El gol de Zarra

Pas¨® el puente del 1 de mayo y ya est¨¢n a la vista las vacaciones de verano, que empezar¨¢n inmediatamente. Faltan dos o tres meses, s¨ª, pero dos o tres meses no son apenas a nada en la vida de las personas. Una prueba fehaciente: hace cinco meses tuvimos las vacaciones de Navidad y parece que fue ayer.Los ciudadanos que se dedican a filosofar sobre la relatividad de la vida humana profundizando en el proceloso ¨¢mbito de la metaf¨ªsica, acaban siempre en el gol de Zarra. El gol de Zarra es, entre todos los acontecimientos habidos en el pa¨ªs de medio siglo a esta parte, el que m¨¢s ha hecho meditar sobre la futilidad de la vida y la proximidad de la muerte. Porque cuantos oyeron a Mat¨ªas Prats radiar aquel ?goool! hist¨®rico, lo tienen como suceso reciente, que pueden referir hasta en su ¨²ltimo pormenor, ?y han transcurrido m¨¢s de 40 a?os!

Una d¨¦cada antes del gol de Zarra la expectativa de vida para el ciudadano medio era de unos 50 a?os y ahora se cifra en 77, como consecuencia del progreso de la Humanidad y el desarrollo de las ciencias. Sin embargo, es muy probable que la sensaci¨®n de haber vivido no guarde tanta diferencia. Porque la vida transcurre ahora vertiginosa, amontonando problemas, sin tiempo de disfrutarla, y en cambio hace medio siglo cada segundo se viv¨ªa intensamente; los veranos eran largu¨ªsimos; los inviernos, interminables; las fiestas constitu¨ªan todo un acontecimiento; hab¨ªa aburrimientos de muerte; y, adem¨¢s, las visitas no se iban nunca, lo cual significa que la gente ten¨ªa tiempo de visitarse, mientras ahora no hay tiempo ni de ver a la familia.

La verdad es que si Zarra llega a fallar aquel gol, buena la hace, pues no nos habr¨ªamos dado cuenta de que con tanto progreso, tanta ciencia y tanta expectativa de vida, a lo mejor estamos haciendo el primo.