Recetas de emoci¨®n
A pesar de ser uno de nuestros directores m¨¢s personales y dignos de seguimiento, Ricardo Franco no se prodiga en las salas de cine: apenas seis largometrajes excluidos sus trabajos para TVE- desde que comenz¨® a dirigir en 1969, y para colmo dos de ellos malditos.- In 'n' out (Gringo mojado), realizado en M¨¦xico en 1984 con nacionalidad estadounidense, que, seg¨²n creo, s¨®lo se ha exhibido en el Festival de Huelva de 1987, y El sue?o de T¨¢nger, que por fin llega a las pantallas despu¨¦s de haber sido secuestrado por su productor durante la friolera de seis a?os.El propio Franco comentaba hace unos d¨ªas en este diario que El sue?o de T¨¢nger hab¨ªa sido realizada con la intenci¨®n de llegar al mayor p¨²blico posible; de hecho, hubo un momento en que el gui¨®n circul¨® entre los productores de Hollywood y estuvo a punto de ser protagonizado por Anthony Quinn.
El sue?o de T¨¢nger
Direcci¨®n y gui¨®n: Ricardo Franco. Fotograf¨ªa: Javier Aguirresarobe. Direcci¨®n art¨ªstica: Wolfgang Burman.M¨²sica: Alberto Iglesias. Montaje: Jos¨¦ Mar¨ªa Biurrun. Productor: Carlos Escobedo. Producci¨®n: Ofella Films, SA. Espa?a, 1985. Int¨¦rpretes: Fabio Testi, Maribel Verd¨², Joaqu¨ªn Hinojosa, Pastora Vega. Jos¨¦ Dom¨ªnguez, Salas de estreno en Madrid: Coliseum, Benlliure, Aluche y Florida.
La estrategia seguida por el director de Pascual Duarte para llenar el patio de butacas tiene algo de culinario o de laboratorio: consiste, b¨¢sicamente, en desmenuzar las tripas de Casablanca -la pel¨ªcula universal por excelencia-, aislar sus ingredientes esenciales y, a partir de ellos, elaborar recetas de emoci¨®n aplicables a otra historia. No se trata de hacer una versi¨®n m¨¢s o menos encubierta (como Habana, de Pollack), sino de transplantar las claves de su fascinaci¨®n a un gui¨®n personal.
Franco ha extra¨ªdo de la pel¨ªcu la de Curtiz la idea del escenario ex¨®tico, una subtrama de -ll¨¢mese como se quiera- cine de aventuras, thriller o policial, una historia de amistad entre arquetipos -el esc¨¦ptico hacia las causas perdidas, el disidente y el polic¨ªa-, que aqu¨ª se desarrolla en la ¨¦poca actual y entre tangerinos de origen espa?ol, y algunos rasgos del protagonista -propietario de un cafet¨ªn de mala muerte, pol¨ªticamente de vuelta y obsesionado por el recuerdo de una mujer-, que acaba siendo una especie de Rick (Bogart) venido a menos.
Casey Robinson, cerebro oculto de Casablanca, sol¨ªa advertir que una escena de amor en la que los personajes dicen: "Te quiero", es una p¨¦sima escena de amor. La misma regla puede aplicarse a las escenas de amistad. Casablanca es una excelente historia de amistad, pero los personajes nunca dicen que son amigos -la palabra amistad s¨®lo se pronuncia una vez, y es la ¨²ltima del filme-, simplemente se ve. En El sue?o de T¨¢nger sabemos que los personajes son amigos porque lo dicen, rara vez porque las im¨¢genes nos lo hagan sentir, y esta diferencia ejerce labores de termita sobre los cimientos de la pel¨ªcula. Se echa en falta, adem¨¢s, una mayor dosis de iron¨ªa hacia lo que se cuenta.
M¨¢s sugestiva y mejor desarrollada que la trama policial y de amistad, es la historia principal, de amor loco, entre Fabio Testi y una muy desnuda Maribel Verd¨² (convertida en sosia de Marla Schneider), aunque tambi¨¦n aqu¨ª las distancias entre lo que el director pretende (acercarse al romanticismo desatado de pel¨ªculas como La sirena del Misisip¨ª) y consigue se hacen evidentes, sobre todo por la interpretaci¨®n francamente irregular del protagonista masculino. Las f¨®rmulas de ¨¦xito son tan escurridizas como la piedra filosofal. El propio Curtiz trat¨® de repetir Casablanca con Pasaje a Marsella y se estrell¨® en el intento. No se puede rehacer a partir de una f¨®rmula lo que en buena parte surgi¨® de la improvisaci¨®n. La emoci¨®n y las recetas, por buenas que sean, no hacen migas, o quiz¨¢ s¨ª, pero el truco debe permanecer invisible para que la magia funcione, y en El sue?o de T¨¢nger se ve venir desde lejos. Adem¨¢s, ?por qu¨¦ necesita un director como Ricardo Franco acudir a las recetas?
Babelia
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