Menos rollos
La pobreza de t¨¦rminos caracteriza el habla de los j¨®venes
Es pobre, escueto y facil¨®n, pero autosuficiente. As¨ª coinciden en definir los mayores el habla de los j¨®venes. "Normal, ?no?, lo t¨ªpico", se justifican ellos. Salvando las caracter¨ªsticas propias de las diferentes tribus, algo en com¨²n les identifica: la utilizaci¨®n de pocos t¨¦rminos con muchos significados, met¨¢foras y consignas.
En las paredes del metro puede leerse: "De un madero, 100.000 lapiceros", y en la discoteca se dice: "Menos rollos y al grano". "Se han acostumbrado a expresarse con el cuerpo, y as¨ª se enga?an menos", opina Iv¨¢, un cincuent¨®n, creador del comic Makinavaja, el ¨²ltimo chorizo."Ah, ?pero hablan?", pregunta ir¨®nico. A Ram¨®n Tosas Fuentes, Iv¨¢ para la afici¨®n, le divierte el asunto. "Hombre , siempre hubo chavales listos y chavales tontos. El cerebro es el mismo que en nuestra generaci¨®n. Lo que pasa es que ahora la gente va a lo f¨¢cil". Cada mi¨¦rcoles sale en la revista El Jueves una historieta de su Makinavaja. El personaje habla casi tan mal como los mendas de carne y hueso que el autor dice observar en la calle. "Gran parte es un invento, porque las modas en el lenguaje cambian tan r¨¢pido que no se pueden agarrar".
Iv¨¢ se?ala con el dedo a la cultura de la imagen. "Nos hemos convertido en consumidores de im¨¢genes, pero im¨¢genes muy pobres en contenidos, que se rebajan a¨²n m¨¢s en el camino hasta las neuronas". Es consciente de que los j¨®venes alternan poco con la lectura, y se desternilla con la pregunta de si leen diarios.
Javier Linares s¨ª lee prensa, aunque con un refinado sentido cr¨ªtico. "Yo ejque s¨®lo leo lo divertido. Oss¨¢, inter, sucesos y deportes, ?vale?". Tiene 21 a?os, estudia marketing, y el ¨²ltimo libro que ley¨® fue "lo del Se?or de los Anillos". Se acab¨® la charla, porque es viernes y le espera la perica para ir de marcha.
"En la discoteca se habla poco, m¨¢s bien te enrollas con las t¨ªas", comenta David, de 18 a?os y estudiante de tercero de BUP, como su colega Marcos Ambos son de Madrid, "del foro tocho", apostillan. En una respuesta a d¨²o de t¨² empiezas y yo termino se disputan la explicaci¨®n del sistema. "Tu entras y dices: eh, eh; hola, hola, qu¨¦ pasaa, ?vienes mucho por aqu¨ª? Toma un poco de copita, y ya est¨¢ Despu¨¦s unos bailes tochos", relatan. David est¨¢ convencido de que a las chicas "les tocas un poco el pelo, les dices a la oreja que son guapas, y caen".
Los problemas, si vienen, lo hacen en casa. "Mi jefe se queda nota cuando le pido preservativos porque me voy a tirar a una t¨ªa. '?Ahh, que verg¨¹enza, degenerao!", se pone. '?Tarao, calla ya, viejo', le decimos mi hermano y yo", relata Marcos. "Claro que no nos da los preservativos pero nos re¨ªmos mucho", a?ade.
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