Democracia en segunda fase

Cuando est¨¢ a punto de cumplirse un a?o de las primeras elecciones municipales libres y pluripartidistas de la historia de Argelia -12 de junio de 1990-, el Gobierno de Chadli Benyedid se enfrenta a unas elecciones legislativas, que configuran la segunda parte de un proceso democratizador iniciado tras la revuelta de octubre de 1988.Durante este ¨²ltimo a?o, Chadli Benyedid y su primer ministro, Mulud Hamruche, han examinado con detenimiento el resultado de aquellas elecciones municipales -un verdadero test pol¨ªtico- que otorg¨® una amplia mayor¨ªa a las fuerzas integristas. Fruto de esta reflexi¨®n ha sido una sustancial reforma de las leyes electorales y una remodelaci¨®n de las circunscripciones, que en principio podr¨ªan favorecer al ex partido ¨²nico Frente de Liberaci¨®n Nacional (FLN) y frenar el avance de las fuerzas integristas.

?ste es el origen del conflicto surgido entre el Gobierno y el FIS. Los integristas han sacado sus fuerzas a la calle y amenazan con yugular el resto del proceso democratizador de Argelia si no se anulan estas reformas y se convocan elecciones presidenciales. Est¨¢n dispuestos a utilizar todos los m¨¦todos posibles, desde la desobediencia civil, el desorden p¨²blico o el boicoteo de las elecciones.

Al margen de esta contienda FLN-FIS, un conglomerado de 37 partidos, algunos con escasa o nula incidencia pol¨ªtica o social, reclaman el restablecimiento del orden p¨²blico y un proceso electoral limpio. Para ellos, la campa?a, que hoy cumple cinco d¨ªas, se desenvuelve con tranquilidad, dentro de unos par¨¢metros perfectamente homologables en cualquier pa¨ªs democr¨¢tico.

Las voces m¨¢s serenas y significativas de estos 37 partidos son la de los l¨ªderes del FFS (Frente de las Fuerzas Socialistas), Hozine Ait Ahmed, y la de Said Saadi, m¨¢ximo responsable del partido berberista Agrupaci¨®n por la Cultura y la Democracia. Cualquiera de ellos puede convertirse en una tercera v¨ªa hacia la democracia argelina.