les comunico que no todos los espa?oles somos as¨ª y que la mayor¨ªa tenemos unos padresque han sabido inculcarnos las m¨¢s elementales normas de educaci¨®n y respeto.-