La hispanizaci¨®n de Puerto Rico se enfrenta a presiones de Estados Unidos

La concesi¨®n del Premio Pr¨ªncipe de Asturias al pueblo de Puerto Rico, sumada a la declaraci¨®n del espa?ol como idioma oficial ¨²nico en la isla, han supuesto sendos espaldarazos al proceso de recuperaci¨®n de las ra¨ªces hisp¨¢nicas puertorrique?as. Pero la hispanizaci¨®n de Puerto Rico, totalmente asumida por los intelectuales, la mayor¨ªa de los pol¨ªticos y las clases medias, se enfrenta a la falta de identidad cultural e idiom¨¢tica de los sectores m¨¢s marginados de la poblaci¨®n de la isla, as¨ª como a la presi¨®n ejercida por Estados Unidos.

"La ley aprobada el 5 de abril de este a?o en Puerto Rico consagra el espa?ol como idioma de uso oficial y primer idioma de ense?anza, aunque mantiene el ingl¨¦s como segundo idioma", explica Agust¨ªn Echevarr¨ªa, director ejecutivo del ICPR (Instituto de Cultura de Puerto Rico). "Por otra parte, es evidente que debemos hacer un gran esfuerzo por mejorar la calidad de la ense?anza y la educaci¨®n primaria, tanto en ingl¨¦s como en espa?ol, pues se calcula que el 60% de los puertorrique?os no conocen el ingl¨¦s pese a haberlo estudiado y entre las capas m¨¢s desfavorecidas de la poblaci¨®n, cuanto peor es la escolaridad, peor es tambi¨¦n el conocimiento del espa?ol".Los puertorrique?os cultos hablan un castellano excelente salpicado incluso de vocablos que en Espa?a cayeron en desuso hace tiempo, pero los pobladores de los suburbios, o las personas sin hogar que por la noche buscan refugio en lo rincones del Viejo San Juan tienen evidentes dificultades de expresi¨®n y hablan una mezcolanza de ambos idiomas.

Sin embargo, el idioma es un inequ¨ªvoco aglutinante de la identidad puertorrique?a. Por ejemplo, pese a la reciente campa?a del Partido Nuevo Progresista, que se opone a. la pol¨ªtica de la actual administraci¨®n controlada por el Partido Popular Democr¨¢tico y defiende la anexi¨®n a EE UU, el presidente de dicho partido. Rub¨¦n Berrios Mart¨ªnez, suscribi¨® el 8 de octubre de 1990 una carta dirigida al Congreso de los EE UU y firmada por todas las instituciones culturales, pol¨ªticas y c¨ªvicas puertorriquenas -tanto en la isla como en las ciudades de EE UU con mayor poblaci¨®n inmigrante- en la que se afirmaba que "el idioma espa?ol pertenece a todos los puertorrique?os y no es negociable bajo ninguna circunstancia ni dentro de ning¨²n contexto pol¨ªtico".

Todas las fuentes puertorrique?as consultadas coinciden en que el Instituto de Cultura, fundado en 1955 por Ricardo Alegr¨ªa ha sido una instituci¨®n crucial en el mantenimiento del patrimonio cultural hisp¨¢nico. Aunque est¨¢ estructurado como una corporaci¨®n p¨²blica y supervisado por un patronato, el ICPR es un Ministerio de Cultura en la sombra.

De este organismo dependen el Archivo Nacional de Puerto Rico, la Escuela de Artes Pl¨¢sticas, la Biblioteca General y distintos servicios de Arquitectura, Zonas Hist¨®ricas y Monumentos, Publicaciones, Centros Culturales (de los que hay 84 repartidos por toda la isla). El presupuesto anual del ICPR es de 14 millones de d¨®lares (unos 1.500 millones de pesetas).

El Centro de Bellas Artes de Puerto Rico est¨¢ adscrito al ICPR, pero funciona como una entidad cultural aut¨®noma. Su principal actividad es la organizaci¨®n de la Bienal Latinoamericana del Grabado en cuya ¨²ltima edici¨®n se presentaron 288 obras de 178 artistas procedentes de 16 pa¨ªses americanos.

Otra corporaci¨®n p¨²blica cultural distinta del ICPR es la de Artes Musicales, responsable del Conservatorio de Puerto Rico, la Orquesta Sinf¨®nica, los espect¨¢culos de artes esc¨¦nicas musicales (¨®pera y zarzuelas, muy populares en la isla) y el Festival Internacional de M¨²sica Pau Casals, que es una de las actividades culturales puertorrique?as de mayor resonancia internacional.

Centros hist¨®ricos

Un proyecto cultural en el que colabora activamente Espa?a, a trav¨¦s de diversos organismos, es el de la revitalizaci¨®n de partes de los centros hist¨®ricos de las ciudades de Ponce y San Juan de Puerto Rico.La intervenci¨®n en Ponce, realizada en 1989, consisti¨® en un programa de intercambios entre arquitectos y artesanos espa?oles y puertorique?os, en el que no s¨®lo se restauraron algunos edificios del centro hist¨®rico -notablemente el llamado mercado de los perros, una plaza de mercado de estilo plateresco-, sino que se sentaron las bases para la preservaci¨®n de artesan¨ªas populares.