El Ejercito liban¨¦s ocupa los ¨²ltimos reductos palestinos en Sid¨®n

Se trata de una nueva era en la campa?a palestina: doblegados en cuatro d¨ªas de combates por la superioridad del Ej¨¦rcito liban¨¦s en la zona de Sid¨®n, los guerrilleros de Yasir Arafat dejaron ayer sus reductos en torno a los campos de refugiados de Ein el Helweh y Miye Miye. La base m¨¢s importante de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina est¨¢ ahora bajo control total de un Gobierno liban¨¦s que conf¨ªa m¨¢s en la diplomacia de Siria que en la lucha armada para poner fin a la ocupaci¨®n israel¨ª en territorios ¨¢rabes capturados a la fuerza.

Expulsados por los israel¨ªes en la invasi¨®n de 1982 y por los sirios al a?o siguiente, los guerrilleros de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) se sent¨ªan ayer traicionados por L¨ªbano y desamparados por el resto del mundo ¨¢rabe que asisti¨® indiferente al aplastamiento de una fuerza guerrillera de seis mil hombres, casi en un acto de ¨ªntima revancha por el apoyo que Arafat brind¨® a Saddam Hussein. Incluso los persas de Ir¨¢n se mostraron m¨¢s solidarios con los palestinos, que perdieron cerca de 70 combatientes.La m¨¢s reciente derrota de los feday¨ªn da un triunfo pol¨ªtico sustancial al Gobierno prosirlo de Beirut. De hecho, el presidente El¨ªas Haraui ha conseguido extender la autoridad del Estado a un territorio donde la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina hab¨ªa construido una especie de Estado dentro del Estado gracias al acuerdo de El Cairo. El pacto que a partir del 2 de noviembre de 1969 dio cobertura legal a la guerrilla palestina en L¨ªbano fue abrogado por los libaneses hace tres a?os.

Las futuras relaciones de la OLP con L¨ªbano quedan ahora supeditadas al dictado de Beirut y, por ende, de Damasco. Y como el proyecto de ambas capitales es pacificar el sur de L¨ªbano, el pr¨®ximo paso de los 12.000 soldados libaneses que tomaron la regi¨®n de Sid¨®n va a ser desarmar a los guerrilleros. No se sabe a¨²n si a la OLP se le permitir¨¢ sacar su arsenal de L¨ªbano, pero lo que s¨ª est¨¢ claro desde ayer es que todo guerrillero palestino que desee atacar a Israel tendr¨¢ primero que luchar contra el Ej¨¦rcito liban¨¦s.

Con el s¨®lido apoyo de Sirla y el aliento norteamericano, Haraui va a insistir que la ocupaci¨®n israel¨ª en una franja de m¨¢s 900 kil¨®metros cuadrados al norte de la frontera con Israel es ahora inaceptable. Su campa?a diplom¨¢tica se centrar¨¢ en el argumento de que la misma comunidad internacional que hizo cumplir las doce resoluciones de las Naciones Unidas para expulsar a Irak de Kuwait, debe ahora infundir vida a la resoluci¨®n 425, aprobada en 1978 y que Israel contin¨²a ignorando.

Por otra parte, el forcejeo anoche entre un soldado liban¨¦s y un agente sirio provoc¨® agitaci¨®n al final de un recital dedicado a la paz en L¨ªbano; la esposa del presidente El¨ªas Haraui, Mona Haraui, huy¨® rodeada por un peque?o ej¨¦rcito de guardaespaldas.

La primera dama y dignatarios cristianos protagonizaron una fren¨¦tica fuga por las ruinas de Beirut. Polic¨ªas y soldados les abrieron el paso cargando a culatazos contra una multitud tensa por el monstruoso aparato de seguridad.

El recital, organizado por la emisora de radio cristiana La Voz de L¨ªbano fue un modesto intento de imitar la espectacular celebraci¨®n de la reunificaci¨®n de Berl¨ªn en 1990.