Alquimistas de milagros
Dos farmac¨¦uticas viven en un pueblo de 500 habitantes para hacer medicinas naturales
Llegar a Valdemaqueda podr¨ªa ser la historia de un viaje en el tiempo hacia el Medievo. Encontrarse en el l¨ªmite de la comunidad con dos j¨®venes boticarias que atienden la farmacia de un pueblo de 500 habitantes y fabrican un total de 80 medicinas combinando ¨²nicamente productos naturales es retornar a la figura en desaparici¨®n de los alquimistas, en este caso ecol¨®gicos. El alcohol de romero es su p¨®cima m¨¢gica,, la que todo lo puede, y los ritmos planetarios, la varita que provoca remedios milagrosos.
La Botica de los Remedios est¨¢ en el ¨²ltimo rinc¨®n de la provincia. Superado San Lorenzo de El Escorial, alcanzada la cumbre del puerto de la Cruz Verde, traspasados los Altos de Pegueridos, se llega primero a lo que las promotoras urban¨ªsticas han denominado La Suiza espa?ola. A continuaci¨®n est¨¢ Robledo de Chavela y luego Valdemaqueda, un municipio lleno de pinares, frondosos valles y fauna protegida, a tan s¨®lo un kil¨®metro de la frontera con ?vila.Carmen Rodr¨ªguez Villafranca, de 29 a?os y reci¨¦n casada, y Palmira Pozuelo Herguido, de 33 y reci¨¦n embarazada, son las dos boticarias del pueblo. Llevan tres a?os establecidas y han conseguido algo tan inusual como empezar a sacar beneficios de una potestad totalmente en desuso entre los farmac¨¦uticos: las f¨®rmulas magistrales.
"Frente a un tipo de medicina cada vez m¨¢s deshumanizada, que utiliza, casi como ¨²nico medio de curaci¨®n, medicamentos cada vez m¨¢s espec¨ªficos, selectivos y da?inos, nosotras elegimos otra medicina que armoniza al hombre con su entorno". Esta declaraci¨®n de intenciones figura en la cabecera ele sus ofertas junto a una proclamaci¨®n filos¨®fica de Paracelso, un alquimista de la Edad Media que trabajaba bas¨¢ndose en los ritmos planetarios y cre¨ªa que "las estrellas son la forma y la. matriz de las hierbas". El secreto mejor guardado de esta botica est¨¢ en la elaboraci¨®n artesana de sus preparados a partir de 51 plantas medicinales distintas catalogadas y de aceites esenciales. Si las plantas se recogen frescas es para hacer extractos y si se llevan al secadero, a un antiguo pajar, es para destilar aceites y tinturas.
En alg¨²n caso esta labor requiere la precisi¨®n de levantarse de madrugada y llegar al campo para recolectar romero al amanecer del equinoccio de primavera. Para recoger el hip¨¦rico, la conocida como hierba de San Juan ("excelente bals¨¢mico, remedio para las quemaduras y eccemas", se dice en la propaganda) hay que esperar hasta el d¨ªa m¨¢s largo del a?o, en el solsticio de verano.
Decepcionadas de la ciudad
Pero antes de ir a parar a Valdemaqueda estas dos j¨®venes farmac¨¦uticas hicieron la carrera y se licenciaron en Madrid, tuvieron tiempo para decepcionarse de los r¨ªgidos estudios oficiales y emprendieron no pocas iniciativas y estudios naturistas. "No nos convenc¨ªa la facultad ni nos animaba la idea de poner una farmacia para vender", dice Palmira Pozuelo. "Buscamos una farmacia en venta en un. pueblo de la sierra para estar cerca de las plantas", apunta la boticaria Carmen Rodr¨ªguez. El experimento, sin embargo, ya ha pasado su periodo de prueba. "La gente del pueblo va entrando poco a poco, aunque son en su mayor parte mayores y con pocos medios econ¨®micos, que normalmente s¨®lo utilizan lo que les recetan en la Seguridad Social y estas medicinas naturales no est¨¢n incluidas", explican las dos boticarias al un¨ªsono.
Carmen y Palmira se lamentan de la poca ayuda que perciben de los m¨¦dicos en general, "porque no conocen este tipo de medicina". Las dos apuestan rigurosamente "por recuperar el trabajo del antiguo boticario y no recetar solamente medicinas, sino despachar individualmente y hacer preparados a medida que van surgiendo las necesidades".
La idea ha cundido y el ¨¦xito de las recetas ha traspasado las fronteras inmediatas del valle de Robledo de Chavela pero las promotoras, por el momento, no le est¨¢n exprimiendo todo el beneficio posible. "Queremos montar un laboratorio, registrarnos y contratar a m¨¢s gente para poder distribuir nuestros productos no s¨®lo por correo o aqu¨ª, como hasta ahora", explican, para puntualizar a continuaci¨®n: "Nos interesa hacer algo selecto, m¨¢s que la cantidad".
Experimentos en propia carne
El primer preparado medicinal con patente de origen en Valdemaqueda fue el jarabe bals¨¢mico. Palmira Pozuelo lo prob¨® primero con su familia y luego lo mejoro con su compa?era en La Botica de los Remedios. Este producto contiene az¨²car morena e hisopo, pero sus propiedades lo convierten en indicado para la tos, el asma, los catarros y la bronquitis.Pero la p¨®cima m¨¢gica es el alcohol de romero. Interviene en casi todos los preparados y ofrece como atractivo "toda su fuerza y actividad, tanto en forma de friegas como en uso interno, de acci¨®n tonificante, antiinflamatoria y antirreum¨¢tica".
La primitiva oferta naturista del jarabe bals¨¢mico se complet¨® r¨¢pidamente con otro jarabe sedante, relajante y para el insomnio; con una crema de rosas muy hidratante; un ung¨¹ento de romero para dolores reum¨¢ticos, y un dent¨ªfrico de arcilla y salvia para enc¨ªas fr¨¢giles y sangrantes.
Las posibilidades de esta botica de pueblo se han ido ampliando con el tiempo a m¨¢s de 80 productos distintos, con precios que var¨ªan entre las 175 pesetas de una tintura antiverrugas o las 200 pesetas de un fortalecedor de pesta?as y las 1.200 de una crema anticelul¨ªtica o para paliar las manchas en la piel.
En el medio, las sugerencias para afrontar de una manera ecol¨®gica -apoyada incluso por organizaciones tan implantadas como la Asociaci¨®n Espa?ola para la Defensa de la Naturaleza (Aedenat)- cualquier clase de mal llegan a proponer todo tipo de combinaciones.
Los aceites de cal¨¦ndulas, enebro, espliego o mirra son debidamente tratados y al poco tiempo, despu¨¦s de una paciente labor de destilaci¨®n o maceraci¨®n, que dura en algunos casos meses, acaban convirti¨¦ndose en milagrosas p¨®cimas o linimentos para remediar el dolor.
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