Los rumanos vuelven a la calle
Aumenta el descontento popular por las subidas de los precios
La oposici¨®n al Gobierno rumano de Petre Roman se ha vuelto a lanzar a las calles de Bucarest en el primer aniversario de la ocupaci¨®n de la plaza de la Universidad, que durante dos meses se convirti¨® en el mayor reto al Frente de Salvaci¨®n Nacional (FSN) desde que lleg¨® al poder tras derrocar al dictador Nicolae Ceausescu. Por primera vez desde unio del pasado a?o, cuando murieron al menos cinco personas en enfrentamientos armados en la capital rumana, grupos de manifestantes recurrieron esta semana a la violencia en sus choques con las fuerzas de seguridad con lanzamiento de c¨®cteles m¨®lotov.
El martes, varios miles de personas se comenzaron de nuevo en la plaza y dernandaron la ca¨ªda del presidente, Ion IIiescu al que acusaron de ser "comunista". Un peque?o grupo exig¨ªa asimismo el retorno del rey Miguel de Rumania, de quien portaban retratos.Coincidiendo con el primer aniversario de la toma de la plaza de la Universidad, el 22 de abril de 1990 oposici¨®n en Bucarest intenta de nuevo poner fin a la par¨¢lisis en que se ha sumido y que ha dejado al Gobierno de Roman sin oposicion pol¨ªtica pr¨¢ctica en el Parlamento y fuera de ¨¦ste.
Con una mayor¨ªa del FSN de m¨¢s de dos tercios en el Parlamento y los partidos hist¨®ricos de la oposici¨®n -el Nacional Campesino (PNC) y el Nacional Liberal (PNL) ya demostradamente incapaces de una oposici¨®n efectiva- la insatisfacci¨®n popular, agudizada tras la nueva subida de precios del pasado d¨ªa 1 de abril, amenaza de nuevo con verterse a las calles y servir de marco para nuevos intentos de desestabilizaci¨®n pol¨ªtica. Las nuevas movilizaciones coinciden con una creciente oposici¨®n de los sectores conservadores del FSN a las reformas emprendidas por el Gobierno de Petre Roman.
El aparato del Partido Comunista de Nicolae Ceausecu, integrado en el Frente de Salvaci¨®n Nacional por Roman u Illescu para garantizar su victorla en las elecciones de mayo pasado, ve crecientemente amenazados sus intereses por unas reformas que el primer ministro ha programado con directrices del Fondo Monetario Internacional.
Situaci¨®n peligrosa
Medios diplom¨¢ticos en Bucarest consideran peligrosa en la actual situaci¨®n de Rumania la incapacidad para articular una alternativa pol¨ªtica al FSN que han demostrado la oposici¨®n parlamentaria y la Alianza C¨ªvica, dirigida mayoritariamente por intelectuales que encabezaron la revoluci¨®n y consideran que el FSN la traicion¨® para instaurar un r¨¦gimen "neocomunista"."No han hecho m¨¢s que gritar 'Jos Iliescu' ('Abajo Iliescu') desde hace un a?o. No presentan alternativas ni lo son. Con la grave tensi¨®n social y la crispaci¨®n pol¨ªtica esto es peligroso, porque al final los rumanos van a seguir al m¨¢s demagogo", manifestaba esta fuente, que Insiste en que la ¨²nica v¨ªa deseable en la actualidad es la estabilidad det equipio de Roman hasta que concluya el proceso constituyente, a finales de este a?o, y se convoquen nuevas elecciones. ?sta es la posici¨®n de la Comunidad Europea (CE), subrayada por el presidente franc¨¦s, Fra?ois Mitterrand, la pasada semana en Bucarest.
Gracias a ella, el equipo de Roman ha logrado superar el periodo de aislamiento que le fue impuesto a Rumania por la CE tras la violenta actuaci¨®n de los mineros llamados por el presidente Illescu el 14 de junio para "poner orden" en Bucarest. Washington, sin embargo, cont¨ªn¨²a en su l¨ªnea de marginaci¨®n del r¨¦gimen del FSN. De escalar las nuevas movilizaciones podr¨ªan muy pronto convertirse en una amenaza para toda la reforma.
Fuera del equipo actual de Roman, la escena pol¨ªtica rumana no ofrece en la actualidad m¨¢s que los sectores comunistas del FSN, intelectuales voluntariosos y moralistas y una masa inarticulada, dirigida en parte por sindicalistas m¨¢s o menos demagogos, que sufre bajo la grave si tuaci¨®n econ¨®mica, la escasez y una acelerada ca¨ªda del ya inf¨ªmo nivel adquisitivo. La posibilidad de una nueva oleada de manifestaciones que se perfila en Bucarest se percibe por ello como una se?al de alarma en medios diplom¨¢ticos comunitarios de Bucarest.
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