El nuevo bachillerato
La junta de la Facultad de Filolog¨ªa de la Universidad Complutense, ante el documento hecho p¨²blico por el Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia sobre el nuevo bachillerato, se ve en la obligaci¨®n moral de hacer llegar a las autoridades competentes y a la sociedad espa?ola las siguientes consideraciones:1. La generalizaci¨®n hasta los 16/17 a?os de una ense?anza homog¨¦nea y obligatoria para todos los ciudadanos, escasa en contenidos culturales y cient¨ªficos, lejos de contribuir al desarrollo del pa¨ªs y a la mitigaci¨®n de las diferencias de clases, obstaculiza aqu¨¦l y agudiza ¨¦stas dado que, si bien es verdad que las diferencias de clases van unidas a diferencias de educaci¨®n, la supresi¨®n de las diferencias de educaci¨®n no elimina las diferencias de clases, sino que a la larga las aumenta.
2. Es un hecho comprobado por la experiencia que las deficiencias de un nivel educativo deben suplirse en el inmediato superior, lo que equivale a decir que un mal bachillerato incide necesariamente en la Universidad. La formaci¨®n de los profesionales se retrasa, los t¨ªtulos se desvalorizan y s¨®lo los ricos, recurriendo a cursos de especializaci¨®n en los llamados masters, pueden competir eficazmente en el mercado de trabajo.
Desde una perspectiva nacional cabe suponer que los problemas que se plantear¨¢n a nuestros licenciados a partir de 1993, cuando se reconozcan a efectos laborales las titulaciones extranjeras en nuestro pa¨ªs.
3. Desde el punto de vista de sus competencias, la junta de la Facultad de Filolog¨ªa encuentra en el esquema presentado grav¨ªsimos defectos de fondo y de forma.
En primer lugar un concepto err¨®neo de humanidades, en las que se incluyen ciencias como las matem¨¢ticas, y bajo el disfraz de ciencias sociales materias como la organizaci¨®n de empresas y la econom¨ªa, que nada tienen que ver ni con las ciencias ni con las humanidades. As¨ª desaparecen, total o parcialmente, de forma evidente o subrepticia, el lat¨ªn, el griego, la historia antigua, la medieval y moderna, en una palabra, todo aquello que da raz¨®n a la unidad cultural europea y que dentro de ¨¦sta explica las diferentes singularidades de los pueblos, lo que es especialmente escandaloso en el caso de la historia de la literatura espa?ola, que s¨®lo figura como ap¨¦ndice del estudio de la lengua, y de la literatura universal, optativa ¨²nicamente para la modalidad de las humanidades y de las llamadas ciencias sociales.
4. En cuanto a los defectos de forma sorprende, por ejemplo, que se imponga como opci¨®n com¨²n a todos los tipos de bachillerato esa misteriosa "tecnolog¨ªa y sociedad..." (con puntos suspensivos), se haga competir al griego con la econom¨ªa, al lat¨ªn con las matem¨¢ticas o la historia del arte, etc¨¦tera.
Un bachillerato de esta ¨ªndole, especialmente para aquellos que no accedan a un tipo de ense?anza superior, lejos de contribuir a la formaci¨®n del ciudadano, fabricar¨ªa en serie individuos desarraigados de su entorno cultural mediato e inmediato, sin la menor sensibilidad para apreciar los valores art¨ªsticos y culturales en los que Europa y Espa?a son tan ricas. No dar¨ªa sino un material humano apto para todo g¨¦nero de manipulaci¨®n. Resulta una iron¨ªa que se pretenda hacer pasar ahora como novedoso lo que, visto su fracaso en otras partes, comienza a revisarse muy en serio.
Quede claro que no nos oponemos ni a la extensi¨®n ni a la obligatoriedad de la ense?anza, s¨ª, en cambio, a su trivializaci¨®n y degradaci¨®n, como si las clases populares carecieran de la suficiente inteligencia y sensibilidad para recibir una ense?anza digna de ese nombre. No creemos que exista incompatibilidad alguna entre el acceso al conocimiento de las propias se?as de identidad cultural, imprescindibles para el desarrollo de una personalida.d cr¨ªtica, libre y responsable, con la simult¨¢nea asimilaci¨®n del progreso cient¨ªfico y tecnol¨®gico.- Decano de la Facultad de Filolog¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid y la Junta de Facultad. .
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