La nueva moneda
Cuando el ciudadano de a pie tiene en sus manos la nueva moneda de una peseta acu?ada en 1990 no puede por menos que constatar una ruptura y p¨¦rdida de calidad en la larga tradici¨®n que tras de s¨ª tiene la FNMT o Ceca de Madrid y re¨ªrse. y denostar de los dise?adores de tan rid¨ªcula representaci¨®n met¨¢lica para nuestra unidad monetaria en esta ¨¦poca en que el dise?o que, a¨²na funcionalidad pr¨¢ctica y calidad prima por encima de otras consideraciones, de las cuales carece dicha diminuta moneda met¨¢lica.Ahora que muchas de las realizaciones de nuestro pa¨ªs son merarnente emblem¨¢ticas: V Centenario, Juegos Ol¨ªmpicos, capitales culturales, 1992 modernidad, etc¨¦tera, etc¨¦tera, los responsables de la FNMT han puesto en circulaci¨®n botones de camisa, para dar curso legal a la ya centenaria peseta; esto referido al tama?o rid¨ªculo a todas luces, sin entrar en el desafortunado dise?o interior de la moneda, que puede gustar o no, pero que en su conjunto merecer¨ªa. el calificativo de mal gusto, falta de imaginaci¨®n, taca?er¨ªa de metal, que han logrado en suma un tipo de moneda impracticable y poco o nada manejable para invidentes, gente mayor y otros colectivos.
La imagen que tan desafortunada moneda proyecta tanto en el interior como en el exterior de nuestro pa¨ªs no puede ser m¨¢s deleznable; si lo que se pretende es hacer desaparecer de hecho la moneda de una peseta de la circulaci¨®n fudiciaria, con la consiguiente connotaci¨®n inflacionaria que ello puede suponer a la hora de fijar los precios de aquellos art¨ªculos cuyo precio resultante a¨²n est¨¦ formado por monedas de una peseta, pronto se proceder¨¢ a su redondeo por exceso, para que no aparezcan tan diminutas y molestas monedas en las cajas de los supermercados, tiendas y comercio en general, con la repercusi¨®n negativa que ello puede implicar en los bolsillos de los compradores, con dimensiones evaluables en cientos de millones de pesetas.
Quisiera dejar abierta esta pol¨¦mica para que otros ciudadanos se pronuncien sobre su coincidencia o discrepancia con mis apreciaciones y se promueva la conveniencia o no de la retirada de dicha moneda de la circulaci¨®n y nueva. acu?aci¨®w de una unidad monetaria de una peseta cuya calidad met¨¢lica y tama?o f¨ªsico de la misma sea aceptable para representar con la dignidad requerida a este pa¨ªs ante las pr¨®ximas efem¨¦rides de 1992, en que muchas de ellas viaja r¨¢n al extranjero en los bolsillos de nuestros visitantes y permaneceran como recuerdo de su estancia en nuestro pa¨ªs por largo tiempo, adem¨¢s de cumplir la finalidad primordial de ser ¨²tiles a los ciudadanos de este pa¨ªs en su vida cotidiana. Otro tanto se podr¨ªa decir de la moneda de cinco pesetas, en la que el futurismo se ha excedido, menguando tama?o en metal y restando claridad de conceptos.-
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