Futuro Pluscuamperfecto
M¨¢s de cien mil personas, j¨®venes y adolescentes en su gran mayor¨ªa, se congregaron el s¨¢bado a la ca¨ªda de la tarde en el hip¨®dromo de la Zarzuela, en Madrid, para asistir al macroconcierto organizado por la cadena SER, que festejaba as¨ª los 25 a?os de Los 40 principales, el programa radiof¨®nico fundamental para conocer y entender el movimiento musical hispano e internacional del ¨²ltimo cuarto de siglo.Un sol de justicia acompa?¨® a la convocatoria, que estuvo perfectamente controlada por las fuerzas de orden p¨²blico y por la ecuanimidad. La verdad es que los guardianes del orden no lo tuvieron dif¨ªcil, porque esa turbamulta de adolescentes se comport¨® en todo momento con una correcci¨®n ejemplar, que para s¨ª quisieran sus mayores. Hasta tal punto ejemplar que algunos soci¨®logos asistentes al acontecimiento se hac¨ªan lenguas comentando el talante sosegado y pac¨ªfico de las nuevas generaciones. Por primera vez en la historia de las aglomeraciones musicales, all¨ª no ol¨ªa a canuto por ning¨²n rinc¨®n.
Fue un concierto apol¨ªneo. Lo dionis¨ªaco, que provoc¨® furor y adhesiones inquebrantables hace bien poco, se ha esfumado del panorama. Eso s¨ª, a ello colaboraron de forma contundente los innumerables n¨²meros de la Guardia Civil que controlaban cualquier esquina del espacioso recinto.
Al contrario de lo que suele acontecer en situaciones de este tipo, los aromas que se percib¨ªan no eran de pachul¨ª ni de orientalismo, sino de lavanda, incluso de nenuco y hierbabuena, lo cual se agradece en el fondo, e incluso en la forma. El montaje de todo el espect¨¢culo fue magn¨ªfico. El inicio se retras¨® algo, aunque estuvo dentro de raz¨®n. El calor era inmisericorde.
La fiesta comenz¨® cuando ya el sol hab¨ªa rebajado su talante justiciero. Un ensayo de brisa sensual prolog¨® la breve aparici¨®n de Miguel Bos¨¦. Breve pero intensa. Nada m¨¢s anunciar la presencia del bello Bos¨¦ en el escenario, la multitud se soliviant¨® y las ni?as del crep¨²sculo latieron conmovidas. Bos¨¦ (que fue n¨²mero uno de Los 40 en 1976 con su canci¨®n Linda) tiene ¨¢ngel; conmueve a las adolescentes y a las que ya no lo son. Y dijo algo que bien pudiera ser un eslogan: "O cambias o te mueres". Mientras ¨¦l cant¨®, las se?oritas implumes se montaron a lomos de sus respectivos mancebos, y aquello se convirti¨® en un simposio de corazones entregados a la par que lascivos. Miguelito las mata cantando; es un int¨¦rprete con proyecciones h¨²medas e inconfesables.
No me pises
Tras la inasible presencia de Bos¨¦, irrumpieron en escena los sevillanos No Me Pises Que Llevo Chanclas, que aportan a la m¨²sica popular ese toque de humor y cachondeo reconfortantes. Si a una inmensa mayor¨ªa de los all¨ª congregados les hubieran preguntado de qu¨¦ iban, de qu¨¦ eran, hubieran respondido a voz en grito: "Oiga, nosotros no somos ni de ¨¦stos ni de aqu¨¦llos. Nosotros s¨®lo somos de Marujita".Mientras que por la pantalla gigante actuaban algunos artistas desde Barcelona, una mu?eca hinchable era sopesada y amada por los j¨®venes ciudadanos que abarrotaban en Madrid la ruta de los caballos. Esos mismos ciudadanos no dudaron en encender lamparitas y mecheros cuando salieron al estrado los muchachos de Gabinete Caligari, quiz¨¢ el grupo m¨¢s dionis¨ªaco de cuantos pasaron por el hip¨®dromo.
Un grupo de ciudadanos sudorosos y entusiastas increparon a los servicios de orden y a la Guardia Civil por no dejarles entrometerse en el espacio destinado a la gente importante. La autoridad opt¨® por la l¨®gica: tras fervorosa negociaci¨®n, los guardias derribaron las cancelas y cada cual se pudo ubicar donde le vino en gana.
Era gente maravillosa, guapa y sosegada. Tambi¨¦n la noche estuvo serena e incitadora a desatinos salaces. Dos inmensos peces-zepel¨ªn controlaban sin problemas a las nuevas generaciones. H¨¦roes del Silencio arrasaron, a pesar de su aparente lejan¨ªa. Pero sobre todo arras¨® El ¨²ltimo de la Fila, un grupo al que se le puede calificar de muchas maneras, pero jam¨¢s de fr¨ªvolo.
Resulta que estos chavales -m¨¢s de 100.000 llegados de toda Espa?a- tampoco son fr¨ªvolos, a pesar de lo que murmuren los envidiosos y los que se quedaron estancados en el pret¨¦rito imperfecto. Los 40 principales no es s¨®lo un excelente programa musical. Aqu¨ª han demostrado que son algo as¨ª como la profec¨ªa de lo que ser¨¢ el futuro pluscuamperfecto, aunque sea de subjuntivo.
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