El PSOE admite que gast¨® 1.500 millones m¨¢s de lo cobrado por subvenci¨®n electoral

JOAQU?N PRIETO Los esfuerzos para mantener la primac¨ªa pol¨ªtica del PSOE en 1989 salieron verdaderamente muy caros a este partido. La organizaci¨®n socialista se gast¨® 3.745 millones de pesetas en la triple convocatoria electoral de aquel a?o -europeas, legislativas y gallegas-, seg¨²n sus propios datos. La cifra confesada por el PSOE rebasa en 1.500 millones el monto de las subvenciones recibidas del Estado por los votos y esca?os obtenidos.

En la contabilidad oficial de este partido no figura donativo alguno procedente de las empresas Filesa y Time Export, ni de ninguna otra entidad privada. Las ¨²nicas donaciones an¨®nimas confesadas ascienden a la suma de 225.000 pesetas.Tampoco aparece m¨¢s aportaci¨®n de entidades bancarias que distintas p¨®lizas de cr¨¦dito suscritas con la Caja Postal y con el Banco Pastor, por un total de 1.454 millones de pesetas. Estas cantidades fueron entregadas en forma (le pr¨¦stamos a devolver y con las subvenciones estatales como garant¨ªa de su amortizaci¨®n.

Una parte de esos 1.500 millones de diferencia se comput¨® directamente como d¨¦ficit. El Partido Socialista reconoce haber tenido "resultados negativos" de 635 millones como consecuencia de las legislativas de 1989, que fue la campa?a m¨¢s importante en cuanto a volumen. Respecto al resto de los gastos realizados, que no se cubren con el dinero estatal, s¨®lo existen vagas referencias a aportaciones "de la Ejecutiva federal" o de las organizaciones territoriales, cuya procedencia no se explica. A esas alturas, el balance de situaci¨®n del PSOE arrastraba ya fuertes "resultados negativos" de campa?as anteriores, por lo que no cabe pensar en unas finanzas regulares saneadas, de las que fuera sencillo extraer recursos.

Las necesidades financieras del PSOE coincidieron con el per¨ªodo en que Filesa y Time Export, vinculadas al diputado socialista Carlos Navarro, recibieron las mayores aportaciones de dinero de algunos de los bancos y entidades industriales m¨¢s importantes de este pa¨ªs: Banco Central, la petrolera Cepsa -del grupo del Central-, ABB Energ¨ªas, la constructora Focsa, el Banco Bilbao Vizcaya e, incluso, la empresa p¨²blica Enasa.

En total, Filesa y Time Export recaudaron 800 millones de pesetas en aquel a?o, seg¨²n las declaraciones presentadas porambas ante el Ministerio de Hacienda sobre su actividad en el ejercicio mencionado. En ese mismo per¨ªodo, Filesa y Time Export pagaron m¨¢s de 500 millones a algunas de las empresas suministradoras de servicios electorales al PSOE.

Hay M¨¢s: las declaraciones a Hacienda de algunas de las empresas que facturaron a Filesa recogen, en sus respectivos documentos de operaciones con terceros, la existencia de tales ventas. Por lo menos en un caso concreto, comprobado por este peri¨®dico, las cifras coinciden con las aportadas a la prensa por el ex contable de Filesa. Se obtienen as¨ª los primeros datos de personas ajenas al ex contable, que confirman la verosimilitud de la documentaci¨®n difundida por este ¨²ltimo.

Dos estructuras

El abultado volumen de gastos electorales de 1989 afect¨® a todos los partidos y fue debida a la realizaci¨®n de tres campa?as sucesivas. La elecci¨®n de eurodiputados fue seguida de la convocatoria anticipada de elecciones legislativas, que a su vez no coincidieron con las auton¨®micas de Galicia. Pero el hecho de que se llevaran a cabo por separado se debi¨® a la voluntad del PSOE.

En este contexto se comprende mejor el testimonio del ex contable de Filesa y Time Export, Carlos van Schouwen, quien afirma que el tinglado empresarial constituido por ambas entidades se utiliz¨® como instrumento financiero encubierto del PSOE. Parece como si la estructura visible de las finanzas electorales socialistas, que se alimenta de cr¨¦ditos bancarios y subvenciones del Estado -adem¨¢s de m¨ªnimas aportaciones privadas- tuviera un complemento paralelo, que se nutre de los donativos que el PSOE no puede recibir oficialmente, a causa de las prohibiciones legales. Adem¨¢s, esa estructura paga una parte de los gastos electorales necesarios para el partido, con lo cual ¨¦ste disminuye los suyos propios.

Adem¨¢s de las infracciones fiscales que hayan podido cometerse en todo este trasiego, el problema, desde el punto de vista de la financiaci¨®n de un partido, consiste en acreditar la relaci¨®n existente entre la estructura visible de las finanzas socialistas y la presunta red sumergida.

A este respecto, las declaraciones del ex contable de Filesa y Time Export, Carlos van Schouwen, vinculan constantemente al n¨²mero dos de las finanzas socialistas, Carlos Navarro, con la direcci¨®n efectiva del tinglado Filesa/Time Export.

?ste es un hecho del que no existe constancia documental plena, por el momento. Sin embargo, se ha demostrado la existencia de una relaci¨®n directa de Navarro con la segunda de las empresas mencionadas. El 30 de septiembre de 1987, el presidente de Time Export -o por lo menos la persona que dirig¨ªa la junta de accionistas- era, precisamente, Carlos Navarro. Este dato figura en el correspondiente registro mercantil. En esa misma junta se nombr¨® administrador de la compa?¨ªa a Luis Oliver¨®, la persona que permanece como responsable de ambas entidades y a quien ha sido imposible localizar a lo largo de las ¨²ltimas semanas.

Una de las facturas mostradas por el ex contable Carlos van Schouwen a la prensa corresponde al per¨ªodo en que el diputado Carlos Navarro estaba vinculado a Time Export.