El primer esp¨ªa de la URSS en el punto de mira

Alexandr Pumpianski, director del influyente semanario sovi¨¦tico Tiempos Nuevos, ha pedido p¨²blicamente que VIad¨ªmir Kriuchkov, presidente del Comit¨¦ de Seguridad del Estado (KGB), dimita por voluntad propia o sea destituido por el presidente de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, Mija¨ªl Gorbachov, por falta de lealtad y profesionalismo. Pumpianski, que firma un largo art¨ªculo en el ¨²ltimo n¨²mero del semanario, ha efectuado el ataque m¨¢s serio contra VIad¨ªmir Kriuchkov aparecido en la prensa central sovi¨¦tica hasta el momento.

Pumpianski, que critica a Kriuchkov por su discurso a puerta cerrada ante el Parlamento sovi¨¦tico el 17 de junio pasado, trabaj¨® largo tiempo con Vitali Ignatenko, consejero y portavoz de Gorbachov, y le sustituy¨® en 1990 como director de Tiempos Nuevos.Observadores pol¨ªticos interpretan el art¨ªculo de Pumpianski como una se?al (directa o indirecta) de las divergencias existentes entre la direcci¨®n pol¨ªtica de la URSS y el presidente del KGB, hombre que hizo carrera bajo la tutela de Yuri Andr¨®pov y que trabajaba en la Embajada sovi¨¦tica en ,Hungr¨ªa durante el aplastamiento de la revuelta popular de 1956 en aquel pa¨ªs.

Medios pr¨®ximos al Kremlin manifestaron recientemente a esta corresponsal que la operaci¨®n para sustituir a Kriuchkov al frente del espionaje sovi¨¦tico est¨¢ ya en marcha, y se?alaron que su sustituto podr¨ªa ser alguno de los altos cargos del organismo, m¨¢s profesional y menos ideologizado que Kriuchkov, quien es miembro del Comit¨¦ Central del PCUS.

En su discurso a puerta cerrada, Kriuchkov se refiri¨® a un documento remitido por Yuri Andr¨®pov al Comit¨¦ Central del PCUS en 1977. En aquel documento se acusaba a la CIA norteamericana de planear el reclutamiento de agentes sovi¨¦ticos con el fin de minar la sociedad y "desorganizar la econom¨ªa" de la URSS. El espionaje norteamericano se dedica, seg¨²n el presidente del KGB, a adiestrar agentes con el fin de promoverlos para cargos dirigentes pol¨ªticos, econ¨®micos y cient¨ªficos en la URSS. En un tono ir¨®nico, Pumpianski asegura que la "tarea se ha cumplido". "Si no, ?de d¨®nde vienen nuestras desgracias?", agrega.

El presidente del KGB realiz¨® una comparaci¨®n entre las advertencias de los servicios de espionaje sovi¨¦ticos, deso¨ªdas por Stalin en v¨ªsperas del ataque alem¨¢n a la URSS hace 50 a?os, y la situaci¨®n actual."Dir¨¦ a¨²n m¨¢s: hay datos directos sobre la elaboraci¨®n de planes de apaciguamiento e incluso de ocupaci¨®n de la URSS", se?al¨®.

Falta de lealtad

"El jefe de una instituci¨®n de car¨¢cter estrictamente estatal como el KGB no puede poner en entredicho al jefe del Estado", dice Pumpianski, quien sugiere que Kriuchkov pone en duda las conversaciones de Gorbachov con los dirigentes del Grupo de los Siete en Londres. Seg¨²n Pumpianski, en otros pa¨ªses los dirigentes de los servicios secretos son valorados por "mantener la boca cerrada" y por su "total lealtad". El "juego de la oposici¨®n", asegura el periodista, es para otros. "La seguridad del Estado no es una cuesti¨®n pol¨ªtica ni ideol¨®gica, sino profesional". "Tras haber violado las leyes de su propio servicio y lanzado un desafio al presidente, Kriuchkov no tiene elecci¨®n. Ahora, o tiene que dimitir o el presidente tiene que destituirlo", sentencia.

"Se est¨¢ produciendo un aut¨¦ntico juego pol¨ªtico para asustar a Occidente", dijo en la televisi¨®n rusa el escritor Mija¨ªl Liub¨ªmov, antiguo funcionario del KGB y padre de un popular presentador de la televisi¨®n sovi¨¦tica. Liub¨ªmov, que comentaba el art¨ªculo de Pumpianski, acus¨® a Kriuchkov de actuar en consonancia con el ala derecha del partido comunista ruso que dirige el conservador Iv¨¢n Polozkov.

El KGB contin¨²a siendo hoy la instituci¨®n m¨¢s cerrada de la URSS, lo cual no impide que, espor¨¢dicamente, cuadros medios hayan criticado la organizaci¨®n, ya sea abiertamente, con riesgo para su carrera, o ampar¨¢ndose en el anonimato. Lev Ponomariov, uno de los dirigentes de Rusia Democr¨¢tica, dijo a esta corresponsal que el movimiento de masas que llev¨® a Yeltsin a la victoria tiene simpatizantes dentro del KGB.

Entre las ¨²ltimas intervenciones p¨²blicas de altos cargos del KGB se cuenta la realizada por el general N. Le¨®nov ante el congreso del grupo conservador Soyuz. Le¨®nov defendi¨® la integridad del Estado sovi¨¦tico y acus¨® a EE UU de azuzar los odios entre los pueblos de la URSS.