El ocaso de un imperio

El pasado d¨ªa 9, en un pante¨®n familiar del cementerio de Montju?c, en Barcelona, se cerraba un cap¨ªtulo oscuro del mundo financiero espa?ol. All¨ª fue inhumado Julio Mu?oz Ramonet, ex presidente y primer accionista de la Compa?¨ªa Internacional de Seguros. Su muerte ha sellado el ocaso de un imperio econ¨®mico que naci¨® a la sombra de los negocios de posguerra y cuyo momento de m¨¢ximo esplendor se produjo en pleno desarrollismo de los a?os sesenta, cuando com¨ªa servido con cubiertos de oro y pisaba la alfombra persa que la servidumbre extend¨ªa a sus pies cuando acud¨ªa a darse un ba?o en la playa.

La muerte sorprendi¨® a Mu?oz Ramonet en el hotel Quellenhof de Bad Ragaz (Saint Gallen, Su¨ªza), donde hab¨ªa fijado su residencia en secreto para evitar a la justicia espa?ola. En realidad empez¨® a morir unos pocos a?os antes, cuando, a finales de 1987, la crisis de la Compa?¨ªa Internacional de Seguros pon¨ªa al descubierto un agujero de m¨¢s de 4.000 millones de pesetas en la contabilidad de la empresa. Las ¨²ltimas investigaciones de la Comisi¨®n Liquidadora de Entidades de Ahorro (CLEA), organismo aut¨®nomo del Ministerio de Econom¨ªa, han demostrado recientemente la existencia de venta de acciones por parte de la compa?¨ªa a sociedades interpuestas por medio de operaciones en las que se ha descubierto falsedad documental. En los libros de la compa?¨ªa, la investigaci¨®n seguida por la CLEA encontr¨® operaciones de cr¨¦dito, por valor de 347 millones de pesetas, calificadas de hipotecas cabalgadas entre sociedades del mismo grupo.La Audiencia Nacional concluy¨® hace pocas semanas la investigaci¨®n sobre la citada compa?¨ªa, actualmente en liquidaci¨®n, con la petici¨®n fiscal de 10 a?os de c¨¢rcel para el empresario reci¨¦n fallecido. Las calificaciones efectuadas por el fiscal del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 5 de la Audiencia, que lleva el magistrado Baltasar Garz¨®n, desvelaron presuntos delitos de estafa y falsedad documental.

Negocios con Trujillo

Antes de la intervenci¨®n de la CLEA, Internacional de Seguros hab¨ªa dejado de ser una de las principales compa?¨ªas de este sector, con una cartera de p¨®lizas en la que se leen los nombres de ilustres asegurados, como Alfonso Guerra, ex vicepresidente del Gobierno y vicesecretario general del PSOE, o Heribert Barrera, ex secretario general de Esquerra Republicana de Catalunya. La concentraci¨®n del 80% en riesgo de autom¨®vil y las maquinaciones financieras de Mu?oz Ramonet, descubiertas por la fiscal¨ªa, acabaron con la compa?¨ªa.Mu?oz Ramonet fue consolidando con los a?os la formaci¨®n de un grupo de empresas en el que se englobaban sociedades como Internacional de Seguros, Comar, Inmobiliaria El ?guila, Sociedad An¨®nima Mu?oz de Navegaci¨®n y Comercio Exterior, Compa?¨ªa Internacional del Corcho y los almacenes de Barcelona El ?guila, con la cl¨¢sica escultura situada en la cornisa del edificio que se convirti¨® en el emblema de los negocios del empresario. Mu?oz Ramonet comparti¨® la propiedad de El ?guila con el ex dictador de la Rep¨²blica Dominicana Rafael Le¨®nidas Trujillo, y ning¨²n escaparate de la sede central de los almacenes sobrevivi¨® a un incendio cuyas causas jam¨¢s llegaron a esclarecerse. La sociedad se encuentra afectada por un procedimiento de quiebra al que se lleg¨® tras un largo contencioso entre ambos accionistas iniciado en 1966, cuando Mu?oz Ramonet impugn¨® la compra de la participaci¨®n de Trujillo, que se hab¨ªa efectuado despu¨¦s de modificar los estatutos de la sociedad, en los cuales se imped¨ªa la adquisici¨®n de acciones por parte de extranjeros.

La imagen del ¨¦xito

Mu?oz Ramonet lleg¨® a forjar un imperio econ¨®mico con ramificaciones en los seguros, inmobiliarias, manufactura -en sus f¨¢bricas textiles llegaron a trabajar 45.000 personas- y comercio. Este empresario, que lleg¨® a ser la imagen misma del ¨¦xito en su visi¨®n m¨¢s fastuosa", seg¨²n escribi¨® el cronista Rafael Abella, ha vivido sus ¨²ltimos a?os en Suiza, pr¨®fugo de la justicia y controlado por la Interpol, esperando el dictamen de los tribunales espa?oles, que a la postre iban a juzgar la trayectoria de toda una vida.Su matrimonio con una hija de Ignacio Villalonga (ex presidente del Banco Central y uno de los primeros accionistas tradicionales de esta entidad) supuso un salto importante para la consolidaci¨®n de su grupo empresarial. Mu?oz alberg¨® en aquella ¨¦poca aspiraciones a ocupar puestos de honor en el mundo de la gran banca, aunque Villalonga, antes de decidirse por Alfonso Esc¨¢mez para cubrir el puesto que ¨¦l dejaba vacante en la presidencia del Central, pens¨® en su propio hijo, casado con Gloria March, rica heredera de esta familia. En un momento determinado, los destinos de Ignacio Villalonga, hijo, y de Mu?oz Ramonet se cruzaron cuando el primero tuvo que marchar al extranjero tras conocerse su presunta vinculaci¨®n a un asunto poco claro que le descalificaba para tomar el relevo en el banco.