La alternativa del PP excluye la negociaci¨®n del Gobierno con sindicatos y empresarios

El pacto de competitividad alternativo del Partido Popular tiene dos aspectos en com¨²n con el del Gobierno: su denominaci¨®n y la insistencia de ambos en defender que es prioritario. Pero mientras el plan del Ejecutivo descansa en la consecuci¨®n de un pacto social de rentas, a tres bandas y de aplicaci¨®n nacional, el Partido Popular califica de "intervencionista" la participaci¨®n del Gobierno en cualquier negociaci¨®n colectiva. Para el PP lo importante es el acuerdo en el Parlamento, donde deben discutirse una serie de medidas de pol¨ªtica econ¨®mica que mejoren la competitividad en Espa?a.

El nuevo responsable de econom¨ªa del Partido Popular, Luis G¨¢mir, se estren¨® ayer en solitario ante los medios de comunicaci¨®n para criticar el plan de competitividad que aprob¨® el viernes el Consejo de Ministros, defender que la paternidad de la iniciativa es de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y explicar su propuesta alternativa.

La primera cr¨ªtica del PP es que el plan llega tarde. "Llevamos dos a?os perdidos", asegur¨® Luis G¨¢mir. El retraso, en opini¨®n del PP, obedece a la par¨¢lisis del Gobierno a lo largo de 1990, las discrepancias entre los componentes del anterior Ejecutivo que se un¨ªan a sus diferencias; con el PSOE, y, finalmente, la preparaci¨®n de las elecciones municipales.

Tras las elecciones

"Al d¨ªa siguiente de las elecciones, Solchaga desempolva un pacto que liga los salarios a la evoluci¨®n de la inflaci¨®n". ?sta es la segunda cr¨ªtica de los populares. En opini¨®n del responsable de econom¨ªa del PP, ni el Gobierno ni -sobre todo- su Ministro de Econom¨ªa tienen la m¨¢s m¨ªnima credibilidad en sus previsiones y objetivos de inflaci¨®n; pues desde que Solchaga se hizo cargo de la cartera de Econom¨ªa, el aumento final de los precios ha ido muy por delante de las estimaciones del ministro.La tercera cr¨ªtica del PP se dirige al centro de flotaci¨®n de la propuesta del Gobierno y explica la caracter¨ªstica b¨¢sica de la alternativa de los populares. Seg¨²n asegur¨® ayer Luis G¨¢mir, la competitividad de la econom¨ªa espa?ola no mejorar¨ªa nada si el crecimiento de los salarios monetarios (no mencion¨® los beneficios) se acercara -hasta igualar- al existente en los pa¨ªses del Sistema Monetario Europeo.

G¨¢mir record¨® que es catedr¨¢tico de universidad para def¨¦nder que el plan del Gobierno "no reduce sino que mantiene la brecha de bienestar entre Espa?a y la Comunidad". Tal coste, a?adi¨®, "no es positivo para los asalariados y no a?ade nada a favor de la competitividad de la econom¨ªa espa?ola".

Tras esta afirmaci¨®n subyace la decisi¨®n del PP de excluir cualquier negociaci¨®n de salarios y beneficios de su pacto de competitivid¨¢d alternativo. "No queremos que se nos utilice como arma arrojadiza contra empresarios y sindicatos", afirm¨® G¨¢mir. El PP sugiere que "los an¨¢lisis salariales surjan de la voluntad de empresarios y trabajadores".

Nada m¨¢s lejos, pues, del acuerdo de rentas entre Gobierno, sindicatos y patronal que defendi¨® el viernes el ministro de Econom¨ªa y Hacienda como primera y b¨¢sica pieza de su pacto social de progreso.

El Partido Popular, seg¨²n Luis G¨¢mir, considera que "los salarios reales deben crecer en relaci¨®n con los aumentos de productividad". Tras este juicio de intenciones a?adi¨® que "son los agentes sociales los que deben decidir el reparto de las ganancias de productividad entre trabajadores y empresarios", pues, en su opini¨®n, la participaci¨®n del Gobierno en la negociaci¨®n es "intervencionista".

El pacto que propone el PP es, pues, "un esfuerzo importante que debe hacer el Parlamento". Ese esfuerzo contiene todos los elementos de pol¨ªtica econ¨®mica que el Partido Popular suele defender. El primero es la reforma fiscal, pues el PP est¨¢ en contra de las nuevas leyes de renta y patrimonio que acaba de aprobar el Parlamento. Los populares piden adem¨¢s una regularizaci¨®n de los balances de las empresas y un trasvase de carga fiscal desde los impuestos directos a los indirectos. En este cap¨ªtulo fiscal, el PP coincide con Solchaga al defender la desaparici¨®n, cuanto antes, del d¨¦ficit p¨²blico.

El segundo gran escollo contra la competitividad de la econom¨ªa espa?ola es, a juicio del Partido Popular, "el impuesto que suponen las cotizaciones a la Seguridad Social contra la creaci¨®n de empleo". La soluci¨®n propuesta es que una mayor parte de esa financiaci¨®n corra a cargo de los Presupuestos del Estado; una sugerencia que complementa la petici¨®n de eliminar el d¨¦ficit p¨²blico.

El plan de competitividad del PP comparte con el del Gobierno su preocupaci¨®n por mejorar las infraestructuras y el funcionamiento del sector p¨²blico. La principal diferencia, en este ¨²ltimo aspecto, es que el PP defiende la privatizaci¨®n de servicios como Correos, alguna parte de la sanidad p¨²blica o la gesti¨®n del INEM, y esto no aparece en los planes del Gobierno.