Aldo Rico: "Seineld¨ªn es uno de los mejores soldados que tiene el Ej¨¦rcito argentino"
El ex teniente coronel Aldo Rico, protagonista de dos asonadas militares carapintadas, en Semana Santa de 1987 y en Monte Caseros en 1988, compareci¨® ayer como testigo ante el tribunal que juzga al coronel Mohamed Seineld¨ªn. Se reconcili¨® con el l¨ªder de los otros dos levantamientos ultranacionalistas, en Villa Martelli en diciembre de 1989 y el de un a?o despu¨¦s, que le llev¨® al banquillo de los acusados. Aldo Rico declar¨®, bajo juramento, que Mohamed Seineld¨ªn es "un sobresaliente camarada y uno de los mejores soldados que tiene el Ej¨¦rcito argentino".
Pocos d¨ªas despu¨¦s de la rebeli¨®n militar del pasado 3 de diciembre, en una conversaci¨®n con un abogado af¨ªn a los carapintadas, grabada de forma clandestina y difundida en los medios de comunicaci¨®n, Rico cubri¨® de improperios a Seineld¨ªn. El impetuoso hijo de asturianos lleg¨® incluso a amenazar con matar por sus propias manos a Seineld¨ªn por la rebeli¨®n militar de unos d¨ªas antes, que hab¨ªa costado varias vidas y provoc¨®, por primera vez, v¨ªctimas militares.Ahora Seineld¨ªn ocupa el banquillo de los acusados, junto con sus compa?eros de rebeli¨®n, ante un tribunal civil. Ayer, el testigo principal en el proceso era su antiguo camarada Rico, que ahora lucha por ganar las elecciones a gobernador de la provincia de Buenos Aires. Ni el fiscal ni los defensores de los carapintadas deseaban la presencia de Rico, que compareci¨® a requerimiento de los jueces.
A la pregunta de si ten¨ªa amistad con los acusados respondi¨® Rico: "Soy camarada de los se?ores que est¨¢n siendo juzgados y vivimos juntos momentos de peligro en dos guerras, la guerra contra la subversi¨®n y la guerra contra el ingl¨¦s". Tras a?adir "me une un profundo af¨¦cto" a los acusados, no vacil¨® Rico en declarar que el fiscal Luis Moreno Ocampo siente animosidad contra ¨¦l y que ese sentimiento es rec¨ªproco.
Luego Rico repiti¨® sus tesis de que en Semana Santa de 1987 hubo un pacto con el entonces presidente radical, Ra¨²l Alfons¨ªn, y que ese acuerdo no fue cumplido "por la defecci¨®n moral de quienes ten¨ªan que haberlo llevado adelante". Atac¨® Rico "la defecci¨®n moral del generalato" y expres¨® su teor¨ªa de que en las Fuerzas Armadas, por encima de la disciplina, est¨¢ la responsabilidad que hay que asumir. Seg¨²n Rico, "cuando los que mandan pierden la verg¨¹enza, los que obedecen pierden el respeto".
Cuando, acosado por el fiscal, Rico elogi¨® a Seineld¨ªn como soldado, la sala prorrumpi¨® en un cerrado aplauso y gritos de "?viva la patria!". El presidente orden¨® desalojar la sala, pero se inici¨® un aut¨¦ntico peregrinaje para besar a Seineld¨ªn, que se mostraba emocionado. En los corredores del palacio de los tribunales se mezclaron de nuevo los seguidores de Rico y de Seineld¨ªn.
A la puerta de la sala declar¨® la esposa del coronel procesado, Marta Lab¨®, que nunca hubo diferencias entre su marido y Rico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.