Pabell¨®n de oligofr¨¦nicos
Otra obra sobre la p¨¦rdida de identidad. Y su b¨²squeda. Va siendo un g¨¦nero o por lo menos una manera de justificar el montaje de un espect¨¢culo, y de parecer que se hilvanan las frases m¨¢s o menos absurdas de un texto. No tiene nada de extra?o que en esta obra muchas veces los actores parezcan personajes de un pabell¨®n de oligofr¨¦nicos: incoherentes, balbucientes, mecanizados, sin sentido. Movi¨¦ndose en el espacio esc¨¦nico para obedecer a unos posibles caprichos visuales del director. Esta compa?¨ªa, Atalaya, tiene bien adquirida fama de disciplina y seriedad: con m¨¢s vehemencia, por lo tanto, sus componentes practican la organizaci¨®n del caos mental.Lo que se oye est¨¢ hecho, dicen, a partir de un texto de Jos¨¦ Manuel Olivero: no s¨¦ qu¨¦ tiene m¨¢s parte de culpa, si el texto original o las derivaciones esc¨¦nicas que se hayan podido obtener de ¨¦l, pero las frases parecen m¨¢s gratuitas que otra cosa - "el pensamiento es un caracol desnudo"-, sin que en ellas rijan las relaciones inmateriales de las que hablaba el olvidado abate Br¨¦mond: la poes¨ªa pura, donde defend¨ªa que la poes¨ªa es lo irracional absoluto y fruto de la intuici¨®n instintiva del universo. Esta irracionalidad de Espejismo es otra. Hablo del texto: que puede ser solamente pretexto para las ilustraciones esc¨¦nicas o para el ejercicio de una supuesta dramaturgia. En algunas de ellas hay rasgos interesantes de algunos t¨®picos teatrales: el pla?ido de un acorde¨®n, el hombre que aparece en un andamio, el prestigio de algunos trajes que pueden remitir a ciertas ¨¦pocas, con prestigio propio o calidad de evocaci¨®n, algunas figuras de baile.
Espejismo
Esp¨¦ctaculo de Atalaya a partir de un texto de Jos¨¦ Manuel Olivero. Direcci¨®n y dramaturgia: Ricardo Iniesta. M¨²sica: Paco Aguilera.Actores: Javier Centeno, Carmen Gallardo, Paco Gil, Juan Antonio Dom¨ªnguez, Teresa Vel¨¢zquez, Marisol Garcia, Juani Carrascoso. Vestuario: Creativos Fridor. Espacio esc¨¦nico: Ricardo Iniesta. Sala Olimpia. Madrid, 24 de abril.
La direcci¨®n de Ricardo Iniesta parece huir r¨¢pidamente de ellos, por dignidad vanguardista, pero sin resolver problemas de comunicaci¨®n. Entend¨¢monos: una cosa es expresar la incomunicaci¨®n humana como se viene haciendo desde hace medio siglo, incluso con uno mismo, y otra es no expresar desde el escenario ese problema.
Fue, sin embargo, muy aplaudida su primera representaci¨®n. Los insistentes aplausos multiplicaron los saludos de los excelentes actores.
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