Recelo en los partidos ante la posible presencia de HB en instituciones forales

La Mesa Nacional de Herri Batasuna (HB) decidi¨® el viernes pasado la participaci¨®n de sus representantes en las instituciones forales tras los comicios del pr¨®ximo 26 de mayo, seg¨²n confirmaron ayer representantes de la coalici¨®n. Un debate m¨¢s amplio sobre la presencia regular en el Parlamento vasco qued¨® aplazado para los pr¨®ximos meses. Los restantes partidos han seguido con recelo la discusi¨®n interna en HB, temerosos de que el acuerdo de ocupar los esca?os tenga sobre todo un componente propagand¨ªstico para evitar una p¨¦rdida significativa de votos.

Seg¨²n estaba previsto, la Mesa Nacional dio luz verde a la participaci¨®n regular en el Parlamento navarro y en las Juntas Generales (parlamentos provinciales) de Alava, Guip¨²zcoa y Vizcaya. El criterio de los diputados o punteros de HB ser¨¢ intervenir "en todos los plenos donde se traten asuntos de inter¨¦s". Esta limitaci¨®n su pone ¨²nicamente la posibilidad de no asistir a sesiones de car¨¢cter protocolario", seg¨²n explic¨® ayer el abogado navarro Patxi Zabaleta. Los representantes de la coalici¨®n tomar¨¢n parte activa y votar¨¢n en las sesiones de investidura de los respectivos ¨®rganos ejecutivos y en la discusi¨®n de todas las leyes. Otro miembro de la la direcci¨®n de HB, Tasio Erquicia, atribuy¨® en Bilbao el giro de la coalici¨®n a la evoluci¨®n de la sociedad y a la importancia creciente de los presupuestos de los ¨®rganos forales. En el caso de Navarra, HB regresa a la C¨¢mara legislativa. La coalici¨®n particip¨® en el Parlamento y en el Ejecutivo, hasta que en 1981 ETA impuso el abandono de los esca?os. El argumento emplea do fue la coherencia con el boicoteo a las instituciones vascas. En 1987, HB acudi¨® al Parlamento para las sesiones de investidura del presidente del Gobierno y vot¨® contra os dos candidatos, Juan Cruz Alli y Gabriel Urralburu. Luego abandon¨® los esca?os.

En el caso de las Juntas Generales de las tres provincias ecimas, la participaci¨®n hasido inexistente y representa un giro radical en la pol¨ªtica de la coalici¨®n. La intervenci¨®n de HB puede complicar la formaci¨®n de las diputaciones forales y del Gobierno de Navarra tras las elecciones. En Guip¨²zcoa y ?lava existen coaliciones con mayor¨ªa insuficiente si hubieran participado los representantes radicales. En Guip¨²zcoa gobiernan Eusko Alkartasuna (EA) y Euskadiko Ezkerra (EE) y en ?lava el Partido Socialista de Euskadi (PSEPSOE) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV).

Estos dos ¨²ltimos partidos controlan tambi¨¦n la Diputaci¨®n de Vizcaya, aunque con mayor¨ªa absoluta. En Navarra, el partido socialista dispone el Gobierno gracias a acuerdos legislativos y presupuestarios con Uni¨®n del Pueblo Navarro. Ambas formaciones juntas alcanzan tambi¨¦n la mayor¨ªa absoluta. De los 51 junteros de cada una de las tres provincias de la comunidad vasca, HB consigui¨® en 1987 ocho en ?lava, 14 en Guip¨²zcoa y diez en Vizcaya. En Navarra obtuvo siete de los 50 esca?os.

Inter¨¦s y recelo

El resto de las fuerzas pol¨ªticas han seguido con inter¨¦s y recelo el debate interno de HB, ya que temen que tras el anuncio de mayor participaci¨®n institucional se oculte una maniobra propagand¨ªstica para contener la p¨¦rdida de votos. Tambi¨¦n est¨¢n estudiando las consecuencias de este nuevo factor en la formaci¨®n de coaliciones y mayor¨ªas m¨¢s amplias que lasactuales. El presidente vasco, el peneuvista Jos¨¦ Antonio Ardanza, hizo ayer en Guip¨²zcoa un llamamiento para evitar el triunfo de HB en esta provincia. El lehendakari pidi¨® a los votantes una reacci¨®n capaz de impedir la victoria de quienes no condenan los atentados. El presidente de EA, Carlos Garaikoetxea, invit¨® desde Vitoria a HB y a ETA a abandonar la violencia y participar con normalidad en las instituciones. Esta decisi¨®n, dijo, permitir¨ªa a los nacionalistas avanzar hacia sus metas finales y plantear sus objetivos mediante mayor¨ªas.