El dominio del PNV libra de conflictos el funcionamiento del Gobierno vasco

Pr¨®ximo a cumplir los 100 d¨ªas de existencia (ma?ana, d¨ªa 17) el Gobierno de coalici¨®n en Euskadi no ha sufrido ning¨²n conflicto de encaje entre sus tres socios y ofrece una impresi¨®n de placidez frente a los enfrentamientos c¨ªclicos en la anterior combinaci¨®n. El predominio patente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), con 9 carteras sobre un total de 14, reduce el margen de maniobra de las otras dos formaciones y diluye su papel a la mera gesti¨®n.

Cuando est¨¢n a punto de pasar el plazo de gracia habitual en la tradici¨®n parlamentaria, el PW y sus socios de Eusko Alkartasuna (EA) y Euskadiko Ezkerra (EE) han reunido por primera vez la comisi¨®n de seguimiento del Ejecutivo, un ¨®rgano de resoluci¨®n de conflictos previsto en el pacto de coalici¨®n. La principal conclusi¨®n de los tres es que el Ejecutivo funciona como una balsa de aceite.El lehendakari Jos¨¦ Antonio Ardanza mantiene un encuentro semanal con cada uno de los nueve consejeros de su partido y reuniones peri¨®dicas menos frecuentes con los cinco restantes. El antiguo papel de apagafuegos del peneuvista Juan Ram¨®n Guevara y el socialista Ram¨®n J¨¢uregui no ha encontrado sustitutos porque no ha sido necesario. En contra de la sospecha inicial de los socios minoritarios, el vicepresidente Jon Az¨²a se ha concentrado en el ¨¢rea econ¨®mica en vez de dedicarse a controlar sus departamentos.

En contraste, el tercer Gabinete de Ardanza no ha dado muestras de una destacada capacidad de iniciativa parlamentaria. Esa es, por el momento, la principal cr¨ªtica de la oposici¨®n. "No podemos decir que no nos gusta lo que ha hecho este Gobierno porque a¨²n no ha hecho nada al margen de elaborar el presupuesto", afirma el l¨ªder de la oposici¨®n socialista, Ram¨®n J¨¢uregui.

Ponerse de acuerdo

Los tres grupos que sustentan al Ejecutivo se han limitado a ponerse de acuerdo para responder a iniciativas ajenas. Es lo que ha ocurrido en los debates sobre el esc¨¢ndalo de las tragaperras, el plan de ayudas propuesto por los socialistas para las zonas econ¨®micamente m¨¢s desfavorecidas o una comisi¨®n de estudio sobre el desarrollo del Estatuto socilitada por el PP.La calma puede romperse, seg¨²n la previsi¨®n de los grupos parlamentarios, tras conocer el pr¨®ximo d¨ªa 26 la evoluci¨®n del bar¨®metro electoral. Los partidos del tripartito son conscientes de su falta de iniciativa parlamentaria. EA y EE, por otra parte, empiezan a manifestar una cierta inquietud por definir un papel pol¨ªtico propio en el Ejecutivo, ante el riesgo de acabar engullidos a los ojos de la opini¨®n p¨²blica por el liderazgo de Ardanza y del PNV.

El balance es m¨¢s satisfactorio, parad¨®gicamente, en las relaciones con el Gobierno central. En tres meses escasos, el Gobierno vasco ha conseguido un acuerdo para acelerar el despliegue de la Ertzaintza (polic¨ªa auton¨®mica) y clausurar 28 centros de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa.

El PNV cree que el PSOE no est¨¢ interesado en romper todos los puentes. Los peneuvistas esperan que las coaliciones acaben por ser necesarias para gobernar en Madrid en un futuro pr¨®ximo y cuentan con que sus votos puedan resultar necesarios y producir contrapartidas. El primer paso, tras la renovaci¨®n de 13 Parlamentos aut¨®nomos el d¨ªa 26, podr¨ªa ser, seg¨²n esos c¨¢lculos, la p¨¦rdida de la mayor¨ªa absoluta socialista en el Senado.