Abolida en Sur¨¢frica la ¨²ltima gran ley de segregaci¨®n racial
La ley de clasificaci¨®n de la poblaci¨®n en funci¨®n de la raza, que constitu¨ªa la ¨²ltima gran ley del sistema de segregaci¨®n racial en Sur¨¢frica, o apartheid, fue abolida ayer por el Parlamento surafricano con los ¨²nicos votos en contra de los 38 diputados blancos del Partido Conservador (oposici¨®n oficial de extrema derecha). La ley abolida estaba en vigor desde 1950, dos a?os despu¨¦s de la llegada al poder del Partido Nacional.
La aplicaci¨®n de la Population Registration Act, nombre ingl¨¦s de la ley, ha causado innumerables tragedias y sufrimientos a decenas de miles de personas en Sur¨¢frica. Hombres y mujeres vieron determinada su existencia desde su nacimiento en funci¨®n del color de la piel, el tipo de pelo y de alg¨²n indicio de sangre "no blanca" en sus venas. La escuela en que deber¨ªan estudiar, el barrio en el que ser¨ªan obligados a vivir, e incluso el cementario en el que ser¨ªan enterrados eran asignados a partir de la clasificaci¨®n establecida en dicha ley.En la pr¨¢ctica desde el pasado mes de febrero los surafricanos no estaban obligados a registrar a los reci¨¦n nacidos, pero formalmente ser¨¢ a partir de finales de junio cuando los habitantes de este pa¨ªs no pertenecer¨¢n a ning¨²n grupo racial, y las leyes no tendr¨¢n en cuenta el color de la piel de los ciudadanos.
Mestizos e indios
Las C¨¢maras mestiza e india dieron su apoyo a la revocaci¨®n de la ley, aunque con dicha actitud han cavado, probablemente, la tumba de sus puestos de trabajo. Bajo el sistema de apartheid, la poblaci¨®n india, blanca y mestiza ten¨ªan su propio "gobierno" indio y mestizo que administraba la mayor parte de su vida cotidiania, incluyendo la vivienda y la educaci¨®n.
El Parlamento blanco tiene las competencias m¨¢s importantes como Asuntos Exteriores, Econom¨ªa y Defensa. El concepto de parlamento tricameral constituye el m¨¢s claro ejemplo del apartheid, con un elevado coste econ¨®mico. En la medida que indios y mestizos no existen ya seg¨²n la ley, todo indica que el Gobierno central asumir¨¢ la administraci¨®n del sistema.
La mayor¨ªa negra no ha jugado papel alguno en el sistema parlamentario tricameral, que se consider¨® un paso positivo cuando entr¨® en vigor, hace siete a?os. El Gobierno del entonces primer ministro P.W. Botha concedi¨® el derecho de voto a los negros exclusivamente en sus ¨¢reas tribales, ya que no ten¨ªan nada que decir sobre la administraci¨®n; de la Sur¨¢frica blanca.
Aunque la legislaci¨®n del apartheid queda oficialmente abolida, la segregaci¨®n racial continua en vigor en varios aspectos. La mayor¨ªa negra no tiene todav¨ªa derecho a voto ni capacidad de intervenci¨®n en lo que al Gobierno se refiere. Esta cuesti¨®n s¨®lo se podr¨¢ modificar enmendando la Constituci¨®n.
El Congreso Nacional Africano (ANC) de Nelson Mandela y el Gobierno de Frederik de Klerk se hallan inmersos en conversaciones para alcanzar el multipartidismo, pero hasta ahora no se ha llegado a ning¨²n acuerdo. El ANC insiste en la necesidad de nombrar un gobierno provisional que convoque a una Asamblea Constituyente, encargada de redactar una nueva Constituci¨®n, en un proceso similar al seguido por Namibia en 1989.
Washington expres¨® su satisfacci¨®n por la medida, aunque puntualiz¨® que la Administraci¨®n Bush no levantar¨¢ todav¨ªa las sanciones econ¨®micas contra Sur¨¢frica. Un portavoz del Departamento de Estado dijo que Pretoria ha satisfecho cuatro de las cinco condiciones impuestas por el Congreso norteamericano en 1986 para la suspensi¨®n de las sanciones. Para Washington la quinta condici¨®n, la liberaci¨®n de todos los presos pol¨ªticos, no ha sido totalmente cumplida, a pesar de las alegaciones del Gobierno surafricano.
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