Sadam sigue, Irak cambia
El l¨ªder de Bagdad trata de garantizar que nadie le arrebate el mando
"Sobrevivir¨¢", aseguraba un iraqu¨ª en la festividad del 54? cumplea?os del presidente Sadam Husein, el pasado domingo. Las celebraciones de la onom¨¢stica presidencial le sirvieron al r¨¦gimen para demostrar que, pese a la derrota en Kuwait, los bombardeos aliados, el colapso econ¨®mico y las rebeliones -salvajemente reprimidas en el norte y el sur de Irak-, el l¨ªder iraqu¨ª permanece firmemente en su puesto. Dos meses despu¨¦s del alto el fuego con los aliados, no hay signos de oposici¨®n en el interior de Irak -ni en el partido Baaz, ni en el Ej¨¦rcito, ni siquiera en el pueblo- con suficiente fuerza como para derribarle.
Pero hay importantes cambios. Ahora, la gente critica con mayor libertad al Gobierno. Durante tres semanas en Irak no he encontrado a nadie, aparte de algunos funcionarios , que no dijeran que Sadam debe irse. Se le critica de forma general por la invasi¨®n de Kuwait y lo que ¨¦sta ocasion¨®. Al margen del Kurdist¨¢n y de las zonas shi¨ªes del sur del pa¨ªs, ning¨²n grupo opositor ha sobrevivido a las campa?as de represi¨®n de los a?os setenta y los ochenta, lo que ha servido para que Sadam se mantuviera en el poder, pese a una estrecha base de apoyo.El primer acto de Sadam a d¨ªa siguiente del alto el fuego fue asegurar la permanencia de sus numerosos familiares en los puestos claves del Ej¨¦rcito y de la polic¨ªa. Desde el momento en que los iraqu¨ªes se enteraron de la derrota, Sadam apuntal¨® en e Ministerio del Interior, como nuevo ministro, a su primo Al¨ª Hassan al Majid, con reputaci¨®n de gran ferocidad, incluso para los par¨¢metros iraqu¨ªes. Coloca do al frente de la seguridad en 1986, se encarg¨® de aplastar la rebeli¨®n kurda del norte. Su trabajo puede verse todav¨ªa. Pueblo tras pueblo est¨¢n arrasados; sus habitantes, asesinados u obligados a huir de sus hogares. Al nombramiento de Al Majid le sigui¨®, algunas semanas despu¨¦s, el de su yerno y primo Husein Kamal, como ministro de Defensa. Ahora es la figura m¨¢s prominente del r¨¦gimen.
Con estos dos nombramientos, Sadam se asegura que nadie en los m¨¢s altos puestos del Consejo de Mando de la Revoluci¨®n [que podr¨ªa ser disuelto en breve], en el Ej¨¦rcito y en el espionaje pueda disputarle el poder. Simult¨¢neamente, el propio Sadam intent¨® terminar con las cr¨ªticas dentro del Baaz sobre su caudillismo, de modo que nombr¨® primer ministro a Sadun Hamadi. ?ste es un miembro de la ¨¦lite shi¨ª y con reputaci¨®n de honestidad. Desde el momento de su designaci¨®n, cada d¨ªa ha hablado de elecciones democr¨¢ticas, prensa libre y sistema pluripartidista.
Nuevas caras
Nadie se toma esto muy en serio en Bagdad. Hay nuevas caras en el Gobierno de Hamadi, y a la vez que se hablaba del imperio de la ley, se establec¨ªan 14 nuevos puestos de control entre Bagdad y Kirkuk.
En la ciudad de Basora (al sur), los ca?ones de los carros de combate siguen apuntando a las carreteras que llevan a los suburbios del norte, centro de la rebeli¨®n shi¨ª del pasado marzo. Un d¨ªa que paseaba por el zoco de Basora se me acerc¨® un hombre y me dijo: "No crea todo lo que le dicen. Sigue habiendo ejecuciones arbitrarias. Esto es muy peligroso".
No cabe la menor duda de que el Gobierno controla a la perfecci¨®n al Ej¨¦rcito. Ha habido ataques espor¨¢dicos de guerrillas shi¨ªes, pero los militares mantienen la iniciativa. Una de las sorpresas que destacan en Irak desde la guerra es la aparici¨®n del Ej¨¦rcito en las calles y pueblos con todo su equipo pesado intacto.
El pasado 1 de abril hab¨ªa visitado 13 de las 18 provincias iraqu¨ªes; en la mayor parte de todas ellas comprob¨¦ grandes concentraciones de soldados y carros de combate. Diplom¨¢ticos en Bagdad suponen que la mitad del Ej¨¦rcito escap¨® del desastre de Kuwait, y pocos soldados llamados a filas el a?o pasado han sido desmovilizados.
El pasado mes de marzo, la Guardia Republicana demostr¨® que manten¨ªa su poder¨ªo al hacer frente a las rebeliones del sur y el norte kurdo. Los lanzagranadas y Kal¨¢shnikov de los rebeldes nada pudieron contra los carros T-72 y la artiller¨ªa pesada.
Los acontecimientos de marzo demostraron adem¨¢s las dificultades que entra?a derrocar a Sadam. En teor¨ªa, las rebeliones kurda y shi¨ª estaban coordinadas. En realidad, cada una fue por su lado.
Los fundamentalistas shi¨ªes del partido Al Dawa anunciaron ,que estaban detr¨¢s de la sublevaci¨®n el primer d¨ªa que estall¨®. Los bares y hoteles de Basora donde se expend¨ªa alcohol fueron quemados. Un iraqu¨ª me dijo: "A m¨ª no me gusta Sadam, pero tampoco que se implante aqu¨ª una rep¨²blica isl¨¢mica calcada de la iran¨ª".
Kurdos y shi¨ªes
Un mes despu¨¦s de que la rebeli¨®n fuera aplastada qued¨® en evidencia la clara divisi¨®n entre los l¨ªderes kurdos y shi¨ªes. En Teher¨¢n, estos ¨²ltimos manten¨ªan que nunca negociar¨¢n con Sadam. En Bagdad, el l¨ªder kurdo Jalal Talabani se dejaba fotografiar besando al l¨ªder iraqu¨ª despu¨¦s de una semana de negociaciones. Aunque se mantienen serias diferencias entre ambas partes, la imagen ofrece, cuando menos, el deseo de ambos de llegar a un compromiso. Para Talabani, el conflicto kurdo es centro de atenci¨®n internacional e intentar¨¢ sacar partido de ello mientras pueda. Para Sadam, un acuerdo con los kurdos le permitir¨¢ reducir la presi¨®n internacional sobre Irak, pero hasta unos ciertos l¨ªmites, tales como la imposibilidad de entregar a la administraci¨®n kurda la provincia petrolera de Kirkuk.
El acuerdo sobre el reconocimiento de la autonom¨ªa kurda muestra el grado de fragilidad de Sadam. Pese a que sus tropas han podido reconquistar las ciudades sublevadas de Kurdist¨¢n, sabe que no est¨¢ en condic iones de mantener una guerra prolongada contra las guerrillas. Pese a que muchos carros de combate sobrevivieron a la batalla de Kuwait, el bloqueo internacional hace dif¨ªcil su mantenimiento. Hay otra cosa no menos importante. Si la crisis con los kurdos continuase, las exportaciones de crudo iraqu¨ª permanecer¨ªan estancadas, y la venta de petr¨®leo es vital para la reconstruci¨®n del pa¨ªs. Irak podr¨ªa exportar dos millones de barriles diarios, pero las sanciones de la ONU se lo impiden.
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