La nueva novela de Francisco J. Satu¨¦ aborda el tema de la pornograf¨ªa contra el poder

"En mis novelas no se habla de cosas sino que se practican", afirma, rotundo Francisco J. Satu¨¦, que acaba de sacar a la calle su ¨²ltimo libro de ficci¨®n, La carne (Alfaguara), en el que el sexo figura como eje central. La escritura sin mordaza, en este caso sin cond¨®n o, dicho de otra manera, la pornograf¨ªa contra el poder, viene a ser para el escritor la definici¨®n m¨¢s ajustada de su novela, que el pasado jueves fue presentada con unos padrinos de lujo: Luis Garc¨ªa Berlanga, Almudena Grandes, Rafael Cont¨¦, Javier S¨¢daba, dinamizando un debate sobre erotismo y transgresi¨®n.El antiqu¨ªsimo, y est¨¦ril para muchos, debate entre lo que es erotismo y lo que es pornograf¨ªa estuvo presente inevitablemente en la presentaci¨®n p¨²blica de esta novela. El cineasta y conocido erot¨®mano Luis Garc¨ªa Berlanga lo esclareci¨® de forma taxativa citando a Juan Mars¨¦: "El erotismo es el cond¨®n de la pornograf¨ªa". "Erotismo y pornograf¨ªa son etiquetas culturales y no hay m¨¢s que hablar. La palabra clave es poder y como escritor, en todos mis libros, lo que intento reflejar es c¨®mo sufrimos el poder y c¨®mo lo combatimos", dijo Satu¨¦.

Este escritor nacido en Madrid hace 30 a?os, lleva trabajando desde los 16 en diferentes medios de comunicaci¨®n y paralelamente ha publicado ya siete novelas. De la ¨²ltima, La carne, dice: "Lo que hay es el deseo de llamar a las cosas por su nombre y he querido hacer algo pornogr¨¢fico por oposici¨®n a lo er¨®tico, pero no obvio ni vulgar".

El protagonista de La carne, Enrico Conti, lo fue ya de la anterior novela de Satu¨¦, Desolaci¨®n del h¨¦roe, en la que Conti era un militar que trataba de llevar un mensaje anarquista a las tropas.

Ahora, en La carne, Conti es un desertor, un rebelde que trabaja corno periodista mientras vive una apasionada relaci¨®n con una mujer.

"El grave conflicto con respecto al sexo en la literatura", dice Satu¨¦, "es que o se ha tratado desde un punto de vista documental o como frivolidad. Yo creo que el placer nunca es f¨¢cil y el sexo es misterioso aunque siempre se haya pretendido hacerlo mec¨¢nico. Me planteo lo que es posible conocer y la pornograf¨ªa como transgresi¨®n del poder porque hemos hecho del lenguaje una especie de ant¨ªdoto contra el dolor y el reto es c¨®mo el lenguaje nos puede volver seres humanos".

Francisco J. Satu¨¦ afirma asimismo que no cree en la llamada "nueva narrativa" y que no quiere sentirse part¨ªcipe de la "amnesia" que domina nuestra ¨¦poca.