Ineficiencia energ¨¦tica
Las propuestas para ahorrar energ¨ªa luchan con la burocracia
La ciudad s¨®lo produce el 0,21% de la energ¨ªa que consume. Algunas de las soluciones propuestas para remediar este desequilibrio permanecen en el sue?o burocr¨¢tico al que las han sometido las administraciones con competencias en el ahorro energ¨¦tico. En Madrid no se aplican las ventajas del sol, que cada a?o irradia al planeta la energ¨ªa equivalente a un mill¨®n de veces la que se podr¨ªa obtener de las reservas mundiales de petr¨®leo. El consumo que va a suponer iluminar la capital cultural de Europa en 1992 puede reducirse.
El panorama del consumo energ¨¦tico dentro de la comunidad madrile?a no puede resultar m¨¢s desolador. Madrid tan s¨®lo produce el 0,21% de la electricidad que consume, aunque se inscribe en uno de los territorios auton¨®micos espa?oles con m¨¢s posibilidades para la instalaci¨®n de energ¨ªas alternativas. Mientras tanto, importantes proyectos basados en la utilizaci¨®n de la energ¨ªa solar duermen en la desidia de los cajones de las diferentes administraciones.Hace 100 a?os, el 30% de las casas de Pasadena, en California, utilizaban ya la energ¨ªa solar para calentar el agua de consumo dom¨¦stico. Un siglo m¨¢s tarde, la energ¨ªa solar ha alcanzado un grado de desarrollo tecnol¨®gico que permite incluso su utilizaci¨®n en climas de casi permanente estado de nubosidad. En estos momentos, los calentadores de agua solares funcionan en un 12% de las casas japonesas, un 65% de las de Israel y hasta en el 90% de las de Chipre. Sin embargo, en Madrid siguen resultando pr¨¢cticamente inexistentes.
Calderas de carb¨®n
El pasado d¨ªa 3, mientras los miembros de Greenpeace intentaban entregar un informe al ministro de Industria sobre c¨®mo ser¨ªa posible reducir en Espa?a hasta un 50% el consumo de luz mediante la aplicaci¨®n de una pol¨ªtica de eficiencia energ¨¦tica, Ladislao G¨®mez, experto de la organizaci¨®n ecologista Aedenat en materia de energ¨ªas renovables, criticaba el plan municipal (en curso dise?ado en 1987) para sustituir las 10.000 calderas de carb¨®n existentes en la capital y que prima la instalaci¨®n de otras de acumulaci¨®n el¨¦ctrica
Para Esperanza Aguirre concejal de Medio Ambiente, "este dato no es exactamente v¨¢lido, porque en dicho plan lo que prima especialmente son las reconversiones a la energ¨ªa solar, subvencionadas por encima de cualquier otra forma de energ¨ªa: el problema es que no se ha recibido ninguna solicitud al respecto".
El actual parque de instalaciones solares madrile?as se reduce esencialmente a peque?as instalaciones fotovoltaicas aplicadas a sistemas de comunicaci¨®n, algunos quioscos de prensa dispersos por la capital y a algunas fuentes suplementarias en edificios p¨²blicos y privados.
Existe una estaci¨®n solar experimental de Hidroel¨¦ctrica Espa?ola en Guadalix de la Sierra, en cuanto a las instalaciones de la compa?¨ªa Lactaria Castellana en Alcorc¨®n, tras ser generosamente financiadas con fondos p¨²blicos, quedaron fuera de servicio hace varios a?os, tras funcionar unos d¨ªas.
En Madrid no se pone el sol
La frase parece evocar tiempos imperiales, pero, sin embargo, se refiere a uno de los proyectos m¨¢s ecol¨®gicos concebidos para la capital del Estado, basado en el principio de la eficiencia energ¨¦tica. Su impulsor es Pedro Barroeta, un economista vasco especializado en medio ambiente que propone la iluminaci¨®n de la Puerta del Sol a base exclusivamente de energ¨ªa solar, y, a partir de ella, la de todo el centro hist¨®rico urbano madrile?o.Una de las posibilidades que se ofrecen es utilizar la electricidad generada en la planta solar experimental de Guadalix de la Sierra (a menos de 20 kil¨®metros de distancia), en estos momentos ya conectada a la red convencional de energ¨ªa. Seg¨²n Barroeta, "la celebraci¨®n de Madrid como capital europea de la cultura en 1992 es una oportunidad excepcional. Adem¨¢s de todos los acontecimientos previstos para ese a?o en Espa?a, la Conferencia Mundial de la Energ¨ªa va a tener lugar en esta capital. En dicha conferencia se plantear¨¢ el rumbo que habr¨¢ de seguir el planeta con vistas al uso racional de las fuentes energ¨¦ticas. "?Qu¨¦ mejor ocasi¨®n que sorprenderles con una soluci¨®n madrile?a, eficiente y ecol¨®gica?", se pregunta.
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