La Polic¨ªa desata el terror en Per¨²
Una ola de cr¨ªmenes perpetrados por la fuerza p¨²blica alarma a la poblaci¨®n
El derribo a tiros de una avioneta en la que murieron 15 personas por obra de polic¨ªas aparentemente embriagados en la zona cocalera del Alto Huallaga (Per¨²) es un eslab¨®n m¨¢s de una serie de cr¨ªmenes cometidos por elementos policiales. La indignaci¨®n popular y en los medios de comunicaci¨®n crece en Per¨² ante la actuaci¨®n criminal de la polic¨ªa. El valle del Alto Huallaga est¨¢ considerado como una zona sin ley, donde se producen unos dos tercios de la hoja de coca del mundo. ?sta es la tierra sin ley donde la supervivencia se rige por la ley del m¨¢s fuerte.
Campesinos cocaleros, narcotraficantes, terroristas de Sendero Luminoso y del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) disputan la regi¨®n y el bot¨ªn de la coca a polic¨ªas corruptos y militares que a duras penas luchan contra la subversi¨®n y el narcotr¨¢fico.En el Huallaga los desplazamientos se realizan en gran parte con avionetas que unen las ciudades del valle. Resulta m¨¢s seguro subirse a avionetas sobrecargadas o en p¨¦simo estado que moverse por carretera. Esto equivale a jugarse la vida por el estado deplorable de las rutas o la presencia de senderistas que exigen cupos, pago de cantidades en met¨¢lico. Esta pr¨¢ctica de los terroristas la aplican tambi¨¦n con frecuencia las fuerzas policiales.
Existen bastantes indicios de que el pasado martes polic¨ªas borrachos que se dedicaban a cobrar cupos en el pueblo de Bellavista no tuvieron ¨¦xito con los pasajeros de una avioneta que se dispon¨ªa a despegar. Seg¨²n declaraciones de algunos testigos, los polic¨ªas estaban borrachos y dispararon contra la avioneta, que ya hab¨ªa despegado y volaba sobre la pista a escasa altura. El piloto muri¨® acribillado a balazos y, la avioneta se precipit¨® sobre una isleta del r¨ªo Huallaga, a unos tres kil¨®metros de la pista. El desorden imperante en la regi¨®n hace que ni siquiera la cifra de muertos se haya precisado. Las listas de pasajeros no se llevan con rigor, pero por lo menos murieron 15 personas. Alguna versi¨®n llegada a Lima afirma que hasta saquearon los cad¨¢veres.
Amenaza de linchamiento
En un primer momento, las autoridades trataron de barrer debajo de la alfombra y culpar de todo a "elementos subversivos". La patrulla policial, al mando de un teniente, no dio parte de su intervenci¨®n en el hecho, pero no hubo forma de taparlo, porque el indignado pueblo de Bellavista se reuni¨® en cabildo abierto y amenaz¨® con linchar a los polic¨ªas. La presencia del jefe militar de la zona restableci¨® el orden.El Ministerio del Interior admiti¨® que el hecho fue cometido por polic¨ªas aunque no reconoci¨® su estado de embriaguez y argument¨® que sus funcionarios hab¨ªan cre¨ªdo que la avioneta transportaba a narcotraficantes. Esta declaraci¨®n equivale a reconocer que los polic¨ªas se acogen al principio de "dispare primero y averig¨¹e despu¨¦s".
El derribo de la avioneta y la secuela de 15 muertos es un crimen m¨¢s que a?adir a una larga lista. Pone los pelos de punta pensar en lo que ocurre en zonas de emergencia alejadas de Lima, donde la informaci¨®n se recibe fragmentada y con retraso. El ¨²ltimo incidente ocurri¨® cuando todav¨ªa no se hab¨ªan acallado los ecos del asesinato perpetrado por polic¨ªas en la ciudad portuaria de Callao, en plena calle y casi ante las c¨¢maras de televisi¨®n.
El pasado viernes 28 de junio, durante una caza de delincuentes y presuntos terroristas, unos polic¨ªas detuvieron a un estudiante de Medicina y sus dos hermanos, que hab¨ªan salido de casa con una mochila para recoger comida del puesto callejero donde trabaja su madre. Detenidos como sospechosos, los polic¨ªas metieron a los tres a golpes en el maletero del patrullero. Un canal de televisi¨®n film¨® la escena. Los tres j¨®venes llegaron a un hospital muertos por disparos a quemarropa.
El pretexto terrorista
Los polic¨ªas informaron que se trataba de terroristas. Uno de los polic¨ªas implicados en el crimen declar¨® a la fiscal encargada del caso que se acord¨® de un ataque terrorista a una comisar¨ªa y c¨®mo hab¨ªan matado salvajemente a un oficial. "Esa imagen se me vino a la memoria. Estaba iracundo. Es que los terroristas, a pesar de que son entregados a la justicia, son liberados para tomar represalias contra nosotros. Eso hizo que los matara sin escuchar sus explicaciones".Los sueldos de hambre reducen a los polic¨ªas a la condici¨®n de marginales que tienen que buscarse su supervivencia a base de extorsiones y delincuencia. Uno de los esc¨¢ndalos de este a?o fue el caso de unos polic¨ªas que alquilaban sus armas a delincuentes para cometer atracos. La tensi¨®n de la lucha contra un terrorismo que asesina sin piedad incrementa las dificultades del trabajo policial en Per¨².
En su columna diaria del peri¨®dico de derecha liberal Expreso, su director, Manuel D'Ornellas, escribi¨® el jueves: "Sin polic¨ªa confiable, no hay sociedad civilizada. Es s¨®lo la selva y sus leyes".
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