"S¨®lo se acuerdan de que soy cura en elecciones"
Como hace cuatro a?os, los socialistas hacen acopio de su artiller¨ªa pesada para tratar de desbancar de la alcald¨ªa de Santa Coloma de Gramenet -una ciudad dormitorio de Barcelona de 135.000 habitantes-, al cura comunista Llu¨ªs Hern¨¢ndez (de Iniciativa per Catalunya). Si en 1987 desembarcaron Carmen Romero y Alfonso Guerra, este a?o lo hace la ministra portavoz, Rosa Conde. Las calles est¨¢n tomadas por la propaganda de sus competidores, pero Hern¨¢ndez domina el cielo: una avioneta arrastraba ayer una gran banderola invitando a votar a "el alcalde, el amigo".Pregunta. ?Qu¨¦ tiene Santa Coloma que justifique tanto inter¨¦s por parte de los socialistas?
Respuesta. Ser¨¢ porque, del ¨¢rea metropolitana, es una de las pocas ciudades no gobernadas por los socialistas. Deben tener un inter¨¦s especial en gobernarla, porque de esta forma podr¨¢n desarrollar mejor esa pol¨ªtica metropolitana que el alcalde [de Barcelona] Pasqual Maragall tanto preconiza.
P. ?Qu¨¦ le sugiere el t¨¦rmino gran Barcelona?
R. Me sugiere el riesgo de que Santa Coloma se convierta en un ap¨¦ndice de Barcelona y de que se acent¨²en sus aspectos suburbiales. Yo soy muy sensible a todo aquello que se refiera a la prepotencia de querer crear una gran ¨¢rea metropolitana, con un presidente que ser¨ªa una especie de superalcalde mientras los dem¨¢s ser¨ªamos sus consejeros. Con esto perder¨ªamos nuestra identidad. Una identidad que nosotros defendemos, no por localismo, sino porque el gobierno, en la medida en que est¨¦ cercano al pueblo, puede ser m¨¢s eficaz.
P. ?Le molesta que en elecciones se recuerde su doble condicion de alcalde y cura?
R. S¨ª, me molesta, porque yo soy sacerdote siempre, pero ¨²nicamente subrayan este aspecto cuando se acercan las elecciones, intentando de alguna manera descubrir alg¨²n anticlerical que rechace mi funci¨®n, no por ser alcalde, sino por ser sacerdote.
P. ?Ser cura y alcalde es una ventaja o un inconvemente?
R. Un inconveniente m¨¢s que una ventaja, porque he de vivir dos realidades, las cuales no siempre se acoplan bien y me provocan una cierta esquizofrenia. He de vivir en tensi¨®n, para no hacer mixtificaciones, para no manipular la religi¨®n y para no manipular la pol¨ªtica, y distinguir muy bien ambos niveles. Esto siempre significa un riesgo.
P. ?Esta condici¨®n le supone condicionamientos morales?
R. Yo no estuve de acuerdo con la campa?a del Ministerio de Asuntos Sociales sobre preservat¨ªvos. Hubiera podido hacerse de forma m¨¢s positiva. Tampoco estoy de acuerdo con la ley del aborto. Pero me doy cuenta de que la sociedad ha de regirse por leyes seculares y no por las leyes religiosas. La religi¨®n condiciona en conciencia a aquellos que son creyentes y seguidores de una religi¨®n, pero como gobernante creo que la sociedad ha de tener m¨¢s libertad y que, por tanto, no hemos de pretender encorsetarla en el embudo moral que condiciona el comportamiento de los cat¨®licos.
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